La secuencia de hechos delictivos en nuestra ciudad requiere de un pronunciamiento contundente, pero también de cambios profundos que impliquen arrojar mayor tranquilidad a los vecinos, y en ese sentido nos parece acertada la definición del Departamento Ejecutivo Municipal de dar por terminado el ciclo o mandato de las autoridades policiales que tiene nuestro distrito.
Respaldamos asimismo las gestiones que a nivel ministerial se han materializado hasta el cansancio, tendientes a lograr este objetivo, y por ende, esperamos mayor celeridad en la respuesta: resulta intolerable –sólo a título ejemplificativo- que en contados meses roben dos joyerías, distantes ambas a 200 metros de la Comisaría primera.
Sin duda que la determinación del Municipio deja trascender variados análisis y muchos han sido expuestos con anterioridad, no sólo elevando nuestra preocupación sino también la necesidad de efectuar un cambio profundo en las designaciones de los funcionarios que son “derivados” a Chascomús.
Prácticamente desde hace una década sosteníamos que seriamos implacables en el análisis y recepción de los funcionarios que “derivaba” la provincia a nuestras localidades (Procedimiento de Control y Calificación Ciudadana a través de la Ordenanza 2967/00), mediante la cual centralmente optábamos por evaluar la trayectoria de los oficiales de jerarquía que tenían destino en el interior bonaerense y ello facilitaba la interacción por variadas razones.
En nuestra región los procedimientos deben desarrollarse con legalidad absoluta, respeto al vecino, conocimiento y revalorización de hábitos y cultura lugareña, interacción permanente con poderes públicos y ONgs comprometidas con la temática, a través de mecanismos de participación concretos (Plan de Seguridad de Vigilancia Comunitaria” declarado de interés municipal por Ordenanza 3291/03) y siendo éstas cuestiones enunciativas –entre otras tantas- que formaban parte con aciertos y errores de nuestra realidad institucional cotidiana.
Entendemos que la metodología empleada por el Ministerio de Seguridad provincial para la designación de los funcionarios jerárquicos de la policía bonaerense en Chascomús dista mucho de respetar estos principios, quizás son mecanismos aptos para otras ciudades donde la “despersonalización”, la calidad e integridad de los funcionarios son valores secundarios…
Lamentablemente las creaciones de las nuevas Departamentales –sin planificación alguna- determino que Chascomús se convirtiera en cabecera, y sería importante conocer los criterios prácticos para la toma de estas resoluciones por parte del Ministerio de Seguridad (consulta previa con autoridades de los distritos afectados, situación geográfica y accesibilidad vial entre los mismos, asignación presupuestaria y de personal, interacción con distintos departamentos Judiciales, etc).
No nos ánima una óptica prejuiciosa, es más, bregamos para que se entienda la necesidad de interactuar con reparticiones judiciales, del Ministerio Público u otros organismos -que también tienen responsabilidad en esta materia- en la necesidad de contar en los tiempos que corren con un Programa de Estado Municipal en materia de Seguridad Ciudadana.
Obviamente nos estamos refiriendo a la participación del Municipio en un servicio, que si bien es competencia excluyente de la Provincia, y ésta ha operado en los últimos años una escalada de derivación de la responsabilidad que resulta tan preocupante como demostrativa del fracaso de una política efectista, centralista y vacía de contenido.
El gobierno provincial (tanto la gestión Scioli como la de Solá- Arslanian) acudió a distintos andamiajes normativos –impuestos por la fuerza y no consenso- para “descentralizar” la responsabilidad del manejo funcional de la policía en nuestras comunas, y es así que en la actualidad conviven Municipios del interior de igual entidad poblacional con distinta estructura institucional de la fuerza (Policía Comunal y Policía Distrital).
En este contexto, resulta llamativo el silencio del otro departamento del Estado Municipal: en efecto el Concejo Deliberante no sólo debe expresarse sobre esta problemática, sino que debe encabezar los cambios profundos reclamados, y ello al margen del conocido respaldo que ha expresado en diversas oportunidades su Presidente a las fuerzas de seguridad del distrito.
Sin duda estamos frente a un cúmulo de interrogantes y desafíos pendientes, frente a una comunidad que seguramente prioriza el compromiso de sus funcionarios en materia de seguridad ciudadana, en donde la falta de acción o lentitud del gobierno provincial nos hace perder el hábito y costumbre de convivir en paz y tranquilidad.
Nosotros no nos resignamos, nos comprometemos cada día más porque la seguridad ciudadana es nuestra prioridad.
