Se realizó un encuentro de reflexión sobre la labor de los pasantes de la UNGS en el Presupuesto Participativo de San Miguel. La reunión tuvo lugar en el Campus Universitario.
La vinculación con el vecino.
Un grupo de jóvenes reunidos en un aula del Campus de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) fueron convocados para contar sus experiencias. Ellos eran los pasantes que la universidad había proporcionado para trabajar en el Presupuesto Participativo de San Miguel por el período de dos años. Su ciclo llegaba a su fin, pero tenían mucho por contar y reflexionar.
Comentaba Fernando Santiago, Secretario General de la UNGS, que los estudiantes “desarrollaron el papel de promotores en los foros barriales que organiza el Presupuesto Participativo” y su incorporación al mismo “surge a partir de un convenio que la universidad firma con el municipio hace dos años”.
El Presupuesto Participativo en San Miguel, implica el desarrollo de proyectos de inversión en los barrios a través de iniciativas generadas por los mismos vecinos a través de la conformación de foros. En este caso, “el papel de los pasantes era sintetizar las demandas y terminar de asesorar para armar los proyectos con lo que los vecinos elevaban al municipio para que esas obras se desarrollen en los barrios”, aseguraba Santiago. También explicaba que “hubo dos convocatorias. En la primera el Municipio había solicitado 50 pasantes y en la segunda fueron 30. Luego de la convocatoria del municipio, la universidad hizo una convocatoria abierta donde los estudiantes se inscriben, la universidad eleva un listado al municipio y éste determina quiénes van a ser seleccionados”, por lo cual “estuvieron involucradas casi todas las carreras de la universidad y prácticamente todos los inscriptos terminaron participando”, manifestaba el Secretario General.
Los pasantes trabajaron bajo la supervisión de Lorena Cáceres, Directora del Presupuesto Participativo a cargo del Subsecretario Fernando Inzaurraga. En la jornada contaron sus experiencias personales, entre lo que se destacó el poder llevar sus conocimientos a la realidad. La interacción con el vecino generó en los futuros profesionales un enriquecimiento que sólo la práctica en campo les puede dar. Afirmaba Luciano Heredia, uno de los pasantes, que “aprendimos muchísimo de los vecinos, charlando con ellos”. Fue un trabajo que vincula lo político y lo social, como decía Luciano, el Presupuesto Participativo es “una forma de resistencia a la globalización que nos imponen”. Una de las pasantes afirmaba que el trabajar cara a cara con los vecinos servía como práctica profesional, enriquecedora, y que “aunque somos pasantes, nosotros nos consideramos profesionales”, pero “no fuimos como los académicos, poniéndonos sobre el vecino”, sino que en la interacción existió un aprendizaje mutuo.
Tal es el trabajo realizado que Fernando Santiago aseguraba, “por un lado, el resultado que nos da la gente de la municipalidad que manifiesta un agradecimiento general a los estudiantes por el compromiso con el que se realizó la tarea, con profesionalismo, por otro lado, un resultado en términos de la formación de los estudiantes, creo que han sido capaces de reflexionar sobre el trabajo, pensar cuales fueron las debilidades, las potencialidades, cuál fue el papel que desarrollaron, ahí está el aprendizaje de cómo desarrollarse profesionalmente”.
De esta manera, el ciclo de los pasantes “originarios” o “pioneros” ha llegado a su fin. Seguramente, muchos de ellos seguirán trabajando desde lo social. Otros serán los que los suplanten en sus tareas del Presupuesto Participativo. Pero lo que es innegable es la impronta que han dejado en los vecinos, en sus directores y en sus propias vidas.
La vinculación con el vecino.
Un grupo de jóvenes reunidos en un aula del Campus de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) fueron convocados para contar sus experiencias. Ellos eran los pasantes que la universidad había proporcionado para trabajar en el Presupuesto Participativo de San Miguel por el período de dos años. Su ciclo llegaba a su fin, pero tenían mucho por contar y reflexionar.
Comentaba Fernando Santiago, Secretario General de la UNGS, que los estudiantes “desarrollaron el papel de promotores en los foros barriales que organiza el Presupuesto Participativo” y su incorporación al mismo “surge a partir de un convenio que la universidad firma con el municipio hace dos años”.
El Presupuesto Participativo en San Miguel, implica el desarrollo de proyectos de inversión en los barrios a través de iniciativas generadas por los mismos vecinos a través de la conformación de foros. En este caso, “el papel de los pasantes era sintetizar las demandas y terminar de asesorar para armar los proyectos con lo que los vecinos elevaban al municipio para que esas obras se desarrollen en los barrios”, aseguraba Santiago. También explicaba que “hubo dos convocatorias. En la primera el Municipio había solicitado 50 pasantes y en la segunda fueron 30. Luego de la convocatoria del municipio, la universidad hizo una convocatoria abierta donde los estudiantes se inscriben, la universidad eleva un listado al municipio y éste determina quiénes van a ser seleccionados”, por lo cual “estuvieron involucradas casi todas las carreras de la universidad y prácticamente todos los inscriptos terminaron participando”, manifestaba el Secretario General.
Los pasantes trabajaron bajo la supervisión de Lorena Cáceres, Directora del Presupuesto Participativo a cargo del Subsecretario Fernando Inzaurraga. En la jornada contaron sus experiencias personales, entre lo que se destacó el poder llevar sus conocimientos a la realidad. La interacción con el vecino generó en los futuros profesionales un enriquecimiento que sólo la práctica en campo les puede dar. Afirmaba Luciano Heredia, uno de los pasantes, que “aprendimos muchísimo de los vecinos, charlando con ellos”. Fue un trabajo que vincula lo político y lo social, como decía Luciano, el Presupuesto Participativo es “una forma de resistencia a la globalización que nos imponen”. Una de las pasantes afirmaba que el trabajar cara a cara con los vecinos servía como práctica profesional, enriquecedora, y que “aunque somos pasantes, nosotros nos consideramos profesionales”, pero “no fuimos como los académicos, poniéndonos sobre el vecino”, sino que en la interacción existió un aprendizaje mutuo.
Tal es el trabajo realizado que Fernando Santiago aseguraba, “por un lado, el resultado que nos da la gente de la municipalidad que manifiesta un agradecimiento general a los estudiantes por el compromiso con el que se realizó la tarea, con profesionalismo, por otro lado, un resultado en términos de la formación de los estudiantes, creo que han sido capaces de reflexionar sobre el trabajo, pensar cuales fueron las debilidades, las potencialidades, cuál fue el papel que desarrollaron, ahí está el aprendizaje de cómo desarrollarse profesionalmente”.
De esta manera, el ciclo de los pasantes “originarios” o “pioneros” ha llegado a su fin. Seguramente, muchos de ellos seguirán trabajando desde lo social. Otros serán los que los suplanten en sus tareas del Presupuesto Participativo. Pero lo que es innegable es la impronta que han dejado en los vecinos, en sus directores y en sus propias vidas.
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