(Aqui la Noticia). Algunas familias quisieron apropiarse ilegalmente de unos terrenos en San Miguel Oeste pero los vecinos y la Policía Municipal evitaron que se instalen. No se supo quién está detrás de esa acción ilegal.
No fue un domingo más el del 12 de enero pasado, fue un día de mucha tensión que tuvo como protagonistas a los vecinos de un barrio de San Miguel Oeste que salieron a defender su lugar de una apropiación ilegal por parte de otra gente.
Alrededor del mediodía comenzaron a verse movimientos inusuales en la calle Blasco Ibáñez entre España y Roca cerca de un zanjón que atraviesa el barrio. Esto comenzó a llamar la atención de los residentes que comprendieron lo que pasaba y todo dependía de si actuaban rápido o no.
Esa situación anormal empezó a darse cuando algunas personas llegaban en camionetas que en su interior contenían erramientas para cortar el pasto. Cruzaron uno de los puentes del zanjón y llegaron a unos terrenos linderos, descendieron y empezaron a bajar los materiales y herramientas para levantar allí sus casas.
El barrio, conmovido con lo que veía y pensando en lo que podía llegar a suceder en el futuro, de inmediato se organizó casi espontáneamente y avanzó sobre esas familias que querían apoderarse de los terrenos en forma ilícita. Al pedido de una explicación de lo que estaban haciendo allí nadie lo respondía pero la intención era clara; comenzaron los cruces verbales fuertes potenciando la posibilidad que se produzcan desmanes.
Casi en simultáneo arribaron a escena integrantes de la Policía Municipal de San Miguel que con sus patrulleros en el lugar llevaron un poco más de tranquilidad para todos los presentes que eran parte del conflicto.
Las autoridades pidieron explicaciones a las familias que usurparon los terrenos para saber quiénes los habían mandado a instalarse allí, sin embargo nadie supo o quiso decir quién les sugirió que lo intenten en ese sitio.
Finalmente, después de algunas horas de idas y venidas, las familias debieron abandonar los terrenos. Por suerte, no acontecieron desmanes por lo que el desalojo fue tranquilo. Igualmente, una patrulla quedó en la zona para asegurarse que no vuelvan a intentarlo. Además los vecinos reforzaron su atención y se organizaron para dar aviso lo más pronto posible en caso de detectar que otros grupos quieran hacer lo mismo. El barrio ahora está en estado de alerta. (Aqui la Noticia).
Alrededor del mediodía comenzaron a verse movimientos inusuales en la calle Blasco Ibáñez entre España y Roca cerca de un zanjón que atraviesa el barrio. Esto comenzó a llamar la atención de los residentes que comprendieron lo que pasaba y todo dependía de si actuaban rápido o no.
Esa situación anormal empezó a darse cuando algunas personas llegaban en camionetas que en su interior contenían erramientas para cortar el pasto. Cruzaron uno de los puentes del zanjón y llegaron a unos terrenos linderos, descendieron y empezaron a bajar los materiales y herramientas para levantar allí sus casas.
El barrio, conmovido con lo que veía y pensando en lo que podía llegar a suceder en el futuro, de inmediato se organizó casi espontáneamente y avanzó sobre esas familias que querían apoderarse de los terrenos en forma ilícita. Al pedido de una explicación de lo que estaban haciendo allí nadie lo respondía pero la intención era clara; comenzaron los cruces verbales fuertes potenciando la posibilidad que se produzcan desmanes.
Casi en simultáneo arribaron a escena integrantes de la Policía Municipal de San Miguel que con sus patrulleros en el lugar llevaron un poco más de tranquilidad para todos los presentes que eran parte del conflicto.
Las autoridades pidieron explicaciones a las familias que usurparon los terrenos para saber quiénes los habían mandado a instalarse allí, sin embargo nadie supo o quiso decir quién les sugirió que lo intenten en ese sitio.
Finalmente, después de algunas horas de idas y venidas, las familias debieron abandonar los terrenos. Por suerte, no acontecieron desmanes por lo que el desalojo fue tranquilo. Igualmente, una patrulla quedó en la zona para asegurarse que no vuelvan a intentarlo. Además los vecinos reforzaron su atención y se organizaron para dar aviso lo más pronto posible en caso de detectar que otros grupos quieran hacer lo mismo. El barrio ahora está en estado de alerta. (Aqui la Noticia).
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