MAR DEL PLATA, Octubre 29, (PUNTO CERO-La Capital) Fue contundente el triunfo de Acción Marplatense (AM) en las elecciones para intendente y concejales celebradas ayer en General Pueyrredon, que de la mano del voto popular lleva por primera vez a una fuerza local y a su creador Gustavo Pulti, al sitial más alto en la consideración de marplatenses y batanenses.
El intendente electo administrará el distrito hasta 2011 con la promesa de imprimirle un sello más austero en la utilización de los recursos públicos y de recuperar para la ciudad el brillo que empezó a perder hace dos años, cuando la gestión de Daniel Katz hizo agua por errores propios y por un notorio abandono en la atención de los servicios básicos y de las necesidades de los barrios.
En cifras proyectadas a partir de datos proporcionados por los comandos electorales de las principales fuerzas que compitieron en el plano local, Pulti se impuso con alrededor de 34 a 35% de los votos contra 24% de Sergio Fares, el discutido candidato del actual intendente Katz, que no pudo aprovechar el fuerte arrastre que le dio a toda la boleta del Frente para la Victoria (FpV) el voto a Daniel Scioli, gobernador electo de la provincia. En tercer lugar se ubicó Vilma Baragiola al frente de la boleta de la UCR, con 14% de los votos y cuarto quedó Carlos Balmaceda, de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, con algo más del 11% de los sufragios.
Estas cuatro fuerzas son las que se repartirán en definitiva la docena de bancas de concejales que estaban en disputa: 5 para AM, 3 para el FpV, 2 para la UCR y 2 para la CC. Cerca del piso del 8,33% necesario para entrar en el reparto de bancas quedó Fernando Arroyo, candidato del Paufe, la fuerza bonaerense liderada por Luis Patti. Arroyo, quien tuvo que repartir las boletas en cada una de las mesas porque el Correo no se las aceptó, logró superar el 7,5% de las preferencias y aunque -al cierre de esta edición- no llegaba a ingresar concejales, lideró claramente el pelotón de candidatos por debajo de las cuatro fuerzas principales.
La victoria de Pulti al frente de la boleta de AM terminó con tres administraciones sucesivas de la UCR en Mar del Plata, doce años en total repartidos entre Elio Aprile y Katz. Este último protagonizó en el tramo final de su mandato un controversial "salto" a las filas del kirchnerismo que terminó por desangrarlo y le abrió las puertas a la dura derrota consumada en la jornada de ayer: a contramano de la realidad, Katz ungió candidato a Fares, un hombre de su confianza pero desconocido para la población, generando el disgusto de la militancia kirchnerista (que debió sacrificar a tres precandidatos propios) y de su propio partido, el radicalismo, que lo abandonó en masa y concurrió con boleta propia al comicio. Poco le pudo aportar a esta aventura de Katz la alianza con el justicialismo histórico de la ciudad liderado por Juan Garivoto, la otra fuerza que quedó ayer como segunda gran derrotada de la jornada ya que se quedó, por primera vez desde 1983, sin representantes propios en el Concejo Deliberante.
A las 22.15 de anoche Katz reconoció la derrota de su candidato Fares y el triunfo de Pulti, cuando -dijo, aún sin números oficiales confirmados- que "la tendencia es irreversible", y de inmediato se trasladó hasta el comando de AM para saludar al vencedor. Apenas minutos antes Pulti, eufórico pero con un mensaje sereno, anunciaba que había ganado la elección, agradecía a la población ("los que nos votaron y los que no", dijo) y reiteraba que "no hay que esperar milagros sino mucho trabajo".
En el tercer intento
Pulti fue dos veces antes de ahora candidato a intendente y perdió. En 1999 fue segundo de Aprile con 15,7% de los votos y en 2003, cuando Katz ganó la intendencia, quedó tercero detrás del Frente para la Victoria con un porcentaje similar al de cuatro años antes, casi 16% de los sufragios. Ayer más que duplicó esos guarismos al trepar hasta alrededor de 35%, lo que significa que AM superó largamente la barrera de los 100 mil votos según las proyecciones partidarias con que se vio obligada a manejarse la prensa ante la ausencia absoluta de cifras oficiales.
También con Pulti a la cabeza, en 2001 la boleta solitaria de AM había obtenido el triunfo con 29,5% de los votos, pero esa vez se trató de una elección de renovación de concejales, no se eligió intendente.
En la elección de ayer AM volvió a presentarse en el cuarto oscuro con boleta única con candidatos locales, pero durante la campaña promoviendo el corte de boleta Pulti no ocultó su preferencia por Scioli, invitando a sus seguidores a votar a los candidatos kirchneristas en los segmentos nacional y provincial.
Pero el triunfo claro de AM no se debió solamente a ese puente tendido hacia Scioli, con quien tiene llegada directa. Aunque el análisis definitivo recién se podrá redondear cuando desde la sede del escrutinio oficial en La Plata se den los números finales de la elección marplatense -pueden pasar algunos días e incluso semanas-, existen indicios de que Pulti también se benefició con una buena porción de los votantes que eligieron a Elisa Carrió para presidente (más del 30%), ya que el candidato local de esa fuerza, Balmaceda, solamente capturó uno de cada tres sufragios de "Lilita".
Quejas e inconvenientes
El comicio se cerró oficialmente a las 18, pero a esa hora en por lo menos la mitad de las mesas había gente esperando para votar. Más todavía, al caer se podían ver las colas de ciudadanos en la vereda de las escuelas y pasadas las 20.30, aún más tarde, se contaban por puñados las mesas de votación en las que había concluido el escrutinio.
La queja fue generalizada: hubo inconvenientes menores pero repetidos en casi todos los circuitos electorales en los que se divide el distrito, ya sea por falta de boletas de algunos partidos, por ausencia de autoridades de mesa o por fallas de organización en los lugares de votación.
Numerosos vecinos se quejaron durante el día por esas demoras y varios candidatos (Baragiola, Arroyo y otros) se hicieron eco y denunciaron las fallas.
Con todo, el punto negativo más saliente volvió a ser la ausencia de datos oficiales sobre el escrutinio local, un lunar que arrastra históricamente el proceso electoral desde 1983, ya que incomprensiblemente no se difunde el recuento de votos para intendente y concejales en los 134 partidos bonaerenses hasta que los datos son procesados por el comando electoral con sede en La Plata. Se dio así, una vez más, la paradoja de que el propio vencedor anunció su triunfo y enseguida la mayoría de los 16 candidatos restantes reconoció el resultado y fue a saludarlo, y todo eso sin ningún dato oficial, más que los que aportaron los fiscales partidarios.
El intendente electo administrará el distrito hasta 2011 con la promesa de imprimirle un sello más austero en la utilización de los recursos públicos y de recuperar para la ciudad el brillo que empezó a perder hace dos años, cuando la gestión de Daniel Katz hizo agua por errores propios y por un notorio abandono en la atención de los servicios básicos y de las necesidades de los barrios.
En cifras proyectadas a partir de datos proporcionados por los comandos electorales de las principales fuerzas que compitieron en el plano local, Pulti se impuso con alrededor de 34 a 35% de los votos contra 24% de Sergio Fares, el discutido candidato del actual intendente Katz, que no pudo aprovechar el fuerte arrastre que le dio a toda la boleta del Frente para la Victoria (FpV) el voto a Daniel Scioli, gobernador electo de la provincia. En tercer lugar se ubicó Vilma Baragiola al frente de la boleta de la UCR, con 14% de los votos y cuarto quedó Carlos Balmaceda, de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, con algo más del 11% de los sufragios.
Estas cuatro fuerzas son las que se repartirán en definitiva la docena de bancas de concejales que estaban en disputa: 5 para AM, 3 para el FpV, 2 para la UCR y 2 para la CC. Cerca del piso del 8,33% necesario para entrar en el reparto de bancas quedó Fernando Arroyo, candidato del Paufe, la fuerza bonaerense liderada por Luis Patti. Arroyo, quien tuvo que repartir las boletas en cada una de las mesas porque el Correo no se las aceptó, logró superar el 7,5% de las preferencias y aunque -al cierre de esta edición- no llegaba a ingresar concejales, lideró claramente el pelotón de candidatos por debajo de las cuatro fuerzas principales.
La victoria de Pulti al frente de la boleta de AM terminó con tres administraciones sucesivas de la UCR en Mar del Plata, doce años en total repartidos entre Elio Aprile y Katz. Este último protagonizó en el tramo final de su mandato un controversial "salto" a las filas del kirchnerismo que terminó por desangrarlo y le abrió las puertas a la dura derrota consumada en la jornada de ayer: a contramano de la realidad, Katz ungió candidato a Fares, un hombre de su confianza pero desconocido para la población, generando el disgusto de la militancia kirchnerista (que debió sacrificar a tres precandidatos propios) y de su propio partido, el radicalismo, que lo abandonó en masa y concurrió con boleta propia al comicio. Poco le pudo aportar a esta aventura de Katz la alianza con el justicialismo histórico de la ciudad liderado por Juan Garivoto, la otra fuerza que quedó ayer como segunda gran derrotada de la jornada ya que se quedó, por primera vez desde 1983, sin representantes propios en el Concejo Deliberante.
A las 22.15 de anoche Katz reconoció la derrota de su candidato Fares y el triunfo de Pulti, cuando -dijo, aún sin números oficiales confirmados- que "la tendencia es irreversible", y de inmediato se trasladó hasta el comando de AM para saludar al vencedor. Apenas minutos antes Pulti, eufórico pero con un mensaje sereno, anunciaba que había ganado la elección, agradecía a la población ("los que nos votaron y los que no", dijo) y reiteraba que "no hay que esperar milagros sino mucho trabajo".
En el tercer intento
Pulti fue dos veces antes de ahora candidato a intendente y perdió. En 1999 fue segundo de Aprile con 15,7% de los votos y en 2003, cuando Katz ganó la intendencia, quedó tercero detrás del Frente para la Victoria con un porcentaje similar al de cuatro años antes, casi 16% de los sufragios. Ayer más que duplicó esos guarismos al trepar hasta alrededor de 35%, lo que significa que AM superó largamente la barrera de los 100 mil votos según las proyecciones partidarias con que se vio obligada a manejarse la prensa ante la ausencia absoluta de cifras oficiales.
También con Pulti a la cabeza, en 2001 la boleta solitaria de AM había obtenido el triunfo con 29,5% de los votos, pero esa vez se trató de una elección de renovación de concejales, no se eligió intendente.
En la elección de ayer AM volvió a presentarse en el cuarto oscuro con boleta única con candidatos locales, pero durante la campaña promoviendo el corte de boleta Pulti no ocultó su preferencia por Scioli, invitando a sus seguidores a votar a los candidatos kirchneristas en los segmentos nacional y provincial.
Pero el triunfo claro de AM no se debió solamente a ese puente tendido hacia Scioli, con quien tiene llegada directa. Aunque el análisis definitivo recién se podrá redondear cuando desde la sede del escrutinio oficial en La Plata se den los números finales de la elección marplatense -pueden pasar algunos días e incluso semanas-, existen indicios de que Pulti también se benefició con una buena porción de los votantes que eligieron a Elisa Carrió para presidente (más del 30%), ya que el candidato local de esa fuerza, Balmaceda, solamente capturó uno de cada tres sufragios de "Lilita".
Quejas e inconvenientes
El comicio se cerró oficialmente a las 18, pero a esa hora en por lo menos la mitad de las mesas había gente esperando para votar. Más todavía, al caer se podían ver las colas de ciudadanos en la vereda de las escuelas y pasadas las 20.30, aún más tarde, se contaban por puñados las mesas de votación en las que había concluido el escrutinio.
La queja fue generalizada: hubo inconvenientes menores pero repetidos en casi todos los circuitos electorales en los que se divide el distrito, ya sea por falta de boletas de algunos partidos, por ausencia de autoridades de mesa o por fallas de organización en los lugares de votación.
Numerosos vecinos se quejaron durante el día por esas demoras y varios candidatos (Baragiola, Arroyo y otros) se hicieron eco y denunciaron las fallas.
Con todo, el punto negativo más saliente volvió a ser la ausencia de datos oficiales sobre el escrutinio local, un lunar que arrastra históricamente el proceso electoral desde 1983, ya que incomprensiblemente no se difunde el recuento de votos para intendente y concejales en los 134 partidos bonaerenses hasta que los datos son procesados por el comando electoral con sede en La Plata. Se dio así, una vez más, la paradoja de que el propio vencedor anunció su triunfo y enseguida la mayoría de los 16 candidatos restantes reconoció el resultado y fue a saludarlo, y todo eso sin ningún dato oficial, más que los que aportaron los fiscales partidarios.
Producto de esa incongruencia, el quinto en cuestión, Arroyo, como le sucedió al ARI hace dos años, reclamaba para su fuerza un lugar entre los que alcanzaron el piso mínimo para consagrar uno o dos concejales. Pero ese dato era imposible de dirimir anoche por la mencionada ausencia de datos oficiales. (PUNTO CERO-La Capital).
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