Los múltiples reclamos de los pasajeros de la línea 57 llegaron al Congreso de la Nación para que se le exija a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) que regule y controle el funcionamiento del servicio.
Tras las presentaciones locales en el ente de control y el Ministerio del Interior y Transporte, las quejas están en manos de la presidente de la Comisión de Transporte de la Cámara Baja, María Eugenia Zamarreño.
La diputada del Frente para la Victoria (FpV), pedirá a través de un proyecto, que la CNRT exija que el servicio prestado por la empresa Atlántida sea el adecuado.
La legisladora prometió a los pilarenses, realizar la presentación lo antes posible, incluso no se descarta que pueda en persona sentarse con los funcionarios del ente de control y exigirles que tomen cartas en el asunto.
Según los usuarios, el costo del pasaje, 21,50 pesos con SUBE y 40 pesos con monedas, no es acorde a las condiciones en las que se viaja en la línea que ofrece un servicio diferencial, que no funciona como tal.
Esto, sumado al deterioro de los colectivos y la poca frecuencia con la que opera el servicio, son las protestas más recurrentes.
La línea que une Pilar con Plaza Italia en el barrio porteño de Palermo, suma reclamos desde hace varios años, sin tener respuesta por parte de la empresa. A mediados de mayo último, una presentación del presidente de la Comisión de Transporte del Honorable Concejo Deliberante, Fabio Gómez, llegó hasta el Ministerio encabezado por Florencio Randazzo.
Luego de aquella comunicación que solicitaba acciones por parte de la CNRT sobre la línea que depende directamente de Nación, Gómez contó que se acordaron audiencias con los responsables de la empresa. Pero el mismo edil, remarcó que estas fueron suspendidas a último momento por los empresarios y aún no se llevaron a cabo.
Denuncias
Las reiteradas quejas por las falencias en el servicio, son expresadas por los pasajeros, no solo durante los viajes y la espera, sino también en las redes sociales.
A principios de este año los pasajeros armaron páginas en Facebook, en las que suben las fotos en las que se ve cómo mucha gente debe viajar hacinada y parada, en un servicio que se cobra a un precio muy alto y que solo debería subir tantas personas, como asientos posee cada colectivo.
Las imágenes tomadas con celulares, muestran personas paradas en los angostos pasillos de los micros, otros que recorren los más de 50 kilómetros entre Palermo y Pilar sentados en el piso y hasta en las escalinatas del colectivo. (Pilar a Diario).
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