El diputado negocia con el camionero una alianza para octubre. Moyano prometió fiscalizarle la eleccion, que temen tendrá un alto fraude. Qué le pidió a cambio y la alianza que tejen con De la Sota, Lavagna, Busti, Peralta y Das Neves. El veto a Macri.
Francisco de Narváez sabe que está ante la posibilidad de pelear un triunfo en la elección de octubre pero necesita fiscalizar en los siempre complicados colegios del conurbano bonaerense. Las dos incorporaciones que anunció el gobierno para las primarias encendieron las alarmas del bunker de Las Cañitas, los padrones de voto joven que sólo contendrán a los que se "inscriban" y el uso de un troquel en lugar del clásico sello en el DNI.
Por eso, por estas horas la prioridad para De Narváez es garantizarse una fiscalización fuerte, dispuesta a lidiar con un comicio que ya vaticinan que será "picante". Para lograrlo, le pidió ayuda a Hugo Moyano.
Antes de aceptar el camionero le pidió dos diputados nacionales y uno bonaerense.
Hasta ahora, desde el entorno de De Narváez comunicaron que no hay problema en apoyar la reelección de Omar Plaini como diputado nacional. El resto del pedido está en estudio y dependerá de como evoluciones las cada vez más complejas negociaciones que se están concentrando en torno a De Narváez a quien a medida que pasan los días el peronismo opositor -y Daniel Scioli- empiezan a ver como la carta fuerte para frenar el intento reeleccionista de Cristina Kirchner.
El pedido de Moyano es difícil de cumplir en toda su extensión, porque De Narváez tiene cuatro bancas por renovar (la propia, Gustavo Ferrari, Alfredo Atanasof y Natalia Gambaro).
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, que es por estas horas el gran articulador del peronismo opositor no se quedó atrás y también pidió un lugar en la lista de diputados nacionales del Colorado para Carlos Caserio, referente del peronismo cordobés.
Se suma a esto los eventuales pedidos que podría hacerle el Momo Venegas, que por estas horas está muy enfrentado con Moyano y acumula por su lado con el partido Fe, con el que dice estar dispuesto a ser candidato a presidente, pero que muchos creen terminará confluyendo con De Narváez. Lo escoltan algunos experimentados peronistas como el senador Alfredo “Tati” Meckievi.
Sin mencionar las eventuales incorporaciones de la agrupación sciolista La Juan Domingo y lo que le pidan los intendentes Jesús Cariglino, Gustavo Posse y Jorge Macri, a los que De Narváez piensa negociar de a uno, sacando del medio la marca PRO y sobre todo al propio Mauricio Macri.
Son demasiadas manos para la misma sopa. Pero la preocupación central hoy en el bunker de De Narváez no es la lista ni la campaña -que en los próximos días lanzará una nueva tanda de avisos televisivos en la línea de fuerte polarización de Ella o Vos-sino garantizar una fiscalización fuerte para frenar un eventual fraude.
Porque esta vez el empresario perdió a viejos tiburones de la política provincial como Osvaldo Mércuri y Alberto Roberti, que se llevaron en su pase al massismo decenas de punteros experimentados en esa faena. Le queda Alfredo Atanasoff, pero no alcanza.
La foto grandeLa charla entre De Narváez y Moyano es parte de un dispositivo más amplio, que está construyendo el peronismo opositor con la intención de armar, provincia por provincia, opciones electorales que les permitan soñar con un resultado electoral que entierre el sueño reeleccionista del kirchnerismo.
El principal operador y único presidenciable a la vista es el gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, quien además ofreció a De Narváez el paraguas de su "referencia nacional peronista" hasta que se defina el destino de Scioli. En la casa de la provincia de Córdoba suele liderar encuentros con De Narváez, Moyano y Roberto Lavagna, quien presenta a este grupo un costado delicado.
El ex ministro está a punto de cerrar su candidatura a senador por la Capital con Mauricio Macri. En esta mesa de peronistas opositores le están pidiendo que defina si es una jugada "a título personal" o forma parte de este armado.
Si es esto último, deberá evitar pronunciarse en favor de la candidatura presidencial de Macri algo que resisten en este espacio. Se lo dijo la mesa chica, pero también otros socios como Mario Das Neves, quien fue claro: “Yo me sumo si esto no se transforma en la arcilla peronista del PRO para la candidatura presidencial de Macri", advirtió.
Das Neves agregó incluso un comentario feroz: "Yo soy amigo de Macri pero esto es política, si él quiere sumarse al peronismo está bien pero al revés no. A lo sumo podrá ser ministro de nuestro gobierno", chicaneó.
En este esquema, Lavagna deberá optar entre vestirse de amarillo o ser en enlace entre el jefe de gobierno y los peronistas opositores en un acuerdo más amplio. Para esto último deberá repartir bancas.
Mientras tanto, ya comenzó el dispositivo de posicionamiento político del espacio que se tratará de presentar en sociedad como una secuencia de fotos que den la sensación de in crescendo hasta el cierre de listas. El próximo lunes sería el turno de la foto De la Sota, Moyano, Lavagna y acaso De Narváez.
Luego vendría el turno de sumar al gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta; al ex mandatario de Entre Ríos, Jorge Busti; el santafesino Osvaldo Salomón y se está tratando de incorporar al senador de La Pampa Carlos Verna.
El lunes llegará la primera foto de De la Sota, Moyano y Lavagna, a la que se sumaría un “emisario” de De Narváez.
Daniel Scioli no se hará ver pero sí lo harán los legisladores de “La Juan Domingo”, los legisladores del PJ bonaerense alejados del kirchnerismo. (La Política OnLine).
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