MALVINAS ARGENTINAS, Enero 16, (PUNTO CERO-Aquí la Noticia) Llegar a la puerta de la empresa Dana Spicer (ex Eaton) es encontrarse con una versión bastante “mejorada” de un reclamo en fábrica. Además denuncian la inacción del gremio que los nuclea, SMATA, y detallan las denuncias realizadas por ellos ante la empresa sobre la peligrosidad de la falta de mantenimiento de las herramientas de trabajo.
Había carpas, había cubiertas y había una gran cantidad de trabajadores en la puerta del predio, pero todo estaba limpio, ordenado y organizado.
A un costado el lugar donde se realiza el fuego en la improvisada cocina. En varios lugares del frente de la fábrica expresaron sus reclamos, pero también las adhesiones (como Universidades de la región, entidades intermedias) y el apoyo de los Municipios (como le detallaron los trabajadores a este medio).
Algunos de los trabajadores distribuyen folletos explicando su situación a vecinos y ocasionales transeúntes sobre la banquina de la Ruta 8. La empresa está ubicada en el kilómetro 36.500 de esa ruta, desde donde se escuchan los bocinazos de adhesión de los camioneros, colectiveros y demás automovilistas que con gestos aluden a la “fuerza” para la lucha emprendida.
La protesta allí ya tiene más de una semana y detonó por los más de 60 despidos con que Dana Spicer comenzó el año (y que podrían seguir sumándose) ante los oídos sordos –hasta el momento- de los directivos de la compañía Internacional y la omisión –sospechosa- de los principales popes del SMATA del gremio que los nuclea.
AQUÍ La Noticia fue recibido con total cordialidad por los trabajadores, quienes se mostraron ávidos de informar su situación, intentando esclarecer que la situación actual tiene otros orígenes y deslizando la sugestiva ausencia de los gremios.
Frente al grabador del cronista, denunciaron que este año la empresa dio vacaciones en diciembre, cuando el gremio siempre las otorga simultáneamente en enero, por lo que los trabajadores creen que la situación fue premeditada para que la protesta tenga mayor dificultad al no encontrar eco de los trabajadores de otras empresas y la feria judicial para cualquier reclamo.
Manuel Mora y Juan Vega (Delegado de Comisión Interna, uno de los despedidos), fueron quienes se prestaron al diálogo con este medio rodeados de sus compañeros.
Pero la historia habría comenzado, como lo señala Vega, con una denuncia que “fue hace unos tres meses atrás. Ese fue uno de los problemas que se sumó a los reclamos salariales que la empresa tuvo que acceder al pedido de los trabajadores por decisiones en las asambleas que se realizaron acá, junto con los reclamos de mejores condiciones laborales, mejoras salariales, accidentes que se venían dando dentro de planta y que no son reconocidos por la ART donde la empresa no se hacía responsable. Incluso hay compañeros bajo tratamiento médico, enfermos, que han sido despedidos”.
Por su parte, Mora explicó que “los compañeros, en nombre nuestro, habían hecho reclamos respecto de las condiciones de trabajo, salud y medio ambiente, y a partir de esas denuncias que se hicieron en la autoridad de aplicación la patronal tuvo que hacer modificaciones que no fueron las que correspondían y seguían las malas condiciones de salud, en el sentido que hay un mal funcionamiento de las extracciones. Estos reclamos trajeron aparejados que durante nuestras vacaciones se instalara este portón que tiene púas y demás, que no existía, además de poner alambrados sobre las paredes alrededor de la fábrica, cámaras por todos lados, y nos esperaron con los despidos el día sábado 5 de enero”.
En principio no nos sorprende esta medida de parte de la patronal –apunta ahora Vega- porque ya, dentro de planta, venía pasando una persecución constante de toda la seguridad que está contratada por la empresa”.
Según los trabajadores, las denuncias y los reclamos habían sido hechos ante “Ariel Sotti, que es el jefe general de Higiene y Seguridad de la planta y Leonardo Lanz”.
SMATA BIEN LEJOS
Hasta el día de la entrevista, el sábado 12 de enero, según los trabajadores no se había hecho presente en el lugar ni empresarios de Dana ni funcionarios del Ministerio de Trabajo. “El gremio –SMATA- hasta el momento y ante los trabajadores no se ha hecho presente”, señalaron.
Allí hay otro conflicto, porque “estamos suspendidos gremialmente, porque antes de que la empresa tome la decisión de despedir a la Comisión, anteriormente fuimos suspendidos gremialmente y otro compañero ha sido expulsado gremialmente por el SMATA”.
Al ser consultados si los despidos fueron de acuerdo con los dirigentes del gremio, sostuvieron que “lo tenemos que entender en ese sentido porque realmente no vinieron… muchos de nosotros, que estamos acá, no fuimos despedidos, somos afiliados al SMATA y sin embargo, ante una situación de tamaña gravedad el Sindicato –y esto para que quede claro- los trabajadores no tienen que ir al sindicato a buscar una respuesta, sino que, por el convenio colectivo de trabajo la empresa, cada vez que tiene que despedir gente tiene que avisar al Sindicato para coordinar y charlar las medidas anteriores que se pueden tomar antes de un despido, más cuando hay una situación de un despido masivo”, advirtieron.
Además se quejaron del amplio operativo policial montado dentro de la fábrica, “hay entre 100 y 150 efectivos de la policía apostados desde el primer momento en que nosotros vinimos acá. Por eso decimos que no entendemos, porque no estamos cometiendo ningún delito, estamos haciendo un reclamo legítimo de índole gremial, por lo cual la autoridad policial no tiene por qué participar, no somos delincuentes, somos trabajadores”.
Contaminación
Los trabajadores también denunciaron que “hay compañeros que tienen problemas en la piel, de cáncer, hay vecinos que han hecho reclamos. Hace tiempo atrás hubo denuncias sobre la tierra que se utiliza acá, por lo que pudo ser clausurada la empresa, pero ya no se tira más esa tierra que antes era para las calles de José C. Paz con el permiso de no se quién, pero esa tierra es netamente perjudicial para el medio ambiente, hoy ya no se tira más”.
Y detallan que “por ahí la gente se confunde porque ve tierra para relleno, pero es arena mezclada por mentonita, con carbón, todo recocinado, donde se genera una partículas muy finas, un polvo, como pequeños vidrios que cuando uno los inspira entran en los pulmones y como los anticuerpos del organismo humano no lo pueden disolver se enquistan en cada punto en que se apoya en el pulmón, el pulmón los recubre y forma quiste, y se va cerrando el pulmón, es la misma enfermedad de los mineros”.
“Concientes de esa situación planteamos que hay medidas para mejorar esa situación –sostienen-, la empresa no hace las inversiones correctas, plantea que tiene problemas, no quiere abrir los libros de ganancias para poder discutir la situación y ver si es viable, sabemos que hay tareas de mantenimiento y, no sabemos si lo conoce la totalidad de los gerentes de la empresa, pero hay gente que se queda con un vuelto y los filtros no se cambian a tiempo”, denuncian.
Entre el 80 y 85% de lo que se produce allí se exporta a Estados Unidos (los capitales son de allí), México, Brasil, Venezuela, Perú, son 738 trabajadores, con tercerizados incluidos.
Apostados en la puerta de la empresa, los trabajadores aseguran que seguirán con la protesta pacífica y esperan la intervención del Ministerio de Trabajo, donde hace varios días que ya hicieron la denuncia.
REPRESIÓN
A horas de la entrevista y al cierre de esta edición, los trabajadores hacen llegar a esta redacción un comunicado donde relatan los violentos hechos sucedidos el lunes 14 por la noche.
Siendo las 22,40 del lunes14, mientras algunos trabajadores de DANA en huelga preparaban la cena en el acampe frente a la entrada de la empresa, una patota mandada según parece por el sindicato SMATA de entre 60 a 70 hombres jóvenes, algunos con la camiseta de Chacarita, en una arremetida golpearon a los presentes, rompieron coches estacionados y quemaron otros, se robaron todos los elementos de valor, un televisor, los bolsos de los compañeros con sus documentos, dinero y hasta la olla en que se estaba cocinando”, denuncian los huelguistas.
Además detallan que “con saña brutal golpearon a Manuel Mora, trabador de una tercerizada y destacado militante sindical señalándolo en forma especial con ordenes “a ese, a ese” que terminó con cortes y traumatismos internado en el Polo Sanitario y quedando, además, varios compañeros contusos”.
Los violentos habrían llegado “con organización militar en un colectivo, combis y varios coches, en momentos que, oh casualidad, no estaban los varios patrullaros que hay en las inmediaciones siempre desde que se instaló el conflicto”, denuncian en su comunicado los trabajadores.
Luego de “casi dos horas del hecho, se presentó un jefe de policía que dice estar a cargo del operativo de “seguridad” minimizando el hecho y queriendo llevarse los elementos de prueba, impidiéndoselo la asamblea que exigió que venga un fiscal”.
