BUENOS AIRES, Junio 27, (PUNTO CERO) La feroz interna política desatada en el seno del Gobierno, entre los pingüinos puros, los cristinistas, y los albertistas, con el caso o Skanka y la derrota en la elección capitalina como telón de fondo, se traslado ahora al Banco Nación, donde un grupo de gremialistas amenaza con paralizar a partir del jueves la operatoria de la entidad.
Ricardo "Pacha" Velasco, ex director del sospechado Enargas, pareja de Felisa Miceli, y hoy subsecretario de Estado en el ministerio de Alicia Kirchner, no sería ajeno a la jugada. Su delfín gremial, Luis Graña, vinculado al director Reinaldo Ostroff, es uno de los principales impulsores del paro.
Lo curioso es que impulsa esta medida de fuerza pese a que el miércoles pasado las autoridades del Nación y Juan José Zanola, de la Asociación Bancaria, rubricaron un acuerdo salarial, luego de que expirara el plazo de la conciliación obligatoria que había decretado de oficio el Ministerio de Trabajo.
El otro gremialista que junto a Grana promueve el paro es Raúl Fontana, vinculado al derrotadísimo jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y principal sostén de Felisa Miceli, hoy muy complicada por la “aparición” de decenas de miles de dólares en una bolsa en el baño de su despacho.
Grana, además juega su propia interna con el mismísimo Zanola, a quien pretende arrebatarle la conducción de la Asociación Bancaria. Este tandem sindical suele embestir contra Zanola, acusándolo de haber "fundido" la obra social de los trabajadores bancarios y de ceder fácilmente ante la presión del Gobierno de Kirchner.
Es verdad que Zanola mantiene una línea dialoguista con la actual conducción del Nación. Fue el primero en firmar en abril pasado el acuerdo salarial que estableció un incremento promedio de 18 por ciento, con un aumento mínimo de 300 pesos para los trabajadores bancarios.
Luego, pese a haberse acordado el levantamiento de la conciliación obligatoria el miércoles pasado, los dos gremialistas, en sintonía con buena parte de la línea gerencial, desconocieron el acuerdo y promovieron el cese de actividades durante el jueves y viernes último.
Ante esta situación, el ministro de Trabajo Carlos Tomada envió veedores y se apresta a declarar ilegal el paro que se avecina para el jueves. De no arribarse a un acuerdo la cuestión podría agravarse, y hasta decretarse un paro por tiempo indeterminado, justo a fin de mes jubilados, empleados estatales y público en general acude a cobrar sus haberes.
El viernes último, hasta altas horas de la noche, el "Pacha" Velasco, Graña y Fontana, estuvieron en el despacho de Ostroff aparentemente dialogando sobre la conveniencia de impulsar la medida de fuerza.
En el Banco es un secreto a voces que la actual directora de la institución, la cristinista Gabriela Ciganotto sólo aguarda la oficialización de la candidatura a Presidenta de la Primera Dama para iniciar ciertos cambios en el área gerencial.
Ricardo "Pacha" Velasco, ex director del sospechado Enargas, pareja de Felisa Miceli, y hoy subsecretario de Estado en el ministerio de Alicia Kirchner, no sería ajeno a la jugada. Su delfín gremial, Luis Graña, vinculado al director Reinaldo Ostroff, es uno de los principales impulsores del paro.
Lo curioso es que impulsa esta medida de fuerza pese a que el miércoles pasado las autoridades del Nación y Juan José Zanola, de la Asociación Bancaria, rubricaron un acuerdo salarial, luego de que expirara el plazo de la conciliación obligatoria que había decretado de oficio el Ministerio de Trabajo.
El otro gremialista que junto a Grana promueve el paro es Raúl Fontana, vinculado al derrotadísimo jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y principal sostén de Felisa Miceli, hoy muy complicada por la “aparición” de decenas de miles de dólares en una bolsa en el baño de su despacho.
Grana, además juega su propia interna con el mismísimo Zanola, a quien pretende arrebatarle la conducción de la Asociación Bancaria. Este tandem sindical suele embestir contra Zanola, acusándolo de haber "fundido" la obra social de los trabajadores bancarios y de ceder fácilmente ante la presión del Gobierno de Kirchner.
Es verdad que Zanola mantiene una línea dialoguista con la actual conducción del Nación. Fue el primero en firmar en abril pasado el acuerdo salarial que estableció un incremento promedio de 18 por ciento, con un aumento mínimo de 300 pesos para los trabajadores bancarios.
Luego, pese a haberse acordado el levantamiento de la conciliación obligatoria el miércoles pasado, los dos gremialistas, en sintonía con buena parte de la línea gerencial, desconocieron el acuerdo y promovieron el cese de actividades durante el jueves y viernes último.
Ante esta situación, el ministro de Trabajo Carlos Tomada envió veedores y se apresta a declarar ilegal el paro que se avecina para el jueves. De no arribarse a un acuerdo la cuestión podría agravarse, y hasta decretarse un paro por tiempo indeterminado, justo a fin de mes jubilados, empleados estatales y público en general acude a cobrar sus haberes.
El viernes último, hasta altas horas de la noche, el "Pacha" Velasco, Graña y Fontana, estuvieron en el despacho de Ostroff aparentemente dialogando sobre la conveniencia de impulsar la medida de fuerza.
En el Banco es un secreto a voces que la actual directora de la institución, la cristinista Gabriela Ciganotto sólo aguarda la oficialización de la candidatura a Presidenta de la Primera Dama para iniciar ciertos cambios en el área gerencial.
Se menciona, como viviendo una situación particularmente delicada al gerente general, Juan Carlos Fabrega y a tres subgerentes generales. Además, Ciganotto estaría esperando la llegada de diciembre, ya que más de medio directorio vence su mandato en ese mes. (PUNTO CERO).
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