MALVINAS ARGENTINAS, Enero 14, (PUNTO CERO) El joven malvinense Damián Segovia de 21 años de edad, es la nueva promesa de kick boxing, consagrado campeón argentino en la última competencia.
Damián habla en plural cuando se refiere a que “por suerte pudimos consagrarnos”, ya que ese era un sueño que compartío con su padre Claudio Segovia, quien lo entrenó durante toda la vida y luchó junto a él durante mucho tiempo para alcanzar el título.
El objetivo se cumplió el pasado 21 de diciembre tras vencer a Omar Romero, “uno de los mejorcitos acá en Argentina” según el mismo Damián, en una pelea que tuvo lugar en el hipódromo de San Isidro.
Durante el tiempo que duró la nota, el joven nunca se desprendió de su cinturón de campeón, quizá porque “nos costó mucho llegar a esto y por suerte con esta victoria pudimos cerrar un ciclo de trabajo bastante importante”, aseguró Damián.
En cuanto a su futuro, expresó: “Ahora tengo que hacer un par de defensas para demostrar que el cinto lo tengo bien puesto y luego ir a buscar el sudamericano y, después, el título mundial”.
Damián habla en plural cuando se refiere a que “por suerte pudimos consagrarnos”, ya que ese era un sueño que compartío con su padre Claudio Segovia, quien lo entrenó durante toda la vida y luchó junto a él durante mucho tiempo para alcanzar el título.
El objetivo se cumplió el pasado 21 de diciembre tras vencer a Omar Romero, “uno de los mejorcitos acá en Argentina” según el mismo Damián, en una pelea que tuvo lugar en el hipódromo de San Isidro.
Durante el tiempo que duró la nota, el joven nunca se desprendió de su cinturón de campeón, quizá porque “nos costó mucho llegar a esto y por suerte con esta victoria pudimos cerrar un ciclo de trabajo bastante importante”, aseguró Damián.
En cuanto a su futuro, expresó: “Ahora tengo que hacer un par de defensas para demostrar que el cinto lo tengo bien puesto y luego ir a buscar el sudamericano y, después, el título mundial”.
A la hora de agradecer a todos los que lo acompañaron en la carrera hacia el título, Damián lo piensa un minuto, quizá para no olvidarse de ninguno, y arranca: “principalmente al intendente Jesús Cariglino que me dio una mano muy importante, a mis papas que me acompañaron siempre, y a mis alumnos que me apoyaron en todo” (PUNTO CERO).
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