Había carpas, había cubiertas y había una gran cantidad de trabajadores en la puerta del predio, pero todo estaba limpio, ordenado y organizado.
A un costado el lugar donde se realiza el fuego en la improvisada cocina. En varios lugares del frente de la fábrica expresaron sus reclamos, pero también las adhesiones (como Universidades de la región, entidades intermedias) y el apoyo de los Municipios (como le detallaron los trabajadores a este medio).
Algunos de los trabajadores distribuyen folletos explicando su situación a vecinos y ocasionales transeúntes sobre la banquina de la Ruta 8. La empresa está ubicada en el kilómetro 36.500 de esa ruta, desde donde se escuchan los bocinazos de adhesión de los camioneros, colectiveros y demás automovilistas que con gestos aluden a la “fuerza” para la lucha emprendida.
La protesta allí ya tiene más de una semana y detonó por los más de 60 despidos con que Dana Spicer comenzó el año (y que podrían seguir sumándose) ante los oídos sordos –hasta el momento- de los directivos de la compañía Internacional y la omisión –sospechosa- de los principales popes del SMATA del gremio que los nuclea.
AQUÍ La Noticia fue recibido con total cordialidad por los trabajadores, quienes se mostraron ávidos de informar su situación, intentando esclarecer que la situación actual tiene otros orígenes y deslizando la sugestiva ausencia de los gremios.
Frente al grabador del cronista, denunciaron que este año la empresa dio vacaciones en diciembre, cuando el gremio siempre las otorga simultáneamente en enero, por lo que los trabajadores creen que la situación fue premeditada para que la protesta tenga mayor dificultad al no encontrar eco de los trabajadores de otras empresas y la feria judicial para cualquier reclamo.
Manuel Mora y Juan Vega (Delegado de Comisión Interna, uno de los despedidos), fueron quienes se prestaron al diálogo con este medio rodeados de sus compañeros.
Pero la historia habría comenzado, como lo señala Vega, con una denuncia que “fue hace unos tres meses atrás. Ese fue uno de los problemas que se sumó a los reclamos salariales que la empresa tuvo que acceder al pedido de los trabajadores por decisiones en las asambleas que se realizaron acá, junto con los reclamos de mejores condiciones laborales, mejoras salariales, accidentes que se venían dando dentro de planta y que no son reconocidos por la ART donde la empresa no se hacía responsable. Incluso hay compañeros bajo tratamiento médico, enfermos, que han sido despedidos”.
Por su parte, Mora explicó que “los compañeros, en nombre nuestro, habían hecho reclamos respecto de las condiciones de trabajo, salud y medio ambiente, y a partir de esas denuncias que se hicieron en la autoridad de aplicación la patronal tuvo que hacer modificaciones que no fueron las que correspondían y seguían las malas condiciones de salud, en el sentido que hay un mal funcionamiento de las extracciones. Estos reclamos trajeron aparejados que durante nuestras vacaciones se instalara este portón que tiene púas y demás, que no existía, además de poner alambrados sobre las paredes alrededor de la fábrica, cámaras por todos lados, y nos esperaron con los despidos el día sábado 5 de enero”.
En principio no nos sorprende esta medida de parte de la patronal –apunta ahora Vega- porque ya, dentro de planta, venía pasando una persecución constante de toda la seguridad que está contratada por la empresa”.
Según los trabajadores, las denuncias y los reclamos habían sido hechos ante “Ariel Sotti, que es el jefe general de Higiene y Seguridad de la planta y Leonardo Lanz”.
SMATA BIEN LEJOS
Hasta el día de la entrevista, el sábado 12 de enero, según los trabajadores no se había hecho presente en el lugar ni empresarios de Dana ni funcionarios del Ministerio de Trabajo. “El gremio –SMATA- hasta el momento y ante los trabajadores no se ha hecho presente”, señalaron.
Allí hay otro conflicto, porque “estamos suspendidos gremialmente, porque antes de que la empresa tome la decisión de despedir a la Comisión, anteriormente fuimos suspendidos gremialmente y otro compañero ha sido expulsado gremialmente por el SMATA”.
Al ser consultados si los despidos fueron de acuerdo con los dirigentes del gremio, sostuvieron que “lo tenemos que entender en ese sentido porque realmente no vinieron… muchos de nosotros, que estamos acá, no fuimos despedidos, somos afiliados al SMATA y sin embargo, ante una situación de tamaña gravedad el Sindicato –y esto para que quede claro- los trabajadores no tienen que ir al sindicato a buscar una respuesta, sino que, por el convenio colectivo de trabajo la empresa, cada vez que tiene que despedir gente tiene que avisar al Sindicato para coordinar y charlar las medidas anteriores que se pueden tomar antes de un despido, más cuando hay una situación de un despido masivo”, advirtieron.
