El país presenta un crecimiento de delitos económicos del 11% respecto de 2011. Los delitos informáticos, a su vez, continúan en ascenso. El 51% de los ejecutivos del país informó que su organización experimentó algún delito económico durante los últimos dos años.
Los delitos económicos siguen siendo una preocupación para las organizaciones sin importar tamaño, industria o región. A pesar de los esfuerzos por combatir el fraude, la Argentina está entre los 10 países que reportaron proporcionalmente mayor cantidad de casos en los últimos dos años.
Los datos, que se presentan a continuación, provienen de la Encuesta Global de Delitos Económicos realizada por PwC (ex PricewaterhouseCoopers), entre más de 5.000 ejecutivos de empresas de diferentes países del mundo.
El 51% de los ejecutivos encuestados en la República Argentina informó que su organización experimentó algún delito económico durante los últimos dos años, lo que representa un crecimiento del 11% respecto de los resultados de 2011. Las empresas con más de 500 empleados reportaron mayor cantidad de fraudes (85%) que las de menos de 500 (15%). Además, más del 48% de las que sufrieron un fraude fueron víctimas de más de un hecho.
Argentina presenta un número muy bajo de organizaciones que aseguraron no haber sido víctimas de un delito económico en los últimos dos años (28%), si se lo compara con Latinoamérica y con el mundo (55% y 53% respectivamente). El 45% de las organizaciones que reportaron ser víctimas de un fraude realizaron evaluaciones de riesgo, siendo dicho porcentaje de 27% para quienes sostienen que no sufrieron delitos económicos o desconocen haberlo sufrido.
De este modo, la Argentina es el país de América latina que reportó más casos de delitos económicos (51%), seguido por Venezuela (45%), México (36%), Chile (32%), Brasil (27%) y Perú (20%). África sigue liderando el ranking mundial (50%), seguido por Norteamérica (41%), Europa del Este (39%) y Latinoamérica y Europa Occidental (35% en ambos casos).
Al igual que en los últimos años, el tipo de delito económico más registrado fue la malversación de activos (67%); seguido del delito informático, que pasó de 9% en 2011 a 21% en 2014, equiparándose con la tendencia en Latinoamérica y el mundo; y el fraude en las compras y contrataciones (17%).
El estudio indica que las industrias de servicios financieros y de consumo masivo son las que más fraudes reportaron (49%), seguidas por la de comunicaciones (37%).
Daños
El 40% de las organizaciones argentinas que sufrió un fraude tuvo un impacto financiero que osciló entre los 50 mil y el millón de dólares. No hubo organizaciones en el país que reportaran un impacto mayor a los 5 millones de dólares, a diferencia de Latinoamérica (14%) y el mundo (19%). Casi el 24% de los ejecutivos argentinos que sufrió un delito económico en los últimos dos años no sabe cuál fue el impacto financiero que este originó, más del doble que en Latinoamérica (10%) y el mundo (8%).
Sin embargo, la pérdida económica no es la única preocupación que enfrentan las empresas en la lucha contra el fraude.
Los ejecutivos argentinos señalaron como algunos de los daños colaterales más graves, en orden decreciente: la moral de los empleados, la reputación de la organización y de la marca, y las relaciones de negocios. (Empresas News).
Los datos, que se presentan a continuación, provienen de la Encuesta Global de Delitos Económicos realizada por PwC (ex PricewaterhouseCoopers), entre más de 5.000 ejecutivos de empresas de diferentes países del mundo.
El 51% de los ejecutivos encuestados en la República Argentina informó que su organización experimentó algún delito económico durante los últimos dos años, lo que representa un crecimiento del 11% respecto de los resultados de 2011. Las empresas con más de 500 empleados reportaron mayor cantidad de fraudes (85%) que las de menos de 500 (15%). Además, más del 48% de las que sufrieron un fraude fueron víctimas de más de un hecho.
Argentina presenta un número muy bajo de organizaciones que aseguraron no haber sido víctimas de un delito económico en los últimos dos años (28%), si se lo compara con Latinoamérica y con el mundo (55% y 53% respectivamente). El 45% de las organizaciones que reportaron ser víctimas de un fraude realizaron evaluaciones de riesgo, siendo dicho porcentaje de 27% para quienes sostienen que no sufrieron delitos económicos o desconocen haberlo sufrido.
De este modo, la Argentina es el país de América latina que reportó más casos de delitos económicos (51%), seguido por Venezuela (45%), México (36%), Chile (32%), Brasil (27%) y Perú (20%). África sigue liderando el ranking mundial (50%), seguido por Norteamérica (41%), Europa del Este (39%) y Latinoamérica y Europa Occidental (35% en ambos casos).
Al igual que en los últimos años, el tipo de delito económico más registrado fue la malversación de activos (67%); seguido del delito informático, que pasó de 9% en 2011 a 21% en 2014, equiparándose con la tendencia en Latinoamérica y el mundo; y el fraude en las compras y contrataciones (17%).
El estudio indica que las industrias de servicios financieros y de consumo masivo son las que más fraudes reportaron (49%), seguidas por la de comunicaciones (37%).
Daños
El 40% de las organizaciones argentinas que sufrió un fraude tuvo un impacto financiero que osciló entre los 50 mil y el millón de dólares. No hubo organizaciones en el país que reportaran un impacto mayor a los 5 millones de dólares, a diferencia de Latinoamérica (14%) y el mundo (19%). Casi el 24% de los ejecutivos argentinos que sufrió un delito económico en los últimos dos años no sabe cuál fue el impacto financiero que este originó, más del doble que en Latinoamérica (10%) y el mundo (8%).
Sin embargo, la pérdida económica no es la única preocupación que enfrentan las empresas en la lucha contra el fraude.
Los ejecutivos argentinos señalaron como algunos de los daños colaterales más graves, en orden decreciente: la moral de los empleados, la reputación de la organización y de la marca, y las relaciones de negocios. (Empresas News).
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