Las piezas de código tienen problemas de rastreo en los smartphones y tablets, una de las desventajas que han impulsado el cambio. Los gigantes de Silicon Valley están posicionados para averiguar mucho más sobre las actividades de los usuarios en línea que las cookies.
El fin podría estar cerca para las cookies, las diminutas piezas de código que los anunciantes colocan en los navegadores para rastrear los movimientos en Internet de la gente, mostrar publicidad personalizada y acumular valiosos perfiles de usuario.
Durante el último mes, Microsoft, Google y Facebook indicaron que están desarrollando sistemas para conectarse y controlar este flujo de datos en formas que esquivarían a las más de mil empresas de software que colocan cookies en sitios web.
Estas iniciativas podrían alterar notablemente el equilibrio de poder en la industria de la publicidad digital, que mueve más de US$ 120.000 millones.
"Se está gestando una batalla sin cuartel", afirmó Scott Meyer, presidente ejecutivo de Evidon Inc., una empresa que ayuda a las compañías a hacer un seguimiento de las cookies en sus sitios web.
"Quien controle el acceso a esos datos podría cobrar un alquiler por eso, y contaría con una enorme ventaja de cara al futuro", añadió.
Los gigantes de Silicon Valley, que producen navegadores, servicios de e-mail y sistemas operativos usados por miles de millones de personas en distintos aparatos, están posicionados para averiguar mucho más sobre las actividades de los usuarios en línea que las cookies.
Actualmente, un ecosistema diverso de empresas coloca cookies en sitios web para rastrear a la gente a través de los navegadores.
Problemas con las nuevas tecnologías
La rápida adopción de aparatos móviles por parte de los consumidores está impulsando estos cambios en la industria.
Las cookies permiten a los anunciantes acceder a las audiencias digitales, pero el rastro se detiene en los smartphones y las tabletas, debido a que las cookies no funcionan bien en esos dispositivos.
Los anunciantes están ansiosos por conseguir más datos sobre cómo se comportan los consumidores en el mundo móvil, como por ejemplo qué trabajadores serían más propensos a navegar por eBay en su hora del almuerzo.
Microsoft podría usar su acceso a los consumidores para gestionar el envío de publicidad a la gente o vender datos sobre los usuarios como parte de categorías demográficas, como por ejemplo ávidos jugadores de videojuegos de menos de 40 años que también usan aplicaciones de deportes.
Este año, Apple Inc. también comenzó a ofrecerles a los anunciantes la posibilidad de rastrear y dirigirse a usuarios específicos a través de una identificación única en teléfonos inteligentes y tabletas.
Los planes de Google también incluyen utilizar una identificación única, pero el rastreo podría tener un amplio alcance. El sistema de Google podría relacionar datos sobre usuarios en todos los productos de la empresa: Gmail, el navegador Chrome, los teléfonos Android, etc.
Para la industria publicitaria resulta atractivo dejar atrás las cookies, una tecnología con serias limitaciones. Los identificadores únicos podrían ayudar a las empresas a seguir a los usuarios en distintos dispositivos y podrían extraer más información, incluida la identidad de las personas.
Algunos defensores de la privacidad advierten que las funciones de híper-identificación darían pie a una publicidad aún más invasiva.
A pesar de sus limitaciones, las cookies no desaparecerán pronto, sentenció Zach Coelius, presidente ejecutivo de Triggit Inc., firma de publicidad online: "No es trivial -dijo- reemplazar una pieza de tecnología subyacente de la que depende toda la web". (Empresas News).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario