LUJAN, Abril 30, (PUNTO CERO-El Civismo) Un reciente informe de DIB indica que la mitad de los zoológicos públicos y privados bonaerenses no cumplen los requisitos necesarios para su apertura.
Las deficiencias se basan en la seguridad de su infraestructura y en el contacto que ofrecen con animales salvajes.
En su edición del 20 de abril pasado, la agencia de noticias DIB detalló que la mitad de los zoológicos públicos y privados de la provincia de Buenos Aires no cumplen con los requisitos exigidos por la legislación provincial, especialmente en cuanto a seguridad de la infraestructura y el contacto del público con los animales.
Esa fuente indicó que sobre un total de 18 zoos registrados en territorio bonaerense, sólo 9 cumplen con los requisitos exigidos por la Ley Provincial de Zoológicos (12.238): entre los restantes, el zoo de Guernica y el “Ecoparque Mepul” de Sierra de la Ventana están actualmente clausurados.
La información no es ajena a nuestra ciudad ya que se informó que “los otros siete zoos no están reempadronados en el registro provincial del Ministerio de Asuntos Agrarios -el órgano de contralor- porque no enviaron la documentación requerida para funcionar. Sin embargo, hoy tienen las puertas abiertas, pese a los riesgos que esto implica para los visitantes”.
Los infractores serían, entonces, el “Zoo Luján” de esta ciudad, la “Granja Don Mario” de Almirante Brown, el “Carlos Merti” de San Antonio de Areco, “El Calito” de Daireaux, “El Paraíso” de Sierra de los Padres, “La Alameda” de Chascomús, y el municipal de Colón. Por su parte, DIB también denunció que los primeros cuatro mencionados en el párrafo anterior “tienen causas judiciales abiertas por incumplimientos vinculados a deficiencias en infraestructura -tales como falta de seguridad en jaulas- o por permitir el contacto entre el público y los animales, buscando una ganancia extra”.
Según señaló a DIB el subsecretario de Control Alimentario y Uso de los Recursos Naturales y Pesqueros de Asuntos Agrarios, Oscar Balbi, estos zoológicos “han sido intimados por carta documento para que regularicen su situación pero es finalmente la Justicia quien tiene el poder para clausurarlos".
Los fallos no llegan y las distintas apelaciones dilatan aún más las resoluciones judiciales. Por ello, estos zoos siguen funcionando con normalidad pese a que las advertencias están sobre la mesa.
“El reempadronamiento de los zoológicos provinciales comenzó a implementarse en el 2005, y recién este año algunos nos están comenzando a enviar parte de la documentación que adeudan para funcionar en regla", señaló el director provincial de Recursos Naturales, Manuel Pedreira.
La situación legal de los predios como el “Zoo Luján” siempre fue un tema complejo para la Provincia, pero recobró fuerza a partir de la trágica muerte de Melisa Casco, la joven que trabajaba en el “Parque Ecológico del Sur”, en Florencio Varela, y fue atacada por un oso hormiguero al ingresar en su jaula.
El problema central que enfrentan quienes pretenden controlar a estos emprendimientos es el contacto con los animales, una práctica que atrae público, pero que es naturalmente peligrosa. De hecho, EL CIVISMO, no sólo encontró en internet gran cantidad de fotos de visitantes al Zoo Luján con leones, tigres, elefantes, etcétera, sino que confirmó que el slogan publicitario del lugar es “Un verdadero contacto con los animales”.
DIB destacó que “los especialistas coinciden en que los animales salvajes, más allá de los pacíficos antecedentes con que puedan contar, suelen reaccionar de la forma más inesperada, especialmente si se sienten amenazados”.
El contacto con los animales está expresamente prohibido por el decreto 2308 que reglamentó en 2001 la Ley de Zoológicos. Sin embargo, las causas judiciales contra varios zoológicos bonaerenses incluyen filmaciones donde se observa a algunos chicos dentro de las propias jaulas, acariciando y alimentando a los animales.
La agencia provincial también subrayó que “uno de los zoos que implementaba esta modalidad es el de Luján, infraccionado por Asuntos Agrarios y con un fallo en contra, pero que, tras apelar la resolución judicial, hoy sigue funcionando normalmente”.
Claudio Bertonatti, uno de los directores de la Fundación Vida Silvestre, dice que la enorme mayoría de los zoológicos del país no realizan investigaciones ni planes educativos y en cambio sólo “se limitan a exhibir los animales y a invertir en este sentido, porque para la mayoría de sus propietarios un zoológico es un negocio”.
