En estos días se está debatiendo el proyecto del “Vial Costero” que se quiere llevar acabo en el Paseo de la Costa de Vicente López. El plan cuenta con la financiación del Gobierno Nacional.
En este contexto la iniciativa del denominado “Vial Costero” la juzgo contradictoria. Sin lugar a dudas una avenida doble mano va a traer una situación caótica tanto desde el punto de vista ambiental, como vehicular, afectando la seguridad y la tranquilidad de quienes quieran “disfrutar” la costa.
El objetivo de ejecutar las obras del Vial Costero, es aliviar la saturación del tránsito en la Avda. del Libertador, que deberá ser consensuado con los municipios de San Isidro, San Fernando y Tigre.
Tengo una larga experiencia en el tema de recuperación de la costa ribereña, ya que fui presidente de la Comisión de Tratamiento de la Zona Costera del Concejo Deliberante de Vicente López y participé activamente en la redacción de la Ordenanza que le dio origen. Por ello me parece pertinente remontarme a estos orígenes dada las consecuencias del proyecto en cuestión sobre la costa.
Cuando se crea el paseo y se recupera la costa desde General Paz hasta Paraná se hizo porque había objetivos claros:
Ese lugar, hasta hace unos años, era marginal pero potencialmente era un buen pulmón verde. El primer objetivo fue entonces recuperarlo para solaz y esparcimiento de los vecinos del distrito, fue una muy buena medida que comenzó, desde el punto legislativo, con el ex Intendente de Vte. López, Jorge Sabatini y cuando Enrique García llegó a al Intendencia se iniciaron la ejecución de las obras.
Así lo primordial era que la costa ribereña se recuperara y se ofreciera para los vecinos como un espacio verde de esparcimiento y tranquilidad.
Fiel reflejo de lo expuesto es la concurrencia de miles de personas los fines de semana. La “congestión vehicular”, sumada al peligro de las “picadas”, hizo tomar la decisión de transformar el paseo público en peatonal tanto los fines de semana, como los días feriados. Se trataba de una cuestión de seguridad y de orden.
De ejecutarse en Vicente López, el llamado vial costero, se va a producir un caos vehicular de alto impacto ambiental y lo que se plantea como solución va a devenir en un problema mayor.
Por ello me parece que no es una medida apropiada, ni coherente para llevar adelante en la costa ribereña.
Formando parte de este conflicto, también están los comercios, que actualmente están instalados en el paseo costero, los cuáles deben retirarse para que se pueda realizar la obra y se resisten.
En principio las concesiones eran por dos años después se fueron prorrogando. Se sabia que en algún momento se iban a terminar, pero no se hablaba del Vial Costero, si no que el día de mañana, cuando hubiera seguridad jurídica, se iban a reducir las concesiones y se iban a licitar por mayores plazos, de 10 o 15 años y esto iba a elevar la oferta comercial a los vecinos.
Otro problema fundamental son las instituciones que se encuentran ubicadas en la costa de nuestro municipio, entre las cuales se encuentra el Círculo de Bicicross, Agrupaciones Scout o el mismo Club Municipal: estas instituciones son parte de la historia del distrito y merecen ser respetadas. Así en el hipotético caso de que se lleve adelante este vial costero, primero hay que buscarles un lugar para que continúen desarrollando su importante función social, de difundir el deporte y otras actividades que procuran sacar a los chicos de las calles y de sus peligros. Por eso las entidades y los clubes deben ser preservadas, hay que cuidarlas, respetarlas y consensuar con ellas este tipo de medidas.
El monto que aporta el Gobierno Nacional, tendría que ser invertido para uniformar y dar una terminación del perfil ribereño.
Todos sabemos que las aguas del Río de la Plata están contaminadas y en el estado actual la costa acumula basura y está desprolija, por lo tanto, los vecinos verían con sumo agrado una terminación al perfil costero y finalizar la costanera. Esa medida sería la mejor de las inversiones.
