La competitividad frente a la divisa es un 50% menor respecto al valor que tenía cuando la presidenta asumió en 2007.
“No hablen de atraso cambiario porque joden a la gente”. Axel Kicillof salió hoy a cruzar a los empresarios que durante una cumbre en Córdoba denunciaron que el retraso en el dólar es del 35%. “Que el club de los devaluadores no mienta más con el atraso cambiario del 35 por ciento”, sentenció el ministro de Economía.
El funcionario ninguneó así lo que vienen advirtiendo los economistas: la tasa de devaluación se ubica sistemáticamente por debajo de la inflación, deteriorando la competitividad de las exportaciones. El problema es que el escenario se agudiza en el marco de la “guerra de monedas” en la que entraron los países vecinos, ante la próxima suba de tasas de la FED.
Lo cierto es que por esta dinámica Cristina dejará el gobierno con un tipo de cambio un 50% más bajo del nivel en que lo recibió en el 2007, al iniciar su primer mandato, la marca más baja en diez años.
De acuerdo a un informe elaborado por Actividad, Moneda y Finanzas (AMF), si se ajusta el valor del dólar de ese entonces por los precios que tiene actualmente la economía, equivaldría a una divisa de $17,89.
“De persistir los niveles actuales, el tipo de cambio oficial promediará en 2015 un nivel cercano a $ 9,25 (expresado en moneda del mes en curso), representado una significativa reducción frente a estándares de la segunda mitad de la década pasada”, puntualiza el trabajo.
“Si tomáramos los promedios anuales de las paridades cambiarias en valores constantes de julio de 2015, se advertirá que en 2006 se ubicó en las inmediaciones de $ 20 por dólar, un guarismo que en la actualidad resulta inimaginable aún para aquellas cotizaciones más aventuradas”, sentencia el reporte.
“De esta forma, se arribó a las elecciones presidenciales de 2007 con un tipo de cambio que promedió en el año los $17,89 por dólar. No resulta extraño imaginar que en aquellos tiempos no se hablara de devaluación considerando la holgura de las cuentas externas (la Cuenta Corriente cambiaria había bordeado un superávit de U$S 13.000 millones con un virtual equilibrio de la Cuenta Capital y Financiera)”, explica el documento.
Sin embargo, esa holgura prácticamente había desaparecido cuatro años después, cuando Cristina fue reelecta. “El tipo de cambio se había reducido a una media anual de $11,60 por dólar y la Cuenta Corriente había arrojado un excedente equivalente a un tercio del registrado 4 años atrás, en tanto que la Cuenta Capital y Financiera se había tornado deficitaria (U$S 10.505 millones)”, describe AMF.
Para la consultora, lo que sucedió es que “si bien los excedentes comerciales se habían mantenido relativamente invariables, la acentuada dolarización de carteras catalizó las expectativas de una corrección cambiaria post electoral”.
Respecto a ese año, el tipo de cambio es un 20% más bajo, según los cálculos de AMF. “El tipo de cambio actual es 48,2% más reducido que el de 2007 y un 20,2% más bajo que el que provocó escozor en 2011”.
En tanto, “el dólar se ha revalorizado tomando como parámetro su paridad con el Euro, un 14% frente a los niveles de 2007 y un 27% más elevado que en 2011”, lo que para AMF demuestra que el peso se apreció por cuestiones internas, no por un reflejo de un dólar más débil.
Según el trabajo, la paridad cambiaria durante el segundo mandato de cristina osciló en torno a los $10 por dólar en valores actuales, un valor que podrá mantenerse “sólo con férreos controles como los vigentes en la actualidad”. (La Política OnLine).
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