Las deficiencias se basan en la seguridad de su infraestructura y en el contacto que ofrecen con animales salvajes.
En su edición del 20 de abril pasado, la agencia de noticias DIB detalló que la mitad de los zoológicos públicos y privados de la provincia de Buenos Aires no cumplen con los requisitos exigidos por la legislación provincial, especialmente en cuanto a seguridad de la infraestructura y el contacto del público con los animales.
Esa fuente indicó que sobre un total de 18 zoos registrados en territorio bonaerense, sólo 9 cumplen con los requisitos exigidos por la Ley Provincial de Zoológicos (12.238): entre los restantes, el zoo de Guernica y el “Ecoparque Mepul” de Sierra de la Ventana están actualmente clausurados.
La información no es ajena a nuestra ciudad ya que se informó que “los otros siete zoos no están reempadronados en el registro provincial del Ministerio de Asuntos Agrarios -el órgano de contralor- porque no enviaron la documentación requerida para funcionar. Sin embargo, hoy tienen las puertas abiertas, pese a los riesgos que esto implica para los visitantes”.
Los infractores serían, entonces, el “Zoo Luján” de esta ciudad, la “Granja Don Mario” de Almirante Brown, el “Carlos Merti” de San Antonio de Areco, “El Calito” de Daireaux, “El Paraíso” de Sierra de los Padres, “La Alameda” de Chascomús, y el municipal de Colón. Por su parte, DIB también denunció que los primeros cuatro mencionados en el párrafo anterior “tienen causas judiciales abiertas por incumplimientos vinculados a deficiencias en infraestructura -tales como falta de seguridad en jaulas- o por permitir el contacto entre el público y los animales, buscando una ganancia extra”.
Según señaló a DIB el subsecretario de Control Alimentario y Uso de los Recursos Naturales y Pesqueros de Asuntos Agrarios, Oscar Balbi, estos zoológicos “han sido intimados por carta documento para que regularicen su situación pero es finalmente la Justicia quien tiene el poder para clausurarlos".
Los fallos no llegan y las distintas apelaciones dilatan aún más las resoluciones judiciales. Por ello, estos zoos siguen funcionando con normalidad pese a que las advertencias están sobre la mesa.
“El reempadronamiento de los zoológicos provinciales comenzó a implementarse en el 2005, y recién este año algunos nos están comenzando a enviar parte de la documentación que adeudan para funcionar en regla", señaló el director provincial de Recursos Naturales, Manuel Pedreira.
La situación legal de los predios como el “Zoo Luján” siempre fue un tema complejo para la Provincia, pero recobró fuerza a partir de la trágica muerte de Melisa Casco, la joven que trabajaba en el “Parque Ecológico del Sur”, en Florencio Varela, y fue atacada por un oso hormiguero al ingresar en su jaula.
El problema central que enfrentan quienes pretenden controlar a estos emprendimientos es el contacto con los animales, una práctica que atrae público, pero que es naturalmente peligrosa. De hecho, EL CIVISMO, no sólo encontró en internet gran cantidad de fotos de visitantes al Zoo Luján con leones, tigres, elefantes, etcétera, sino que confirmó que el slogan publicitario del lugar es “Un verdadero contacto con los animales”.
DIB destacó que “los especialistas coinciden en que los animales salvajes, más allá de los pacíficos antecedentes con que puedan contar, suelen reaccionar de la forma más inesperada, especialmente si se sienten amenazados”.
El contacto con los animales está expresamente prohibido por el decreto 2308 que reglamentó en 2001 la Ley de Zoológicos. Sin embargo, las causas judiciales contra varios zoológicos bonaerenses incluyen filmaciones donde se observa a algunos chicos dentro de las propias jaulas, acariciando y alimentando a los animales.
La agencia provincial también subrayó que “uno de los zoos que implementaba esta modalidad es el de Luján, infraccionado por Asuntos Agrarios y con un fallo en contra, pero que, tras apelar la resolución judicial, hoy sigue funcionando normalmente”.
Claudio Bertonatti, uno de los directores de la Fundación Vida Silvestre, dice que la enorme mayoría de los zoológicos del país no realizan investigaciones ni planes educativos y en cambio sólo “se limitan a exhibir los animales y a invertir en este sentido, porque para la mayoría de sus propietarios un zoológico es un negocio”.
Por esa causa, el especialista recomendó rechazar toda invitación a ingresar a las jaulas “dado que nadie puede asegurar que un animal silvestre no pueda contagiar una enfermedad a una persona -más aún a un niño- o bien que no esté expuesto a un daño físico”. (PUNTO CERO-El Civismo).
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