BUENOS AIRES, Noviembre 01, (PUNTO CERO-Comunas del País) Hay un factor común entre todos los perdedores a nivel nacional, provincial y municipal en los últimos comicios y este es el mal uso de los medios.
La derecha simbolizada por Mauricio Macri y sus apóstoles (léase Blumberg, Patti, Murphy y otros menores) solo hicieron publicidad callejera en los últimos días. NO pasearon por los medios esperando que los k dieran el primer paso y esto no ocurrió. Fiel al gusto de Mauricio los programas a los que concurrieron fueron de renombre pero escaso rating.
Alguna vez Carlos Menem supo decir “hay que ir a todos lados y hablar con todos los periodistas, pero siempre, no cuando hay elecciones”. Seguramente esta idea no está presente en la derecha.
Solo ven a gente cool para hablar de la nada porque nada tiene para explicar y logran eso, nada, nada.
Medios regionales, provinciales y locales son una afrenta para ellos. Entonces si tienen poca exposición mediática deben tener una excelente construcción política donde impere los acuerdos, alianzas y los cumplimientos de estos.
Blumberg va mal, Macri se va. Sobisch cae en desgracia, Macri se retira. López no mide, Mauricio se enferma. Así los votos no llegan y de hecho no visitaron sus paquetas urnas. Otra vez será.
SON MUNICIPALES
En el orden comunal han caído derrotados los intendentes vecinalistas puros ( Esteban Echeverría, Tigre y Pinamar) y aquellos peronistas ortodoxos del sur ( Lanús, San Vicente, Quilmes, A. Brown y La Plata).
Hacer una nota a Villaverde, Alak, Groppi, Casaretto o Quindimil es por demás difícil. La Constitución habla en su artículo 14 de la difusión de hechos públicos por parte de las autoridades. Estos intendentes no se dieron por enterados. Pero siempre tienen una excusa ideológica: los peronistas hablan que Perón nunca necesitó de los medios, claro no había cable, ni internet y los escasos medios que existían eran estatales. Y los vecinalistas, parientes cercano de los militares, optan por no mostrarse públicamente.
Estas dos corrientes de perdedores eligieron el silencio como forma de hacer política. Y así le fue.
Dirigentes con escaso carisma que llegaron al sillón municipal por obra y gracia de su majestad el aparato caen derrotados cuando no tienen nada para mostrar y tampoco realizan un trabajo mediático. Por suerte la democracia, algunas veces, sirve para gritarles piedra libre para los mediocres que se esconden detrás de los sillones.
Gracias a esto el 28 de octubre se firmó la salida de Blas Altieri, Groppi, Quindimil, Arcuri, Villaverde, Villordo y nuestro “amigo” Julio Alak. “No tienen que mostrar, por eso no salen”, afirmó un alto dirigente nacional. En referencia a estos “buenos muchachos”. Y esto es así, el tema es que ni siquiera tienen la capacidad de hablar con el cuarto poder para llegar con un mensaje al vecino, aquel que los votó.
La derecha simbolizada por Mauricio Macri y sus apóstoles (léase Blumberg, Patti, Murphy y otros menores) solo hicieron publicidad callejera en los últimos días. NO pasearon por los medios esperando que los k dieran el primer paso y esto no ocurrió. Fiel al gusto de Mauricio los programas a los que concurrieron fueron de renombre pero escaso rating.
Alguna vez Carlos Menem supo decir “hay que ir a todos lados y hablar con todos los periodistas, pero siempre, no cuando hay elecciones”. Seguramente esta idea no está presente en la derecha.
Solo ven a gente cool para hablar de la nada porque nada tiene para explicar y logran eso, nada, nada.
Medios regionales, provinciales y locales son una afrenta para ellos. Entonces si tienen poca exposición mediática deben tener una excelente construcción política donde impere los acuerdos, alianzas y los cumplimientos de estos.
Blumberg va mal, Macri se va. Sobisch cae en desgracia, Macri se retira. López no mide, Mauricio se enferma. Así los votos no llegan y de hecho no visitaron sus paquetas urnas. Otra vez será.
SON MUNICIPALES
En el orden comunal han caído derrotados los intendentes vecinalistas puros ( Esteban Echeverría, Tigre y Pinamar) y aquellos peronistas ortodoxos del sur ( Lanús, San Vicente, Quilmes, A. Brown y La Plata).
Hacer una nota a Villaverde, Alak, Groppi, Casaretto o Quindimil es por demás difícil. La Constitución habla en su artículo 14 de la difusión de hechos públicos por parte de las autoridades. Estos intendentes no se dieron por enterados. Pero siempre tienen una excusa ideológica: los peronistas hablan que Perón nunca necesitó de los medios, claro no había cable, ni internet y los escasos medios que existían eran estatales. Y los vecinalistas, parientes cercano de los militares, optan por no mostrarse públicamente.
Estas dos corrientes de perdedores eligieron el silencio como forma de hacer política. Y así le fue.
Dirigentes con escaso carisma que llegaron al sillón municipal por obra y gracia de su majestad el aparato caen derrotados cuando no tienen nada para mostrar y tampoco realizan un trabajo mediático. Por suerte la democracia, algunas veces, sirve para gritarles piedra libre para los mediocres que se esconden detrás de los sillones.
Gracias a esto el 28 de octubre se firmó la salida de Blas Altieri, Groppi, Quindimil, Arcuri, Villaverde, Villordo y nuestro “amigo” Julio Alak. “No tienen que mostrar, por eso no salen”, afirmó un alto dirigente nacional. En referencia a estos “buenos muchachos”. Y esto es así, el tema es que ni siquiera tienen la capacidad de hablar con el cuarto poder para llegar con un mensaje al vecino, aquel que los votó.
Se solían esconder y aguardar el resultado para seguir acopiando generosos sueldos, esta vez no tienen alternativa. A partir del 11 de diciembre tendrán que trabajar. (PUNTO CERO-Comunas del País).
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