El control del territorio platense a partir de un triunvirato de hermanos fue un sello de gestión del intendente de La Plata, Pablo Bruera. Hubo episodios de violencia en los tres años de gestión. Historias de violencia vinculadas a punteros y barrabravas.
Los problemas para hacer campaña política en La Plata no cesan, los casos de violencia se multiplican. A esto se sumó, el último fin de semana, los graves incidentes ocurridos en el relleno sanitario de Ensenada donde hubo piñas y hasta disparos de arma de fuego. Los casos se reiteran a lo largo de la gestión de Pablo Bruera con historias que narran el poder sobre el territorio y patotas vinculadas a barrabravas.
El último incidente ocurrió el sábado en el ingreso al predio de la Ceamse y participó uno de los hermanos del intendente, el diputado provincial Gabriel Bruera. Allí el sindicato que nuclea a los trabajadores encabezaba una protesta en repudio a la instalación de una planta de tratamiento de residuos que reemplazará ese relleno sanitario.
Alrededor de las 17 del sábado Bruera y el intendente de Ensenada, Mario Secco, llegaron al predio. “Vinieron acompañados de unas 150 personas, en camiones de recolección”, relató a LPO el gremialista Rafael Cuyás.
El gremialista contó que hubo algunas discusiones en el portón de ingreso, cada vez más tensión, hasta que gritaron: "Muchachos, entren y rompan todo".
Además, aseguró que “en ese momento, la horda de gente se subió a los portones y los derribaron". Según su relato, los camiones comenzaron a ingresar y volcaron los residuos sin pasar por la balanza.
Pero todo empeoró cuando, según Cuyás, “ingresó una camioneta a los tiros”. Hubo corridas y golpes.
Los casos se reiteran a lo largo de la gestión. Todos apuntan a patotas vinculadas a Control Urbano y, en especial a uno los hermanos del intendente: Mariano Bruera.
“El caso más grave que tuvimos fue el de una patota ligada a uno de los clubes de la ciudad que golpeó a un grupo de militantes mientras pegaba afiches”, dijo el senador de la Coalición Cívica, Javier Mor Roig. “Está claro que son patotas que responden al intendente”, dijo el senador.
Fueron varios los sectores que denunciaron maltratos y golpizas por parte de Control Urbano, la dirección municipal encargada de controlar la vía pública. Según denuncian, agentes de esa dirección recorren las calles tapando todas las pintadas opositoras y hasta ocasionando algunos golpes a los militantes si los encuentra en plena labor partidaria.
Según denuncian, este grupo es coordinado por uno de los hermanos del intendente allegado a la hinchada del club Estudiantes de La Plata.
“Para nosotros esto es fascismo puro, una intolerancia total”, dijo a LPO el vocero de la Coalición Cívica La Plata, Alejandro Carranza.
“Es inaudito que suceda esto en una ciudad que es un símbolo de la lucha por los Derechos Humanos y donde se llevan a cabo los juicios por la verdad”, aseguró y explicó que recurrirán al Inadi para platear una denuncia.
Los enfrentamientos con los vendedores ambulantes generaron caos en el centro platense. Uno de los vendedores denunció una feroz golpiza dentro de las instalaciones de Control Urbano por haber organizado un piquete en el centro junto a otros vendedores para pedir que detengan las persecuciones y decomisos de mercadería. Según denunciaron los ambulantes, la Comuna detenía a los vendedores que no pagaban los cánones en negro a los inspectores coordinados por el hermano del intendente, Mariano Bruera.
El rol de los hermanos del intendente incluso generó debates en el Concejo Deliberante. Durante los dos primeros años de gestión, ninguno de los dos hermanos ocupó un cargo formal. Oficialmente en la Comuna aseguraban que trabajaban ad honorem. Sin embargo, todos sabían que tomaban decisiones sobre la política municipal, coordinando gente y utilizando vehículos oficiales. Más tarde, Gabriel Bruera fue electo diputado provincial. En tanto, Mariano sigue formalmente siendo un asesor ad honorem.
Lejos de los acuerdos
La semana pasada, desde el Concejo Deliberante se convocó a todos los partidos que tienen representación en el legislativo local a la que concurrieron concejales del Gen, la Coalición Cívica, el PRO y la UCR.
La reunión estuvo encabezada por Gabriel Bruera, diputado provincial y hermano del intendente. Allí se habló de modificar la ordenanza que hoy regula la publicidad en la vía pública.
La normativa prohíbe todo tipo propaganda política en la calle. “Está prohibido hasta volantear”, dice Carranza. La ordenanza fue aprobada durante el último año de gestión de Julio Alak -hoy al frente del ministerio de Justicia de la Nación- en el marco de un programa llamado Ciudad Limpia. Bruera la criticó en su momento, pero no la derogó cuando asumió como intendente.
Si bien Bruera quería encauzar la discusión hacia la utilización de la propaganda política, la oposición le exigió erradicar las presiones y la violencia. “Nada ocurrió, a los tres días destruyeron un local de la Coalición Cívica y hasta se comprobó que hubo un disparo de arma de fuego”, explicó Carranza. (La Política OnLine).