Además se quejaron del amplio operativo policial montado dentro de la fábrica, “hay entre 100 y 150 efectivos de la policía apostados desde el primer momento en que nosotros vinimos acá. Por eso decimos que no entendemos, porque no estamos cometiendo ningún delito, estamos haciendo un reclamo legítimo de índole gremial, por lo cual la autoridad policial no tiene por qué participar, no somos delincuentes, somos trabajadores”.
Contaminación
Los trabajadores también denunciaron que “hay compañeros que tienen problemas en la piel, de cáncer, hay vecinos que han hecho reclamos. Hace tiempo atrás hubo denuncias sobre la tierra que se utiliza acá, por lo que pudo ser clausurada la empresa, pero ya no se tira más esa tierra que antes era para las calles de José C. Paz con el permiso de no se quién, pero esa tierra es netamente perjudicial para el medio ambiente, hoy ya no se tira más”.
Y detallan que “por ahí la gente se confunde porque ve tierra para relleno, pero es arena mezclada por mentonita, con carbón, todo recocinado, donde se genera una partículas muy finas, un polvo, como pequeños vidrios que cuando uno los inspira entran en los pulmones y como los anticuerpos del organismo humano no lo pueden disolver se enquistan en cada punto en que se apoya en el pulmón, el pulmón los recubre y forma quiste, y se va cerrando el pulmón, es la misma enfermedad de los mineros”.
“Concientes de esa situación planteamos que hay medidas para mejorar esa situación –sostienen-, la empresa no hace las inversiones correctas, plantea que tiene problemas, no quiere abrir los libros de ganancias para poder discutir la situación y ver si es viable, sabemos que hay tareas de mantenimiento y, no sabemos si lo conoce la totalidad de los gerentes de la empresa, pero hay gente que se queda con un vuelto y los filtros no se cambian a tiempo”, denuncian.
Entre el 80 y 85% de lo que se produce allí se exporta a Estados Unidos (los capitales son de allí), México, Brasil, Venezuela, Perú, son 738 trabajadores, con tercerizados incluidos.
Apostados en la puerta de la empresa, los trabajadores aseguran que seguirán con la protesta pacífica y esperan la intervención del Ministerio de Trabajo, donde hace varios días que ya hicieron la denuncia.
REPRESIÓN
A horas de la entrevista y al cierre de esta edición, los trabajadores hacen llegar a esta redacción un comunicado donde relatan los violentos hechos sucedidos el lunes 14 por la noche.
Siendo las 22,40 del lunes14, mientras algunos trabajadores de DANA en huelga preparaban la cena en el acampe frente a la entrada de la empresa, una patota mandada según parece por el sindicato SMATA de entre 60 a 70 hombres jóvenes, algunos con la camiseta de Chacarita, en una arremetida golpearon a los presentes, rompieron coches estacionados y quemaron otros, se robaron todos los elementos de valor, un televisor, los bolsos de los compañeros con sus documentos, dinero y hasta la olla en que se estaba cocinando”, denuncian los huelguistas.
Además detallan que “con saña brutal golpearon a Manuel Mora, trabador de una tercerizada y destacado militante sindical señalándolo en forma especial con ordenes “a ese, a ese” que terminó con cortes y traumatismos internado en el Polo Sanitario y quedando, además, varios compañeros contusos”.
Los violentos habrían llegado “con organización militar en un colectivo, combis y varios coches, en momentos que, oh casualidad, no estaban los varios patrullaros que hay en las inmediaciones siempre desde que se instaló el conflicto”, denuncian en su comunicado los trabajadores.
Luego de “casi dos horas del hecho, se presentó un jefe de policía que dice estar a cargo del operativo de “seguridad” minimizando el hecho y queriendo llevarse los elementos de prueba, impidiéndoselo la asamblea que exigió que venga un fiscal”.
Finalmente “a los 10 minutos apareció una fiscal que no quería identificarse, quien quiso minimizar la cosa, los presentes exigieron que se preserve las pruebas a lo que tubo que venir la policía científica”, para luego “la fiscal con la policía presente y sin testigos de parte se dirigió a la planta para incautar las cintas de la seguridad de la empresa que tiene cámaras en toda la zona”.“El SMATA tiene antecedentes”, advierten los trabajadores de Dana, sobre el gremio que conduce el sindicalista José Rodríguez. (PUNTO CERO-Aquí la Noticia).
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