BUENOS AIRES, Abril 30, (PUNTO CERO-La Política On LIne) Como adelantó La Política Online el viernes, una espiral de temor se propaga en la Casa Rosada y en funcionarios de segunda línea que temen quedar fuera del gobierno por el imprevisible avance de la causa Skanska. La revelación de La Nación respecto a las presiones de Enargas para que TGN acepte avanzar con la licitación en Dean Funes a manos de Skanska promete un capitulo apasionante en este caso. José López y Fulvio Madaro en la mira presidencial.
El gobierno de Néstor Kirchner analiza con preocupación las derivaciones del caso Skanska, según admitieron fuentes oficiales a LA NACION. En la intimidad de la residencia presidencial de Olivos, Kirchner comentó que si la causa judicial avanza "se irán los funcionarios que hayan actuado mal", en estamentos intermedios del Estado, para preservar a los funcionarios superiores de la administración.
Kirchner buscará sostener al ministro de Planificación, Julio De Vido, según pudo saber LA NACION. Se trata de su más confiable colaborador desde las épocas en que el Presidente gobernaba Santa Cruz.
No puede prescindir de sus servicios. Pero Kirchner no quiere actuar como lo hacía el ex presidente Carlos Menem ante denuncias de corrupción: para defender a sus funcionarios, decía: "Nadie es culpable hasta que la Justicia demuestre lo contrario".
En la Casa Rosada entrevén que así los escándalos crecían en intensidad y afectaban hasta la cabeza.
Para preservar a De Vido, al que incluso quiere mantener si Cristina Kirchner llega a la presidencia de la Nación en diciembre próximo, se vería obligado descomprimir la tensión y cortar de cuajo el avance.
Por ello, según confiaron a LA NACION altas fuentes oficiales, se mira a diversos potenciales fusibles sólo para el caso en que crezca la causa que instruye el juez en lo penal económico Javier López Biscayart.
Un eventual pedido de renuncia podría recaer en el presidente del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), Fulvio Madaro. También está en la mira el secretario de Obras Públicas, José López, ambos de máxima confianza de De Vido y Kirchner.
Pero en la Casa Rosada también advirtieron que "a Kirchner no le gusta echar a sus funcionarios", porque ello supone reconocer errores propios. Es posible entonces que los relevos no sean inmediatos. Aquellos son dos de los principales hombres en la mira. Pero no están exentos el secretario de Energía, Daniel Cameron, ni el gerente general de Nación Fideicomisos, Néstor Ulloa. Todos participaron del proceso administrativo.
"Los dos más señalados son Madaro y López", dijo a LA NACION una fuente confiable de la Casa Rosada.
Un dato no pasó inadvertido. El miércoles último, Kirchner se refirió por primera vez al caso Skanska en la Casa Rosada. Dijo: "Si un funcionario hizo algo que no se debe, se va". Se consideró esto una señal hacia afuera y hacia adentro del Gobierno.
Entre los presentes en el acto estaban De Vido y José López. López había amagado en diciembre último con renunciar, pero fue frenado por De Vido.
En el mismo discurso, Kirchner aseguró que en el caso Skanska "el gobierno nacional no tiene nada que ver"; que "es un caso de corrupción entre privados". Y agregó: "Si un funcionario hizo algo que no se debe, se va. Yo vine con las manos así [limpias]".
También desafió a la prensa: "Después van a publicar muy chiquitito que ningún funcionario tuvo nada que ver". Antes de ese discurso, hace diez días, Kirchner había citado a De Vido a su despacho y le había pedido que le explicara el caso Skanska con pelos y señales.
De Vido lo convenció de que "es un caso de coimas entre privados".
De allí que Kirchner hablara con tanto énfasis la semana última.
Con el avance del caso, en Balcarce 50 aseguran que Kirchner confía en sus funcionarios -asegura que ninguno pudo haber cometido delitos-, pero está preocupado por la "responsabilidad política" que pudiera caberles a funcionarios intermedios que por error u omisión pudieran haber permitido que alguien percibiera dinero indebido. Les podría caber entonces la figura de mal desempeño de funcionario público.
Incertidumbre oficial
Según reveló LA NACION en su edición de ayer, el Enargas ordenó por escrito a TGN que contratara a Skanska para obras de un tramo del Gasoducto del Norte, pese a que TGN le había advertido siete veces que Skanska había cotizado ese trabajo en 29,2 millones de pesos, con un sobreprecio del 152% sobre el presupuesto original, de 11,7 millones de pesos.
"A De Vido, Kirchner no le va a soltar la mano; podría relevar a funcionarios inferiores, como Madaro y José López", dijo a LA NACION una fuente gubernamental. Los avisos de TGN al Enargas se remitían con copia a Cameron, a José López y a Ulloa. Por ello, todos estarían advertidos de los sobreprecios. Sin embargo, en la Casa Rosada aún no saben cómo afectará la causa judicial a cada uno. En tanto, algunos expedientes de Planificación están paralizados debido a las auditorías internas que desataron los allanamientos. (PUNTO CERO-La Política On LIne).
lunes, abril 30, 2007
EL CASO SKANSKA. YA HABLAN DE SALIDA DE FUNCIONARIOS.
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