Dr. Norberto Erro
Diputado Nacional
En este contexto la iniciativa del denominado “Vial Costero” la juzgo contradictoria. Sin lugar a dudas una avenida doble mano va a traer una situación caótica tanto desde el punto de vista ambiental, como vehicular, afectando la seguridad y la tranquilidad de quienes quieran “disfrutar” la costa.
El objetivo de ejecutar las obras del Vial Costero, es aliviar la saturación del tránsito en la Avda. del Libertador, que deberá ser consensuado con los municipios de San Isidro, San Fernando y Tigre.
Tengo una larga experiencia en el tema de recuperación de la costa ribereña, ya que fui presidente de la Comisión de Tratamiento de la Zona Costera del Concejo Deliberante de Vicente López y participé activamente en la redacción de la Ordenanza que le dio origen. Por ello me parece pertinente remontarme a estos orígenes dada las consecuencias del proyecto en cuestión sobre la costa.
Cuando se crea el paseo y se recupera la costa desde General Paz hasta Paraná se hizo porque había objetivos claros:
Ese lugar, hasta hace unos años, era marginal pero potencialmente era un buen pulmón verde. El primer objetivo fue entonces recuperarlo para solaz y esparcimiento de los vecinos del distrito, fue una muy buena medida que comenzó, desde el punto legislativo, con el ex Intendente de Vte. López, Jorge Sabatini y cuando Enrique García llegó a al Intendencia se iniciaron la ejecución de las obras.
Así lo primordial era que la costa ribereña se recuperara y se ofreciera para los vecinos como un espacio verde de esparcimiento y tranquilidad.
Fiel reflejo de lo expuesto es la concurrencia de miles de personas los fines de semana. La “congestión vehicular”, sumada al peligro de las “picadas”, hizo tomar la decisión de transformar el paseo público en peatonal tanto los fines de semana, como los días feriados. Se trataba de una cuestión de seguridad y de orden.
De ejecutarse en Vicente López, el llamado vial costero, se va a producir un caos vehicular de alto impacto ambiental y lo que se plantea como solución va a devenir en un problema mayor.
Por ello me parece que no es una medida apropiada, ni coherente para llevar adelante en la costa ribereña.
Formando parte de este conflicto, también están los comercios, que actualmente están instalados en el paseo costero, los cuáles deben retirarse para que se pueda realizar la obra y se resisten.
En principio las concesiones eran por dos años después se fueron prorrogando. Se sabia que en algún momento se iban a terminar, pero no se hablaba del Vial Costero, si no que el día de mañana, cuando hubiera seguridad jurídica, se iban a reducir las concesiones y se iban a licitar por mayores plazos, de 10 o 15 años y esto iba a elevar la oferta comercial a los vecinos.
Otro problema fundamental son las instituciones que se encuentran ubicadas en la costa de nuestro municipio, entre las cuales se encuentra el Círculo de Bicicross, Agrupaciones Scout o el mismo Club Municipal: estas instituciones son parte de la historia del distrito y merecen ser respetadas. Así en el hipotético caso de que se lleve adelante este vial costero, primero hay que buscarles un lugar para que continúen desarrollando su importante función social, de difundir el deporte y otras actividades que procuran sacar a los chicos de las calles y de sus peligros. Por eso las entidades y los clubes deben ser preservadas, hay que cuidarlas, respetarlas y consensuar con ellas este tipo de medidas.
El monto que aporta el Gobierno Nacional, tendría que ser invertido para uniformar y dar una terminación del perfil ribereño.
Todos sabemos que las aguas del Río de la Plata están contaminadas y en el estado actual la costa acumula basura y está desprolija, por lo tanto, los vecinos verían con sumo agrado una terminación al perfil costero y finalizar la costanera. Esa medida sería la mejor de las inversiones.
Dr. Norberto Erro
Diputado Nacional
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