(Webpilar). El Concejo Deliberante derogó na ordenanza del año 1994 que permitía la instalación de ferias de compras en el distrito. La iniciativa llegó impulsada por las diferentes cámaras de comercio que reclamaron por la competencia desleal que significa este tipo de emprendimentos para los comercios convencionales.
Tras la derogación, se estableció un plazo de 180 días para la preparación de una nueva legislación que establezca para los puesteros exigencias acordes a las que recaen sobre el resto de los comerciantes.
El proyecto para la derogación de la ordenanza 29/94 llegó por parte de la secretaría de Gobierno, luego de que las diferentes cámaras de comercio del distrito manifestaran su rechazo unánime a la instalación de una feria de compras en la localidad de Presidente Derqui, más precisamente en el predio donde antes funcionaba el boliche Bonita, y a cualquier emprendimiento de similares características.
Los argumentos de las cámaras, que en el recinto fueron retomados por los concejales oficialistas Marcelo Iglesias y Miguel Saric, giran en torno a la falta de exigencias para los vendedores que conviven en ese tipo de emprendimientos.
“Ese tipo de ferias tienen un solo medidor de luz y una sola habilitación para todos los puestos”, objetó Iglesias, y propuso “hacer una ordenanza para que tengan las mismas reglas de otros comercios y paguen los mismos impuestos”, además de sugerir que “no haya puestos de comida por un tema de espacio e higiene”.
La intención es diseñar una nueva legislación que permita la instalación de estas ferias siempre que se cumpla con una serie de requisitos, tales como habilitaciones de comercio individuales para cada uno de los puestos, matafuegos, conforme de bomberos y el tributo de los impuestos correspondientes por parte de los responsables.
La iniciativa fue aprobada por mayoría tras un breve debate protagonizado el denarvaísta Diego Ranieli, que se opuso al proyecto por considerar excesiva la derogación de la ordenanza vigente y solicitó, en cambio, una modificación de la misma. “Hay que trabajar para hacer las modificaciones que hagan falta, ver cada caso particular, si cumplen con la ordenanza y si no cumplen en ese caso aplicar las multas”, planteó, y advirtió que “si se deroga la ordenanza vigente va a quedar un vacío legal mayor al que tenemos hoy”.
En respuesta, el oficialista Miguel Saric explicó que la de 1994 es una ordenanza “anticuada”. Y agregó: “cuando se promulgó el decreto había ferias de compras al aire libre, ahora el contexto ha cambiado”.
Tras la derogación, se estableció un plazo de 180 días para la preparación de una nueva legislación que establezca para los puesteros exigencias acordes a las que recaen sobre el resto de los comerciantes.
El proyecto para la derogación de la ordenanza 29/94 llegó por parte de la secretaría de Gobierno, luego de que las diferentes cámaras de comercio del distrito manifestaran su rechazo unánime a la instalación de una feria de compras en la localidad de Presidente Derqui, más precisamente en el predio donde antes funcionaba el boliche Bonita, y a cualquier emprendimiento de similares características.
Los argumentos de las cámaras, que en el recinto fueron retomados por los concejales oficialistas Marcelo Iglesias y Miguel Saric, giran en torno a la falta de exigencias para los vendedores que conviven en ese tipo de emprendimientos.
“Ese tipo de ferias tienen un solo medidor de luz y una sola habilitación para todos los puestos”, objetó Iglesias, y propuso “hacer una ordenanza para que tengan las mismas reglas de otros comercios y paguen los mismos impuestos”, además de sugerir que “no haya puestos de comida por un tema de espacio e higiene”.
La intención es diseñar una nueva legislación que permita la instalación de estas ferias siempre que se cumpla con una serie de requisitos, tales como habilitaciones de comercio individuales para cada uno de los puestos, matafuegos, conforme de bomberos y el tributo de los impuestos correspondientes por parte de los responsables.
La iniciativa fue aprobada por mayoría tras un breve debate protagonizado el denarvaísta Diego Ranieli, que se opuso al proyecto por considerar excesiva la derogación de la ordenanza vigente y solicitó, en cambio, una modificación de la misma. “Hay que trabajar para hacer las modificaciones que hagan falta, ver cada caso particular, si cumplen con la ordenanza y si no cumplen en ese caso aplicar las multas”, planteó, y advirtió que “si se deroga la ordenanza vigente va a quedar un vacío legal mayor al que tenemos hoy”.
En respuesta, el oficialista Miguel Saric explicó que la de 1994 es una ordenanza “anticuada”. Y agregó: “cuando se promulgó el decreto había ferias de compras al aire libre, ahora el contexto ha cambiado”.
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