El intendente de Quilmes, Francisco “Barba” Gutiérrez, inició una nueva ofensiva sobre el Concejo Deliberante local para conseguir en abril la aprobación del denominado “Puerto Madero del Conurbano”, un megaproyecto inmobiliario sobre la costa del río, denunciado por su impacto ecológico.
Es una verdad tan vieja como la historia que no siempre negocios y política corren de la mano. O mejor dicho, que el dinero tiene un poder de convicción que genera alianzas impensadas. Ese parece ser el caso del intendente ultrakirchnerista Francisco “Barba” Gutiérrez y el poderoso grupo Techint que junto a Clarín, lidera la ofensiva empresaria contra el gobierno de Cristina Kirchner.
Es que las marchas en “defensa” del gobierno y contra los “destituyentes” del caso, en las que suele anotarse Gutiérrez no parecen generarle ninguna contradicción a la hora de imprimir en su distrito un fuerte lobby a favor de un polémico megaproyecto inmobiliario del principal grupo industrial de la Argentina.
El proyecto conocido como "Costa del Plata", que algunos entusiastas imaginan como un Puerto Madero del Conurbano Sur, plantea la urbanización de la ribera de Quilmes y Avellaneda. Esta iniciativa que contaba con el aval de Daniel Scioli se trabó en el Concejo Deliberante de Quilmes donde pese al fuerte lobby desplegado, el grupo de la familia Rocca hasta ahora no logró que le prueben la rezonificación de la ribera, necesaria para hacer las obras.
Además, sectores ambientalistas denuncian el fuerte impacto ecológico del proyecto y hasta existen sospechas de un negociado con la entrega de tierras fiscales a Techint.
En este marco, se suceden sugestivos movimientos que en la empresa de los Rocca atribuyen a maniobras de los políticos para forzar negociaciones “particulares”. Es que si bien Gutiérrez defiende públicamente la millonaria iniciativa y hasta acusa a los concejales opositores de “trabarla”, lo cierto es que la Intendencia todavía no envió al Concejo un proyecto de rebonificación.
De todas maneras, funcionarios del “Barba” destacaron que el proyecto “sigue en pie” y anunciaron que solicitarán celeridad en el tratamiento de la ordenanza para que se apruebe en abril.
Dos años de atraso
El proyecto se anunció en marzo de 2008 y logró una rápida aprobación en el Concejo Deliberante de Avellaneda (el otro municipio involucrado). Sin embargo, cuando le toco el turno al legislativo de Quilmes, se trabó la iniciativa que sigue sin obtener el permiso para construir edificios en la cota del Río de la Plata.
Se trata de una iniciativa muy ambiciosa que promete sólo para Quilmes una inversión de al menos 100 millones de dólares. El titular del Concejo Deliberante de Quilmes, Mario Sahagún, confirmó a La Política Online que “el Departamento Ejecutivo nunca envió el proyecto de ordenanza” por lo cual si la obra no se pone en marcha “es por la demora de la gestión y no de los concejales”.
“El intendente dijo en 4 oportunidades que iba a mandar la propuesta pero nunca lo hizo. Sale a los medios a decir que la oposición le va a trabar el proyecto aunque nunca lo envió, recurre a las chicanas y las operaciones de prensa para justificar la demora”, agregó Sahagún, concejal de la Coalición Cívica.
El Concejo Deliberante de Quilmes es conducido por la oposición, pero Sahaún señaló que frente a este tema los 24 concejales “tienen una postura política heterogénea”, de manera que es una “simplificación” la acusación lanzada por Gutiérrez a la oposición de trabar la iniciativa.
Lo cierto es que la mitad de los ediles responde al oficialismo y la otra mitad está atomizada, entre representantes de Unión PRO, el peronismo disidente, la UCR y la Coalición Cívica. No obstante, el voto desempate del cuerpo está en manos de la oposición porque la presidencia está a cargo de Sahagún.
El impacto ambiental
Más allá de la pelea política, la iniciativa del grupo Techint también enfrenta los cuestionamientos de diversas organizaciones ambientalistas que piden la preservación del espacio verde costero y hasta cuentan con un estudio impacto ambiental realizado por la Universidad Nacional de La Plata que avala sus preocupaciones.
Además, estos sectores denuncian que el grupo de la familia Rocca se benefició por “una trasferencia irregular de los terrenos del Ceamse a Techint a finales de la década del 70” y la “sospechosa eliminación de obligaciones por parte del contratista en los 90”.
El secretario de Medio Ambiente de Quilmes, Claudio Olivares, negó las acusaciones en diálogo con La Política Online. El funcionario destacó que “se realizaron diversas investigaciones sobre la viabilidad de la iniciativa y sólo la de Universidad de la Plata generó inconvenientes”.
“La Universidad Técnica Nacional avaló el proyecto y ya tenemos una evaluación final que demuestra que la obra sigue en pie”, agregó el funcionario del “Barba” Gutiérrez.
Según reveló Olivares el desarrollo abarca el área ribereña de Villa Domínico, Wilde y Bernal y estará destinada en un “70 por ciento para el uso público y sólo el 30 por ciento restante se utilizará para la construcción del emprendimiento inmobiliario” que incluirá un polo gastronómico, oficinas y viviendas.
El funcionario sí reconoció que existe un cuestionamiento sobre “la legalidad de la entrega del terreno al grupo Rocca”, porque “según sostienen en la última dictadura militar se expropiaron terrenos de la costa de Avellaneda y Quilmes para beneficiar a Techint”.
“Esta es una cuestión de principios, nosotros como gestión no tenemos detalles del traspaso de las tierras, sólo pudimos constatar que Techint tiene las escrituras, así que desde el punto de vista legal no hay ningún inconveniente”, opinó. De todos modos, Olivares minimizó las acusaciones y enfatizó que “la obra es una oportunidad única para Quilmes ya que nunca llegan inversiones de esta envergadura al Conurbano”. (La Política OnLine).
Es una verdad tan vieja como la historia que no siempre negocios y política corren de la mano. O mejor dicho, que el dinero tiene un poder de convicción que genera alianzas impensadas. Ese parece ser el caso del intendente ultrakirchnerista Francisco “Barba” Gutiérrez y el poderoso grupo Techint que junto a Clarín, lidera la ofensiva empresaria contra el gobierno de Cristina Kirchner.
Es que las marchas en “defensa” del gobierno y contra los “destituyentes” del caso, en las que suele anotarse Gutiérrez no parecen generarle ninguna contradicción a la hora de imprimir en su distrito un fuerte lobby a favor de un polémico megaproyecto inmobiliario del principal grupo industrial de la Argentina.
El proyecto conocido como "Costa del Plata", que algunos entusiastas imaginan como un Puerto Madero del Conurbano Sur, plantea la urbanización de la ribera de Quilmes y Avellaneda. Esta iniciativa que contaba con el aval de Daniel Scioli se trabó en el Concejo Deliberante de Quilmes donde pese al fuerte lobby desplegado, el grupo de la familia Rocca hasta ahora no logró que le prueben la rezonificación de la ribera, necesaria para hacer las obras.
Además, sectores ambientalistas denuncian el fuerte impacto ecológico del proyecto y hasta existen sospechas de un negociado con la entrega de tierras fiscales a Techint.
En este marco, se suceden sugestivos movimientos que en la empresa de los Rocca atribuyen a maniobras de los políticos para forzar negociaciones “particulares”. Es que si bien Gutiérrez defiende públicamente la millonaria iniciativa y hasta acusa a los concejales opositores de “trabarla”, lo cierto es que la Intendencia todavía no envió al Concejo un proyecto de rebonificación.
De todas maneras, funcionarios del “Barba” destacaron que el proyecto “sigue en pie” y anunciaron que solicitarán celeridad en el tratamiento de la ordenanza para que se apruebe en abril.
Dos años de atraso
El proyecto se anunció en marzo de 2008 y logró una rápida aprobación en el Concejo Deliberante de Avellaneda (el otro municipio involucrado). Sin embargo, cuando le toco el turno al legislativo de Quilmes, se trabó la iniciativa que sigue sin obtener el permiso para construir edificios en la cota del Río de la Plata.
Se trata de una iniciativa muy ambiciosa que promete sólo para Quilmes una inversión de al menos 100 millones de dólares. El titular del Concejo Deliberante de Quilmes, Mario Sahagún, confirmó a La Política Online que “el Departamento Ejecutivo nunca envió el proyecto de ordenanza” por lo cual si la obra no se pone en marcha “es por la demora de la gestión y no de los concejales”.
“El intendente dijo en 4 oportunidades que iba a mandar la propuesta pero nunca lo hizo. Sale a los medios a decir que la oposición le va a trabar el proyecto aunque nunca lo envió, recurre a las chicanas y las operaciones de prensa para justificar la demora”, agregó Sahagún, concejal de la Coalición Cívica.
El Concejo Deliberante de Quilmes es conducido por la oposición, pero Sahaún señaló que frente a este tema los 24 concejales “tienen una postura política heterogénea”, de manera que es una “simplificación” la acusación lanzada por Gutiérrez a la oposición de trabar la iniciativa.
Lo cierto es que la mitad de los ediles responde al oficialismo y la otra mitad está atomizada, entre representantes de Unión PRO, el peronismo disidente, la UCR y la Coalición Cívica. No obstante, el voto desempate del cuerpo está en manos de la oposición porque la presidencia está a cargo de Sahagún.
El impacto ambiental
Más allá de la pelea política, la iniciativa del grupo Techint también enfrenta los cuestionamientos de diversas organizaciones ambientalistas que piden la preservación del espacio verde costero y hasta cuentan con un estudio impacto ambiental realizado por la Universidad Nacional de La Plata que avala sus preocupaciones.
Además, estos sectores denuncian que el grupo de la familia Rocca se benefició por “una trasferencia irregular de los terrenos del Ceamse a Techint a finales de la década del 70” y la “sospechosa eliminación de obligaciones por parte del contratista en los 90”.
El secretario de Medio Ambiente de Quilmes, Claudio Olivares, negó las acusaciones en diálogo con La Política Online. El funcionario destacó que “se realizaron diversas investigaciones sobre la viabilidad de la iniciativa y sólo la de Universidad de la Plata generó inconvenientes”.
“La Universidad Técnica Nacional avaló el proyecto y ya tenemos una evaluación final que demuestra que la obra sigue en pie”, agregó el funcionario del “Barba” Gutiérrez.
Según reveló Olivares el desarrollo abarca el área ribereña de Villa Domínico, Wilde y Bernal y estará destinada en un “70 por ciento para el uso público y sólo el 30 por ciento restante se utilizará para la construcción del emprendimiento inmobiliario” que incluirá un polo gastronómico, oficinas y viviendas.
El funcionario sí reconoció que existe un cuestionamiento sobre “la legalidad de la entrega del terreno al grupo Rocca”, porque “según sostienen en la última dictadura militar se expropiaron terrenos de la costa de Avellaneda y Quilmes para beneficiar a Techint”.
“Esta es una cuestión de principios, nosotros como gestión no tenemos detalles del traspaso de las tierras, sólo pudimos constatar que Techint tiene las escrituras, así que desde el punto de vista legal no hay ningún inconveniente”, opinó. De todos modos, Olivares minimizó las acusaciones y enfatizó que “la obra es una oportunidad única para Quilmes ya que nunca llegan inversiones de esta envergadura al Conurbano”. (La Política OnLine).
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