(La Política OnLine). Es la licitación más importante del gobierno de Macri y este año ascenderá a más de $1.000 millones. Sin embargo el contrato se vence el 19 de febrero y todavía no hay una resolución. Si se pasa el límite podría demandar mayores costos y la merma en el servicio de recolección de residuos. Las opciones que barajan en Espacio Público, la injerencia de Rodríguez Larreta y el rol de la oposición en el conflicto que podría estallar en las próximas semanas.
“¿Llamará a licitación para un nuevo contrato para la recolección de basura que se vence el 19 de febrero?”, le preguntó LPO al ministro de Espacio Público, Diego Santilli, a horas de asumir.
La respuesta fue contundente: “Hay una posibilidad es que la Legislatura lo prorrogue. De todas maneras tenemos que lanzar una licitación”.
Sin embargo, a tres semanas de su asunción los pliegos no están ni cerca de estar listos mientras Santilli comenzó a librar una batalla interna con el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, quien quiere hacer pie en el debate por el millonario contrato.
Según se desprende del Presupuesto 2010 que sancionó la Legislatura porteña se prevé un monto de $1.050 millones para el nuevo contrato. Una cifra baja si se toma en cuenta que en 2009 se gastaron unos $80 millones menos apenas.
Lo cierto es que el tiempo apremia para el gobierno: el 19 de febrero será la fecha en que debería haber alguna resolución. En este sentido Santilli tiene un par de opciones.
Una de las primeras cuestiones será hablar con las empresas y solicitarles que, a pesar de no tener contrato, sigan prestando servicios. Claro que esto supondrá que las empresas (hoy son cinco, una por zona) puedan fijar un precio más alto.
Una idea que exploran en el ejecutivo es que Mauricio Macri firme un decreto otorgando una prórroga unilateral al contrato hasta tanto se realice la licitación por tratarse de un servicio esencial.
Legalmente los plazos se terminaron: fue adjudicado en 2004 durante el gobierno de Aníbal Ibarra por cuatro años y con posibilidad de prorrogarlo un año más, algo que hizo el macrismo.
Otra opción que explora Santilli es enviar un decreto de necesidad y urgencia a la Legislatura solicitando una prórroga extra para que, en un plazo máximo de 30 días, sea ratificada por los diputados.
Por otro lado, en el contrato que está por vencer hay una cláusula que podría ayudar al PRO. Según reza, si alguno de los proveedores actuales quedara afuera del nuevo contrato, estará obligado a seguir prestando el servicio durante seis meses hasta que arranque el nuevo servicio.
Como sea, y a pesar del optimismo del flamante ministro, una licitación de semejante envergadura, desde que se lanza hasta que se adjudica, puede llevar entre un año y un año y medio, según explican a LPO fuentes del sector.
En este marco, Santilli ya había adelantado a este medio que quería licitar “cuanto antes” y que la idea era armar tres zonas (más la zona testigo, estatizada) y seguir los lineamientos que plantearon las ONG, en especial Greenpeace, y la oposición.
“(Juan Pablo, ex ministro del área) Piccardo le dejó un campo minado a Santilli, fue una improvisación total, hace dos años que saben que tienen que licitar”, explica a LPO el legislador Eduardo Epszteyn, ex secretario de Medio Ambiente y Espacio Público de Ibarra.
Además, Epszteyn, presidente del bloque Diálogo por Buenos Aires, adelantó que presentará en los próximos días un proyecto de Ley para obligar a que los nuevos pliegos que confeccionará el Ejecutivo se realicen bajo los parámetros que marcó el proyecto que consensuó la oposición con Greenpeace.
Larreta hace pie
A todo esto, y luego de haber sostenido a Eduardo Villar como subsecretario de Espacio Público a pesar de que Santilli le hubiera gustado tener ese lugar, el poderoso jefe de gabinete porteño también busca tener injerencia en el armado del nuevo contrato de basura.
Según revelaron a este medio fuentes de Bolívar I ya le envió, a través de sus allegados, el mensaje a Santilli: que no dejará que sea sólo el ex vicepresidente de la Legislatura el que renegocie, mediante el flamante subsecretario de Higiene Urbana, Fernando “el turco” Elias”, el millonario contrato.
En este marco, hace apenas dos semanas Larreta sorprendió una interesante editorial publicada en Clarín bajo el título “La basura es un problema que nos compete a todos” firmada por el jefe de gabinete.
No es un dato menor: Larreta no suele hablar mucho de la basura y ahora decide hacerlo. Ya una semana antes le había expresado al diario Perfil que con el dinero presupuestado “alcanzaba” para tener un buen servicio de recolección.
Así las cosas, mientras en el ministerio de Espacio Público se limitaron a decir que “se está trabajando en el tema”, aún no hay ninguna certeza.
“¿Llamará a licitación para un nuevo contrato para la recolección de basura que se vence el 19 de febrero?”, le preguntó LPO al ministro de Espacio Público, Diego Santilli, a horas de asumir.
La respuesta fue contundente: “Hay una posibilidad es que la Legislatura lo prorrogue. De todas maneras tenemos que lanzar una licitación”.
Sin embargo, a tres semanas de su asunción los pliegos no están ni cerca de estar listos mientras Santilli comenzó a librar una batalla interna con el jefe de gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, quien quiere hacer pie en el debate por el millonario contrato.
Según se desprende del Presupuesto 2010 que sancionó la Legislatura porteña se prevé un monto de $1.050 millones para el nuevo contrato. Una cifra baja si se toma en cuenta que en 2009 se gastaron unos $80 millones menos apenas.
Lo cierto es que el tiempo apremia para el gobierno: el 19 de febrero será la fecha en que debería haber alguna resolución. En este sentido Santilli tiene un par de opciones.
Una de las primeras cuestiones será hablar con las empresas y solicitarles que, a pesar de no tener contrato, sigan prestando servicios. Claro que esto supondrá que las empresas (hoy son cinco, una por zona) puedan fijar un precio más alto.
Una idea que exploran en el ejecutivo es que Mauricio Macri firme un decreto otorgando una prórroga unilateral al contrato hasta tanto se realice la licitación por tratarse de un servicio esencial.
Legalmente los plazos se terminaron: fue adjudicado en 2004 durante el gobierno de Aníbal Ibarra por cuatro años y con posibilidad de prorrogarlo un año más, algo que hizo el macrismo.
Otra opción que explora Santilli es enviar un decreto de necesidad y urgencia a la Legislatura solicitando una prórroga extra para que, en un plazo máximo de 30 días, sea ratificada por los diputados.
Por otro lado, en el contrato que está por vencer hay una cláusula que podría ayudar al PRO. Según reza, si alguno de los proveedores actuales quedara afuera del nuevo contrato, estará obligado a seguir prestando el servicio durante seis meses hasta que arranque el nuevo servicio.
Como sea, y a pesar del optimismo del flamante ministro, una licitación de semejante envergadura, desde que se lanza hasta que se adjudica, puede llevar entre un año y un año y medio, según explican a LPO fuentes del sector.
En este marco, Santilli ya había adelantado a este medio que quería licitar “cuanto antes” y que la idea era armar tres zonas (más la zona testigo, estatizada) y seguir los lineamientos que plantearon las ONG, en especial Greenpeace, y la oposición.
“(Juan Pablo, ex ministro del área) Piccardo le dejó un campo minado a Santilli, fue una improvisación total, hace dos años que saben que tienen que licitar”, explica a LPO el legislador Eduardo Epszteyn, ex secretario de Medio Ambiente y Espacio Público de Ibarra.
Además, Epszteyn, presidente del bloque Diálogo por Buenos Aires, adelantó que presentará en los próximos días un proyecto de Ley para obligar a que los nuevos pliegos que confeccionará el Ejecutivo se realicen bajo los parámetros que marcó el proyecto que consensuó la oposición con Greenpeace.
Larreta hace pie
A todo esto, y luego de haber sostenido a Eduardo Villar como subsecretario de Espacio Público a pesar de que Santilli le hubiera gustado tener ese lugar, el poderoso jefe de gabinete porteño también busca tener injerencia en el armado del nuevo contrato de basura.
Según revelaron a este medio fuentes de Bolívar I ya le envió, a través de sus allegados, el mensaje a Santilli: que no dejará que sea sólo el ex vicepresidente de la Legislatura el que renegocie, mediante el flamante subsecretario de Higiene Urbana, Fernando “el turco” Elias”, el millonario contrato.
En este marco, hace apenas dos semanas Larreta sorprendió una interesante editorial publicada en Clarín bajo el título “La basura es un problema que nos compete a todos” firmada por el jefe de gabinete.
No es un dato menor: Larreta no suele hablar mucho de la basura y ahora decide hacerlo. Ya una semana antes le había expresado al diario Perfil que con el dinero presupuestado “alcanzaba” para tener un buen servicio de recolección.
Así las cosas, mientras en el ministerio de Espacio Público se limitaron a decir que “se está trabajando en el tema”, aún no hay ninguna certeza.
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