(Astericos.tv). El informe de la construcción y del mercado inmobiliario de UADE indica que los principales indicadores representativos de la evolución de los sectores construcción e inmobiliario vienen dando cuenta de un doble mensaje.
Los datos interanuales, reflejan la retracción que caracterizó a la mayor parte de 2009.
Por otro lado, los últimos datos muestran una desaceleración del descenso en la actividad o aumentos mes a mes que indicarían que se estaría ante un nivel piso del deterioro sectorial que fue mucho menos significativo al que se verificaba históricamente en presencia de shocks externos.
Lo cierto es que el contexto macroeconómico percibió una visible mejoría; a nivel local, el riesgo país disminuyó conjuntamente con la salida de capitales y aparecen algunas señales de reactivación.
Sin embargo, una característica que muestra esta recuperación es la de una visión más prudente de los inversores, menos propensos a una exposición en activos inmóviles, de los cuales es difícil salir.
El sistema financiero a nivel mundial necesita aún crecer en solvencia y para esto todavía continúa demandando liquidez y a nivel local no es éste el problema, pero igualmente el crédito se recupera muy lentamente, especialmente el de largo plazo, el hipotecario.
Es el momento de pagar deudas y recomponer capital de trabajo, lo cual significa restar jerarquía a inversiones (tales como las inmobiliarias) que no hacen al negocio en sí mismo. Vale recordar que la adquisición de inmuebles para inversión fue un motor clave en la reactivación sectorial de la presente década.
Durante 2009 y con respecto al año anterior, algunos indicadores relativos a la construcción y el mercado inmobiliario presentaron caídas en sus respectivos niveles.
En particular, la industria de la construcción vio reducida su actividad en un 2,5% (2009 vs. 2008).
Los despachos de cemento disminuyeron un 4,4% y la producción de hierro para hormigón lo hizo en un 9,7%. La excepción provino del mayor ritmo en la obra pública vial, que posibilitó un aumento del 9,1% de las ventas de asfalto, en igual comparación de períodos.
En cuanto al mercado inmobiliario, éste se caracterizó por el repliegue de la oferta en la mayoría de los segmentos en que el volumen de oferta de inmuebles para vivienda (Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires) exhibió una disminución del 16,1% anual en la comparación de los años 2008 y 2009.
Asimismo, la oferta de viviendas en alquiler cayó un 17,8% comparando los mismos períodos.
En lo referido a precios de departamentos –medidos en dólares- de la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires a lo largo de los primeros once meses de 2009, el incremento anual promedio para los departamentos nuevos fue de 6,3%, mientras que para los usados fue de 7,5% en igual período de comparación.
Los datos interanuales, reflejan la retracción que caracterizó a la mayor parte de 2009.
Por otro lado, los últimos datos muestran una desaceleración del descenso en la actividad o aumentos mes a mes que indicarían que se estaría ante un nivel piso del deterioro sectorial que fue mucho menos significativo al que se verificaba históricamente en presencia de shocks externos.
Lo cierto es que el contexto macroeconómico percibió una visible mejoría; a nivel local, el riesgo país disminuyó conjuntamente con la salida de capitales y aparecen algunas señales de reactivación.
Sin embargo, una característica que muestra esta recuperación es la de una visión más prudente de los inversores, menos propensos a una exposición en activos inmóviles, de los cuales es difícil salir.
El sistema financiero a nivel mundial necesita aún crecer en solvencia y para esto todavía continúa demandando liquidez y a nivel local no es éste el problema, pero igualmente el crédito se recupera muy lentamente, especialmente el de largo plazo, el hipotecario.
Es el momento de pagar deudas y recomponer capital de trabajo, lo cual significa restar jerarquía a inversiones (tales como las inmobiliarias) que no hacen al negocio en sí mismo. Vale recordar que la adquisición de inmuebles para inversión fue un motor clave en la reactivación sectorial de la presente década.
Durante 2009 y con respecto al año anterior, algunos indicadores relativos a la construcción y el mercado inmobiliario presentaron caídas en sus respectivos niveles.
En particular, la industria de la construcción vio reducida su actividad en un 2,5% (2009 vs. 2008).
Los despachos de cemento disminuyeron un 4,4% y la producción de hierro para hormigón lo hizo en un 9,7%. La excepción provino del mayor ritmo en la obra pública vial, que posibilitó un aumento del 9,1% de las ventas de asfalto, en igual comparación de períodos.
En cuanto al mercado inmobiliario, éste se caracterizó por el repliegue de la oferta en la mayoría de los segmentos en que el volumen de oferta de inmuebles para vivienda (Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires) exhibió una disminución del 16,1% anual en la comparación de los años 2008 y 2009.
Asimismo, la oferta de viviendas en alquiler cayó un 17,8% comparando los mismos períodos.
En lo referido a precios de departamentos –medidos en dólares- de la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires a lo largo de los primeros once meses de 2009, el incremento anual promedio para los departamentos nuevos fue de 6,3%, mientras que para los usados fue de 7,5% en igual período de comparación.
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