En el PRO hay preocupación por la partida de Ritondo a la vicepresidencia, ya que el anterior jefe de bloque no podrá participar de las negociaciones cuando le toque presidir la sesión. Por eso se decidió que los legisladores con más experiencia tendrán más incidencia dentro y fuera del recinto.
Luego del recambio legislativo y el reparto de cargos en los organismos de control, en el macrismo ya están pensando en cómo funcionará la máquina de sancionar leyes el año que viene.
La sesión extraordinaria que intentó realizar el bloque del PRO para sacar un par de leyes claves que quedaron en el tintero –como la que autoriza la construcción de un barrio de lujo en Costanera Sur– está prácticamente frustrada.
Es por eso que antes de que termine el año, la discusión en la bancada macrista gira en torno a dos ejes. Uno está relacionado con la negociación con el resto de los bloques y es la conformación de las comisiones, que está en un “90 por ciento definida”, según señaló un legislador que participa de los acuerdos con la oposición.
El otro eje que más preocupa al PRO es el interrogante de cómo ejercerá la conducción el flamante titular del bloque, Fernando De Andreis, que reemplazó a Cristian Ritondo, la figura predominante del macrismo en la Legislatura en los últimos dos años.
En su nuevo rol de vicepresidente primero, Ritondo deberá abandonar la postura fuerte que lo caracterizó dentro del recinto y lo hizo ascender al puesto en el que está. El hombre de Mataderos deberá ocuparse del orden reglamentario de las sesiones cuando se ausente María Eugenia Vidal y ya no tendrá la incidencia en el minuto a minuto de la negociación con el resto de los bloques dentro del recinto, como sucedía hasta el recambio legislativo.
De Andreis no tiene el perfil que tiene Ritondo, y esto genera más preocupación que tranquilidad puertas adentro. El mes pasado, un grupo de 14 diputados del bloque se reunió con Ritondo para manifestarle su preocupación con el cambio de mando en el bloque y para analizar estrategias con el fin de “mejorar la funcionalidad” de la bancada.
Estas reuniones, sumadas a algunas quejas de legisladores con más años que De Andreis en la política, motivaron incluso versiones que indicaban la posibilidad de una ruptura del bloque en la reanudación del período de sesiones del año que viene, propiciada por algunos legisladores de experiencia que no están de acuerdo con la designación del ahijado de Macri como el presidente de la bancada.
El propio De Andreis sabe que existe cierta resistencia dentro del bloque a su conducción, pero suele repetir que a él lo eligió el propio Macri y que trabajará para revertir la imagen negativa que tiene en algunos compañeros de bloque.
Pese a este contexto a simple vista desfavorable, luego de aquella reunión hubo un nuevo encuentro en el que fue invitado De Andreis. Lo que decidió el bloque es “auxiliar” al nuevo presidente.
La razón de mayor peso es la de respetar la decisión de Macri. Y también incidió la inconveniencia de mostrar grietas, cuando el PRO está muy cerca de obtener el quórum propio, si a sus 26 diputados se les suman Daniel Amoroso, Juan Pablo Arenaza y Adriana Montes.
En el macrismo reconocieron a LPO que el bloque tendrá una conducción mixta. Esto quiere decir que los legisladores con más experiencia parlamentaria, como Martín Ocampo, Helio Rebot y Bruno Screnci, participarán más activamente en las sesiones y en las decisiones del bloque de De Andreis.
Mientras, Ritondo tratará de explotar su relación con su bloque y las demás bancadas cuando no tenga la obligación de presidir las sesiones. (La Política OnLine).
Luego del recambio legislativo y el reparto de cargos en los organismos de control, en el macrismo ya están pensando en cómo funcionará la máquina de sancionar leyes el año que viene.
La sesión extraordinaria que intentó realizar el bloque del PRO para sacar un par de leyes claves que quedaron en el tintero –como la que autoriza la construcción de un barrio de lujo en Costanera Sur– está prácticamente frustrada.
Es por eso que antes de que termine el año, la discusión en la bancada macrista gira en torno a dos ejes. Uno está relacionado con la negociación con el resto de los bloques y es la conformación de las comisiones, que está en un “90 por ciento definida”, según señaló un legislador que participa de los acuerdos con la oposición.
El otro eje que más preocupa al PRO es el interrogante de cómo ejercerá la conducción el flamante titular del bloque, Fernando De Andreis, que reemplazó a Cristian Ritondo, la figura predominante del macrismo en la Legislatura en los últimos dos años.
En su nuevo rol de vicepresidente primero, Ritondo deberá abandonar la postura fuerte que lo caracterizó dentro del recinto y lo hizo ascender al puesto en el que está. El hombre de Mataderos deberá ocuparse del orden reglamentario de las sesiones cuando se ausente María Eugenia Vidal y ya no tendrá la incidencia en el minuto a minuto de la negociación con el resto de los bloques dentro del recinto, como sucedía hasta el recambio legislativo.
De Andreis no tiene el perfil que tiene Ritondo, y esto genera más preocupación que tranquilidad puertas adentro. El mes pasado, un grupo de 14 diputados del bloque se reunió con Ritondo para manifestarle su preocupación con el cambio de mando en el bloque y para analizar estrategias con el fin de “mejorar la funcionalidad” de la bancada.
Estas reuniones, sumadas a algunas quejas de legisladores con más años que De Andreis en la política, motivaron incluso versiones que indicaban la posibilidad de una ruptura del bloque en la reanudación del período de sesiones del año que viene, propiciada por algunos legisladores de experiencia que no están de acuerdo con la designación del ahijado de Macri como el presidente de la bancada.
El propio De Andreis sabe que existe cierta resistencia dentro del bloque a su conducción, pero suele repetir que a él lo eligió el propio Macri y que trabajará para revertir la imagen negativa que tiene en algunos compañeros de bloque.
Pese a este contexto a simple vista desfavorable, luego de aquella reunión hubo un nuevo encuentro en el que fue invitado De Andreis. Lo que decidió el bloque es “auxiliar” al nuevo presidente.
La razón de mayor peso es la de respetar la decisión de Macri. Y también incidió la inconveniencia de mostrar grietas, cuando el PRO está muy cerca de obtener el quórum propio, si a sus 26 diputados se les suman Daniel Amoroso, Juan Pablo Arenaza y Adriana Montes.
En el macrismo reconocieron a LPO que el bloque tendrá una conducción mixta. Esto quiere decir que los legisladores con más experiencia parlamentaria, como Martín Ocampo, Helio Rebot y Bruno Screnci, participarán más activamente en las sesiones y en las decisiones del bloque de De Andreis.
Mientras, Ritondo tratará de explotar su relación con su bloque y las demás bancadas cuando no tenga la obligación de presidir las sesiones. (La Política OnLine).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario