Durante la visita del ministro de Educación provincial, Mario Oporto, el intendente Humberto Zúccaro aprovechó su discurso de bienvenida para “retar” públicamente a los medios de prensa que difundieron la situación por la que atraviesa la Escuela 13 de Villa Rosa, cuya oficina de dirección funciona en un baño. Pese a la trascendencia nacional que tomó la noticia, para el intendente fue publicada para “castigar” su gestión.
Abandonando de a poco el estilo abierto que cultivó durante los primeros cinco años de gestión, el intendente volvió a mostrar su lado más crítico con la prensa, esta vez durante un discurso en un acto oficial, del que se retiró sin dar entrevistas.
La molestia del mandatario, esta vez, se originó por la difusión de la noticia que reflejaba la precaria situación por la que atraviesa la Escuela 13 de Villa Rosa, cuya oficina de dirección del nivel secundario funciona en un baño desde hace tres años debido a la demora en las obras de ampliación.
Matar al mensajero Recogiendo el guante de una pelea que nunca lo tuvo en el centro de la escena, teniendo en cuenta que las obras están a cargo del gobierno de la Provincia de Buenos Aires, y en su defecto, la supervisión de las mismas en manos de los consejeros escolares, el jefe comunal interpretó la información como una herramienta para “castigar” su gestión.
Dirigiendo la mirada directamente al sector donde se acomodó la prensa, Zúccaro disparó contra “aquellos medios de prensa a los cuales me voy a dirigir, que toman esta actitud para castigar a cualquier gestión de un intendente y colocar una escuela pública como representación para que aparezca en un medio nacional”. Y completó su descargo asegurando que “les debería dar vergüenza vivir en el distrito donde viven”.
Pese a que la precaria situación de la escuela 13 fue replicada en medios nacionales, ajenos a las disputas políticas que pueden tener lugar en el distrito, el intendente -desestimando el valor periodístico y de interés público de la información- insistió en responsabilizar a “aquellos pseudo progresistas que creen que apareciéndose en los medios se van a ganar una elección o van a tener mayor participación de la gente”, a quienes acusó de “castigar a cualquier escuela pública”, y llamó a que “no los consideremos”.
Esgrimiéndose como un defensor de la escuela pública, Zúccaro reforzó su discurso felicitando a “la Jefa Distrital y a todos los consejeros escolares el compromiso que tienen con la educación”.
“Yo quiero defender profundamente la escuela pública”, afirmó y reconoció que “en cada distrito el intendente tendrá que poner la otra mejilla, como representante tiene que hacerse partícipe de los déficit que tiene la educación”.
Con una notable disminución de sus apariciones públicas y un hermetismo hasta entonces no profesado, mechado con enojos ocasionales, el intendente dio un giro en su relación con la prensa que cultivó hasta el primer año de su segunda gestión.
jueves, octubre 29, 2009
Pilar: Estados alterados: Zúccaro, cada vez más enojado con la prensa
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