Los problemas para hacer campaña política en La Plata no cesan, los casos de violencia se multiplican. A esto se sumó, el último fin de semana, los graves incidentes ocurridos en el relleno sanitario de Ensenada donde hubo piñas y hasta disparos de arma de fuego. Los casos se reiteran a lo largo de la gestión de Pablo Bruera con historias que narran el poder sobre el territorio y patotas vinculadas a barrabravas.
El último incidente ocurrió el sábado en el ingreso al predio de la Ceamse y participó uno de los hermanos del intendente, el diputado provincial Gabriel Bruera. Allí el sindicato que nuclea a los trabajadores encabezaba una protesta en repudio a la instalación de una planta de tratamiento de residuos que reemplazará ese relleno sanitario.
Alrededor de las 17 del sábado Bruera y el intendente de Ensenada, Mario Secco, llegaron al predio. “Vinieron acompañados de unas 150 personas, en camiones de recolección”, relató a LPO el gremialista Rafael Cuyás.
El gremialista contó que hubo algunas discusiones en el portón de ingreso, cada vez más tensión, hasta que gritaron: "Muchachos, entren y rompan todo".
Además, aseguró que “en ese momento, la horda de gente se subió a los portones y los derribaron". Según su relato, los camiones comenzaron a ingresar y volcaron los residuos sin pasar por la balanza.
Pero todo empeoró cuando, según Cuyás, “ingresó una camioneta a los tiros”. Hubo corridas y golpes.
Los casos se reiteran a lo largo de la gestión. Todos apuntan a patotas vinculadas a Control Urbano y, en especial a uno los hermanos del intendente: Mariano Bruera.
“El caso más grave que tuvimos fue el de una patota ligada a uno de los clubes de la ciudad que golpeó a un grupo de militantes mientras pegaba afiches”, dijo el senador de la Coalición Cívica, Javier Mor Roig. “Está claro que son patotas que responden al intendente”, dijo el senador.
Fueron varios los sectores que denunciaron maltratos y golpizas por parte de Control Urbano, la dirección municipal encargada de controlar la vía pública. Según denuncian, agentes de esa dirección recorren las calles tapando todas las pintadas opositoras y hasta ocasionando algunos golpes a los militantes si los encuentra en plena labor partidaria.
Según denuncian, este grupo es coordinado por uno de los hermanos del intendente allegado a la hinchada del club Estudiantes de La Plata.
“Para nosotros esto es fascismo puro, una intolerancia total”, dijo a LPO el vocero de la Coalición Cívica La Plata, Alejandro Carranza.
“Es inaudito que suceda esto en una ciudad que es un símbolo de la lucha por los Derechos Humanos y donde se llevan a cabo los juicios por la verdad”, aseguró y explicó que recurrirán al Inadi para platear una denuncia.
Los enfrentamientos con los vendedores ambulantes generaron caos en el centro platense. Uno de los vendedores denunció una feroz golpiza dentro de las instalaciones de Control Urbano por haber organizado un piquete en el centro junto a otros vendedores para pedir que detengan las persecuciones y decomisos de mercadería. Según denunciaron los ambulantes, la Comuna detenía a los vendedores que no pagaban los cánones en negro a los inspectores coordinados por el hermano del intendente, Mariano Bruera.
El rol de los hermanos del intendente incluso generó debates en el Concejo Deliberante. Durante los dos primeros años de gestión, ninguno de los dos hermanos ocupó un cargo formal. Oficialmente en la Comuna aseguraban que trabajaban ad honorem. Sin embargo, todos sabían que tomaban decisiones sobre la política municipal, coordinando gente y utilizando vehículos oficiales. Más tarde, Gabriel Bruera fue electo diputado provincial. En tanto, Mariano sigue formalmente siendo un asesor ad honorem.
Lejos de los acuerdos
La semana pasada, desde el Concejo Deliberante se convocó a todos los partidos que tienen representación en el legislativo local a la que concurrieron concejales del Gen, la Coalición Cívica, el PRO y la UCR.
La reunión estuvo encabezada por Gabriel Bruera, diputado provincial y hermano del intendente. Allí se habló de modificar la ordenanza que hoy regula la publicidad en la vía pública.
La normativa prohíbe todo tipo propaganda política en la calle. “Está prohibido hasta volantear”, dice Carranza. La ordenanza fue aprobada durante el último año de gestión de Julio Alak -hoy al frente del ministerio de Justicia de la Nación- en el marco de un programa llamado Ciudad Limpia. Bruera la criticó en su momento, pero no la derogó cuando asumió como intendente.
Si bien Bruera quería encauzar la discusión hacia la utilización de la propaganda política, la oposición le exigió erradicar las presiones y la violencia. “Nada ocurrió, a los tres días destruyeron un local de la Coalición Cívica y hasta se comprobó que hubo un disparo de arma de fuego”, explicó Carranza. (La Política OnLine).
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