PERGAMINO, Enero 13, (PUNTO CERO) Desde el pasado viernes no hay actividad alguna en los altos del Palacio Municipal. El descanso se extenderá hasta principios del próximo mes. Es de esperar que el reinicio de las sesiones llegue con mayor armonía entre las fuerzas que integran el cuerpo.
Luego de la Asamblea de Mayores Contribuyentes y la sesión extraordinaria del viernes, el Concejo Deliberante entró en receso hasta el mes de febrero. Para el resto de enero no se prevé la convocatoria a reuniones plenarias y para febrero, salvo que aparezca algún tema de urgencia, tampoco.
Las comisiones internas del cuerpo no habrán de reunirse; sólo en los bloques suele quedar una guardia para atender a los vecinos que puedan llevar alguna inquietud.
Con este fin, los concejales se turnan durante el receso de enero para que siempre haya algún edil en la bancada, aunque no haya sesiones ni comisiones funcionando.
Las sesiones ordinarias se retomarán oficialmente en la primera semana de abril, cuando el jefe comunal suba al recinto para dar su discurso de apertura anual, no obstante febrero y marzo son meses de trabajo en el cuerpo, funcionando las comisiones y sacándose despachos de los expedientes que esperan resolución.
Versión 2008
Las pocas sesiones que el cuerpo tuvo este año con la nueva composición, es decir con los ediles electos el 28 de octubre, más la mitad de bancas que no se renovaron, demostraron que la relación entre las fuerzas políticas que lo componen no será fácil para lo que queda de gestión.
En las tres sesiones que se sucedieron no se logró prácticamente acuerdo unánime en ningún tema importante. Todo lo que se ha conseguido aprobar ha sido por simple mayoría.
A la falta de consenso se suma que hay ocho bancadas en el cuerpo deliberativo –cinco bloques unipersonales y tres normales- ya que, sobre todo la oposición, padece una dispersión que se va haciendo endémica.
Luego de la Asamblea de Mayores Contribuyentes y la sesión extraordinaria del viernes, el Concejo Deliberante entró en receso hasta el mes de febrero. Para el resto de enero no se prevé la convocatoria a reuniones plenarias y para febrero, salvo que aparezca algún tema de urgencia, tampoco.
Las comisiones internas del cuerpo no habrán de reunirse; sólo en los bloques suele quedar una guardia para atender a los vecinos que puedan llevar alguna inquietud.
Con este fin, los concejales se turnan durante el receso de enero para que siempre haya algún edil en la bancada, aunque no haya sesiones ni comisiones funcionando.
Las sesiones ordinarias se retomarán oficialmente en la primera semana de abril, cuando el jefe comunal suba al recinto para dar su discurso de apertura anual, no obstante febrero y marzo son meses de trabajo en el cuerpo, funcionando las comisiones y sacándose despachos de los expedientes que esperan resolución.
Versión 2008
Las pocas sesiones que el cuerpo tuvo este año con la nueva composición, es decir con los ediles electos el 28 de octubre, más la mitad de bancas que no se renovaron, demostraron que la relación entre las fuerzas políticas que lo componen no será fácil para lo que queda de gestión.
En las tres sesiones que se sucedieron no se logró prácticamente acuerdo unánime en ningún tema importante. Todo lo que se ha conseguido aprobar ha sido por simple mayoría.
A la falta de consenso se suma que hay ocho bancadas en el cuerpo deliberativo –cinco bloques unipersonales y tres normales- ya que, sobre todo la oposición, padece una dispersión que se va haciendo endémica.
La cantidad de bloques ha transformado las reuniones de labor parlamentaria (previas a la sesión) en una especie de sesión de tablas, ya que hay ocho representantes por los bloques más el presidente del cuerpo. Para un Concejo de veinte miembros, que la labor parlamentaria se componga de casi la mitad de los ediles desvirtúa el sentido de estas reuniones que fueron previstas para acordar con los titulares de bancadas los temas que se tratan sobre tablas y los que pasan a comisión. (PUNTO CERO).
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