La moneda es instrumento de pago en las transacciones y es reserva de valor para el ahorro. Si cambia el precio de los bienes, el valor de la moneda se ajusta automáticamente. Las causas del cambio en los precios son innumerables, desde el clima y la tecnología, hasta el aumento del gasto y la emisión monetaria por los Gobiernos.
Argentina tiene moneda para las transacciones, pero que no sirve como reserva de valor, razón por la que los argentinos que pueden, ahorran en dólares y los otros ni ahorran ni salen de la pobreza. Mientras sigan en el Gobierno políticos populistas, dilapidadores y corruptos, seguirá la fuga de capitales, estimada en el equivalente del PBI de un año (cerca de 450 mil millones de dólares), si a las inversiones en el exterior se añaden los dólares en “los colchones” (¿los argentinos son los mayores tenedores mundiales?) y la fuga del peso con compras innecesarias de bienes, como defensa anti-inflacionaria.
La carencia de moneda de ahorro es la causa directa de la caída de la inversión en los sectores productivos de la economía, en los servicios que requiere la población, en la vivienda social, en el mejoramiento de los salarios y en la educación. Es una catástrofe nacional, más destructora que las sequías, las grandes inundaciones o los avatares de la economía internacional, porque el país carece de recursos para recuperarse. Hay que terminar con la catástrofe, adoptando el mecanismo que recree el ahorro en moneda nacional.
Chile, con problemas análogos a los argentinos creó en 1967 (Gobierno de Frei) la Unidad de Fomento, cuenta indexada por el Índice de Precios al Consumidor, de ajuste continuo, adopción voluntaria por la población y creación de cuentas de ahorro bancarias ajustables por la UF. El mecanismo sigue creciendo, aumentando el ahorro, la inversión, la construcción de vivienda social, la actualización y mejora no conflictiva de los salarios, la caída de la inflación al 2% anual, la bancarización, la disminución de los impuestos, de la tasa de interés, etc. El libro “La moneda Virtual”, de los Dres. Guillermo Laura y Ergasto Riva, es un amplio estudio del caso chileno, que deberían leerlo todos los argentinos preocupados por el tema.
Lo que no es racional, es presumir que Argentina pueda sacar de la pobreza a la población sin ahorro interno y continuando con gobiernos dilapidadores y corruptos.
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