QUILMES, Noviembre 02, (PUNTO CERO-Comunas) “Chinito vas a ser intendente”, le dijo Aníbal a fines de 2002. Un año después se coronó jefe comunal del pueblo cervecero. El muchacho bastante excitado por el triunfo festejó de más con amigos, más que con amigas y tuvo que desintoxicarse. Esa era la primera de una infinita cantidad de veces que tuvo que internarse...
Esa era la primera de una infinita cantidad de veces que tuvo que internarse. “No sabe hablar, te das cuenta que no puede hilar una frase”, se quejaban amigos de Aníbal, entonces lo mandó a Capital federal a un cursito de oratoria. Parece que el Chinito aprendía fácil y eso era una gran satisfacción para Aníbal que debía demostrar por todos los medios que el pibe era capaz de conducir los destinos de la ciudad cervecera.
Durante toda su gestión tuvo una importante crisis de gobierno, la renuncia de secretarios era una cuestión diaria, más de 200 cambiaron de 2003 a la fecha. Ya nadie se sorprendía, sobre todo la gente de prensa que decía: “es imposible bancarlo, no para nunca y se pasa de rosca”. Sus secretarios y vocero debían excusarlo todo el tiempo, el Chinito no estaba lucido y hasta un poco depre, cuando no “demasiado duro”. Con varios sobresaltos hizo y deshizo negocios para el bienestar de la población cervecera, como la privatización a favor de una empresa amiga para el mantenimiento del alumbrado público, renovó contratos cuestionados y privatizó el área de Higiene Urbana con un aumento en el costo de la recolección de la basura.
Pero eso, fueron pequeñas tonterías comparadas a algunas causas que pesan sobre su persona, como el ser imputado en una causa por la tenencia de automóvil “trucho”, un Fiat 147 que era de su propiedad y que les vendió a sus padres, ya hace algunos años. Parece que el poder borra las manchas, algunas muy oscuras como la acusación de atropellar, causar la muerte a un hombre y ocultar el cuerpo en un frezzer. El pícaro del Chinito, se lo tomó con gracia y en el día del periodista de este año sorteo un frezzer entre los medios de prensa cómplices de sus desbarajustes anímicos y políticos.
Esa era la primera de una infinita cantidad de veces que tuvo que internarse. “No sabe hablar, te das cuenta que no puede hilar una frase”, se quejaban amigos de Aníbal, entonces lo mandó a Capital federal a un cursito de oratoria. Parece que el Chinito aprendía fácil y eso era una gran satisfacción para Aníbal que debía demostrar por todos los medios que el pibe era capaz de conducir los destinos de la ciudad cervecera.
Durante toda su gestión tuvo una importante crisis de gobierno, la renuncia de secretarios era una cuestión diaria, más de 200 cambiaron de 2003 a la fecha. Ya nadie se sorprendía, sobre todo la gente de prensa que decía: “es imposible bancarlo, no para nunca y se pasa de rosca”. Sus secretarios y vocero debían excusarlo todo el tiempo, el Chinito no estaba lucido y hasta un poco depre, cuando no “demasiado duro”. Con varios sobresaltos hizo y deshizo negocios para el bienestar de la población cervecera, como la privatización a favor de una empresa amiga para el mantenimiento del alumbrado público, renovó contratos cuestionados y privatizó el área de Higiene Urbana con un aumento en el costo de la recolección de la basura.
Pero eso, fueron pequeñas tonterías comparadas a algunas causas que pesan sobre su persona, como el ser imputado en una causa por la tenencia de automóvil “trucho”, un Fiat 147 que era de su propiedad y que les vendió a sus padres, ya hace algunos años. Parece que el poder borra las manchas, algunas muy oscuras como la acusación de atropellar, causar la muerte a un hombre y ocultar el cuerpo en un frezzer. El pícaro del Chinito, se lo tomó con gracia y en el día del periodista de este año sorteo un frezzer entre los medios de prensa cómplices de sus desbarajustes anímicos y políticos.
Durante 2006 tuvo que reforzarse la pobre gestión y desde el gobierno nacional bajaron varios millones para hacer algunas obras y demostrar que él podía. Todas fueron a través de licitación directa con empresas amigas, como por ejemplo la que realizó el acceso a la autopista. Por eso, en esta última elección su afiche mostraba las obras que había realizado (claro, todo gracias a Aníbal, que lo seguía sosteniendo).
Hoy perdido en todo sentido, se lamenta y pide perdón a su jefe político por los exabruptos cometidos, pero Aníbal ya se cansó de escucharlo e intenta quedarse en el ministerio para desarrollar su tarea de lengua larga como viene haciendo desde 2003.
Dicen que la dama ya se la tiene jurada y él se arrastra buscando una última oportunidad. (PUNTO CERO-Comunas).
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