Chascomús, Marzo 1º de 2011.-
Gustavo LOPEZ, presidente; José Saturnino ÁLVAREZ, vicepresidente; Osvaldo CASALINS, secretario general.
Respaldamos asimismo las gestiones que a nivel ministerial se han materializado hasta el cansancio, tendientes a lograr este objetivo, y por ende, esperamos mayor celeridad en la respuesta: resulta intolerable –sólo a título ejemplificativo- que en contados meses roben dos joyerías, distantes ambas a 200 metros de la Comisaría primera.
Sin duda que la determinación del Municipio deja trascender variados análisis y muchos han sido expuestos con anterioridad, no sólo elevando nuestra preocupación sino también la necesidad de efectuar un cambio profundo en las designaciones de los funcionarios que son “derivados” a Chascomús.
Prácticamente desde hace una década sosteníamos que seriamos implacables en el análisis y recepción de los funcionarios que “derivaba” la provincia a nuestras localidades (Procedimiento de Control y Calificación Ciudadana a través de la Ordenanza 2967/00), mediante la cual centralmente optábamos por evaluar la trayectoria de los oficiales de jerarquía que tenían destino en el interior bonaerense y ello facilitaba la interacción por variadas razones.
En nuestra región los procedimientos deben desarrollarse con legalidad absoluta, respeto al vecino, conocimiento y revalorización de hábitos y cultura lugareña, interacción permanente con poderes públicos y ONgs comprometidas con la temática, a través de mecanismos de participación concretos (Plan de Seguridad de Vigilancia Comunitaria” declarado de interés municipal por Ordenanza 3291/03) y siendo éstas cuestiones enunciativas –entre otras tantas- que formaban parte con aciertos y errores de nuestra realidad institucional cotidiana.
Entendemos que la metodología empleada por el Ministerio de Seguridad provincial para la designación de los funcionarios jerárquicos de la policía bonaerense en Chascomús dista mucho de respetar estos principios, quizás son mecanismos aptos para otras ciudades donde la “despersonalización”, la calidad e integridad de los funcionarios son valores secundarios…
Lamentablemente las creaciones de las nuevas Departamentales –sin planificación alguna- determino que Chascomús se convirtiera en cabecera, y sería importante conocer los criterios prácticos para la toma de estas resoluciones por parte del Ministerio de Seguridad (consulta previa con autoridades de los distritos afectados, situación geográfica y accesibilidad vial entre los mismos, asignación presupuestaria y de personal, interacción con distintos departamentos Judiciales, etc).
No nos ánima una óptica prejuiciosa, es más, bregamos para que se entienda la necesidad de interactuar con reparticiones judiciales, del Ministerio Público u otros organismos -que también tienen responsabilidad en esta materia- en la necesidad de contar en los tiempos que corren con un Programa de Estado Municipal en materia de Seguridad Ciudadana.
Obviamente nos estamos refiriendo a la participación del Municipio en un servicio, que si bien es competencia excluyente de la Provincia, y ésta ha operado en los últimos años una escalada de derivación de la responsabilidad que resulta tan preocupante como demostrativa del fracaso de una política efectista, centralista y vacía de contenido.
El gobierno provincial (tanto la gestión Scioli como la de Solá- Arslanian) acudió a distintos andamiajes normativos –impuestos por la fuerza y no consenso- para “descentralizar” la responsabilidad del manejo funcional de la policía en nuestras comunas, y es así que en la actualidad conviven Municipios del interior de igual entidad poblacional con distinta estructura institucional de la fuerza (Policía Comunal y Policía Distrital).
En este contexto, resulta llamativo el silencio del otro departamento del Estado Municipal: en efecto el Concejo Deliberante no sólo debe expresarse sobre esta problemática, sino que debe encabezar los cambios profundos reclamados, y ello al margen del conocido respaldo que ha expresado en diversas oportunidades su Presidente a las fuerzas de seguridad del distrito.
Sin duda estamos frente a un cúmulo de interrogantes y desafíos pendientes, frente a una comunidad que seguramente prioriza el compromiso de sus funcionarios en materia de seguridad ciudadana, en donde la falta de acción o lentitud del gobierno provincial nos hace perder el hábito y costumbre de convivir en paz y tranquilidad.
Nosotros no nos resignamos, nos comprometemos cada día más porque la seguridad ciudadana es nuestra prioridad.
Chascomús, Marzo 1º de 2011.-
Gustavo LOPEZ, presidente; José Saturnino ÁLVAREZ, vicepresidente; Osvaldo CASALINS, secretario general.
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