A pesar de que los vagones Talgo IV y las seis locomotoras compradas a España ya están en condiciones todavía no se pusieron en funcionamiento. Trámites burocráticos y trabas desde la Fraternidad demoran la inauguración de las nuevas formaciones que en teoría iban a reforzar el servicio estival hacia la Costa. Problemas en la capacitación de los maquinistas.
Demoras, quejas, horas perdidas y un fastidio enorme para los pasajeros. Verano tras verano los descarrilamientos de las formaciones que unen Constitución con Mar del Plata se suceden de modo tal que el problema parece no tener solución. Y si el azar permite completar llegar a destino sin accidentes el panorama tampoco es el mejor: con vagones de los años 60, sucios, rotos e incómodos, máquinas al borde la extinción y vías sin mantenimiento, el viaje puede parecerse a una pesadilla.
Con este marco, el Gobierno nacional tomó la decisión de invertir 90 millones de pesos y comprarle a la empresa española Renfe seis trenes de la serie Talgo IV y seis locomotoras diesel eléctricas. En noviembre llegaron dos formaciones de nueve vagones y las seis locomotoras pero por el momento los trenes sólo se corrieron hasta Alejandro Korn en período de pruebas. La intención de acondicionar las formaciones para reforzar el servicio estival quedó en la nada.
Sucede que desde el momento del desembarco de los trenes en Dock Sud, la burocracia se hizo un festín. La exención impositiva para el material rodante estaba vencida por lo que la presidenta Cristina Kirchner tuvo que firmar el decreto 1917 para eximir el pago de tasas. Los meses que se tardó en definir la situación atentaron contra las pruebas y el acondicionamiento de vías y los trenes descansaron en un depósito de la Aduana.
De todas maneras, semanas atrás se hizo una prueba piloto hasta Alejandro Korn y otra hasta Cañuelas. La idea es que Cristina inaugure el servicio junto con la apertura de la nueva estación ferroautomotora de Mar del Plata, que será puesta en marcha en marzo, según el titular del Ente de Obras y Servicios Urbanos (Enosur), Manuel Regidor.
Sin embargo, más allá de las cuestiones técnicas también existieron trabas desde el sindicato de La Fraternidad, que conduce Omar Maturano, según contaron desde la Secretaría de Transporte. El gremio puso el grito en el exigiendo capacitación para los maquinistas porque, obviamente, la tecnología de los nuevos coches dista mucho de lo obsoleto de las actuales formaciones.
“Los trabajadores ya están capacitados, son seis maquinistas que están preparados. Este es un problema entre la Nación, que compró los trenes, y la Provincia, que es la que maneja Ferrobaires. ¿Cómo los trabajadores no vamos a querer que se mejore el servicio con trenes nuevos? No queremos manejar más chatarra”, le dijo Maturano a LPO. (La Política OnLine).
Con este marco, el Gobierno nacional tomó la decisión de invertir 90 millones de pesos y comprarle a la empresa española Renfe seis trenes de la serie Talgo IV y seis locomotoras diesel eléctricas. En noviembre llegaron dos formaciones de nueve vagones y las seis locomotoras pero por el momento los trenes sólo se corrieron hasta Alejandro Korn en período de pruebas. La intención de acondicionar las formaciones para reforzar el servicio estival quedó en la nada.
Sucede que desde el momento del desembarco de los trenes en Dock Sud, la burocracia se hizo un festín. La exención impositiva para el material rodante estaba vencida por lo que la presidenta Cristina Kirchner tuvo que firmar el decreto 1917 para eximir el pago de tasas. Los meses que se tardó en definir la situación atentaron contra las pruebas y el acondicionamiento de vías y los trenes descansaron en un depósito de la Aduana.
De todas maneras, semanas atrás se hizo una prueba piloto hasta Alejandro Korn y otra hasta Cañuelas. La idea es que Cristina inaugure el servicio junto con la apertura de la nueva estación ferroautomotora de Mar del Plata, que será puesta en marcha en marzo, según el titular del Ente de Obras y Servicios Urbanos (Enosur), Manuel Regidor.
Sin embargo, más allá de las cuestiones técnicas también existieron trabas desde el sindicato de La Fraternidad, que conduce Omar Maturano, según contaron desde la Secretaría de Transporte. El gremio puso el grito en el exigiendo capacitación para los maquinistas porque, obviamente, la tecnología de los nuevos coches dista mucho de lo obsoleto de las actuales formaciones.
“Los trabajadores ya están capacitados, son seis maquinistas que están preparados. Este es un problema entre la Nación, que compró los trenes, y la Provincia, que es la que maneja Ferrobaires. ¿Cómo los trabajadores no vamos a querer que se mejore el servicio con trenes nuevos? No queremos manejar más chatarra”, le dijo Maturano a LPO. (La Política OnLine).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario