Un estudio clínico publicado recientemente en la prestigiosa revista médica The Lancet, mostró que el medicamento que combina ezetimibe 10mg y simvastatina 20 mg redujo el riesgo de eventos ateroscleróticos mayores (infarto de miocardio, mortalidad cardíaca, accidente cerebrovascular y cirugías de revascularización) en pacientes con enfermedad renal crónica.
El estudio SHARP, siglas en inglés para Estudio de Corazón y Protección Renal, fue realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, Inglaterra, e incluyó a casi 9.500 pacientes con enfermedad renal crónica.
“Es la primera vez que se demuestra que si uno logra bajar el colesterol de acuerdo a los niveles esperados con la combinación ezetimibe-simvastatina, se obtiene cerca de un 17 por ciento de reducción de eventos cardiovasculares.”, afirmó el doctor Pedro Lipszyc, profesor titular y Director del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Participaron del estudio pacientes de 380 centros de 18 países del mundo con enfermedades renales crónicas. Los miles de pacientes incluidos en el estudio tenían una pérdida de su función renal de por lo menos del 50 por ciento, y una tercera parte requería tratamiento de diálisis. Ninguno de ellos presentaba antecedentes de enfermedad cardiovascular (infartos o de cirugías de revascularización previas).
Fueron asignados al azar para recibir diariamente una tableta diaria con la combinación ezetimibe/simvastatina, medicamento desarrollado por Merck Sharp & Dohme, o placebo; y el seguimiento del estudio se realizó durante un promedio de 5 años.
Es el primer estudio clínico aleatorio en pacientes con enfermedad renal crónica que demuestra el beneficio de la reducción del colesterol “malo” o LDL en la disminución de eventos vasculares.
“Hay dos aspectos fundamentales que revelan la importancia del estudio SHARP: uno que se trata de un estudio realizado con una gran cantidad de pacientes, casi 9.500. El segundo, que sus datos indicaron una reducción de alrededor del 17 por ciento de eventos ateroscleróticos mayores en la población estudiada a partir de la reducción de colesterol con la combinación ezetimibe y simvastatina”, indicó Ricardo Rey, Director Médico del Instituto Cardiovascular Buenos Aires (ICBA).
“La insuficiencia renal es considerada un factor de riesgo en la enfermedad cardiovascular; por lo tanto los pacientes incluidos en este estudio fueron pacientes que presentaban un riesgo de enfermedad cardiovascular”, afirmó el Director Médico del ICBA.
“No había hasta el momento una asociación clara entre los niveles de colesterol LDL y el riesgo cardiovascular en este tipo de pacientes”, agregó por su parte el Profesor doctor Lipszyc.
Ambos profesionales coincidieron en el valor estadístico de una reducción aproximada del 17 por ciento; e indicaron la importancia de considerar que esta cifra se obtuvo contemplando a los 2 tercios del total de pacientes que llegaron al final del estudio.
“Si el apego o ‘compliance’ al tratamiento hubiera sido total, es decir que el 100 por ciento de los pacientes hubieran tomado la medicación y completado el estudio, la reducción del riesgo de eventos cardiovasculares ascendería al 25 por ciento”, detalló Rey.
Los resultados del estudio SHARP son relevantes también para las personas que no padecen enfermedades renales crónicas. La combinación de ezetimibe y de una estatina produjo beneficios similares a los que resultan de la reducción del colesterol LDL que se logra con una dosis alta de estatinas.
“La pregunta es: ¿estos resultados los restringimos únicamente a los pacientes renales? Y la respuesta es no. El paciente renal es un paciente de muy alto riesgo, y son pacientes que llamamos pacientes muy ‘frágiles’. Estos datos sirven para todos los pacientes de alto y muy alto riesgo”, enfatizó el doctor Lipszyc.
Cuanto más bajo mejor
Los niveles elevados de colesterol LDL o “malo” constituyen uno de los principales riesgos de enfermedad cardiovascular. El Programa Nacional de Educación del Colesterol de los Estados Unidos, indica que un tratamiento basado en el concepto “cuanto más bajo el colesterol LDL mejor” permite alcanzar los mejores objetivos a fin de reducir la incidencia de aterosclerosis y de los eventos coronarios crónicos.
Y sugieren que un nivel óptimo de colesterol LDL debería estar por debajo de los 100 mg/dl o aun menor de 70 mg/dl en los pacientes de muy alto riesgo.
“Este estudio indica una vez más que cuanto más bajo el colesterol LDL mejor. Un dato importante a resaltar del estudio es que los pacientes que ingresaron lo hicieron con un colesterol LDL basal de 108 mg/dl, es decir muy cercano a 100; el paciente que ingresaba no tenía indicación desde el punto de vista de su médico para el uso de estatinas al no considerar al colesterol como una variable de riesgo en este tipo de pacientes con enfermedad renal crónica”, explicó el Profesor Lipszyc.
Los datos del estudio SHARP mostraron una reducción del colesterol LDL de 32mg si se tienen en cuenta los 2 tercios de los pacientes que completaron la totalidad del tratamiento, lo que equivaldría a una reducción de 50mg si se considerara el cumplimento del 100 por ciento de los pacientes.
“Existe hoy un concepto de los dos colegios americanos de cardiología -American Heart Association y American College of Cardiology- que indica que con la primera dosis prescripta yo debo garantizar al paciente de alto y muy alto riesgo la reducción de su colesterol LDL basal a la mitad. Pero ¿cómo se logra ese 50 por ciento de reducción del LDL? Solo se puede lograr con 80 mg de atorvastatina, con rosuvastatina 20 o 40mg o con la dosis de inicio de la inhibición dual de 10mg de ezetimibe/20mg de simvastatina. Sin embargo son pocas las prescripciones de la práctica diaria que reúnen esas condiciones ya que en general la dosis más prescripta de atorvastatina es 20mg y de rosuvastatina es de 10mg. El doble mecanismo de acción de un medicamento que por un lado bloquea la absorción del colesterol y por el otro inhibe su síntesis hepática, permite alcanzar el concepto cuanto más bajo mejor con dosis muy bajas de simvastatina en la combinación”, aseguró el doctor Lipszyc.
Dicha inhibición dual contempla las dos fuentes del colesterol, el colesterol proviene tanto del cuerpo (producción en el hígado) como de los alimentos que se ingieren. El organismo fabrica el colesterol necesario, pero en algunas personas dicho colesterol se fabrica en exceso.
Otro de sus puntos más relevantes fue la seguridad de la combinación observada en los resultados obtenidos. “Los datos del estudio SHARP confirmaron que se trata de un fármaco seguro. En los pacientes del estudio que fueron tratados con el fármaco que combina ezetimibe 10 mg con simvastatina 20 mg no se observó una mayor incidencia de efectos adversos.” concluyó el doctor Rey. (Asteriscos Tv.
El estudio SHARP, siglas en inglés para Estudio de Corazón y Protección Renal, fue realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, Inglaterra, e incluyó a casi 9.500 pacientes con enfermedad renal crónica.
“Es la primera vez que se demuestra que si uno logra bajar el colesterol de acuerdo a los niveles esperados con la combinación ezetimibe-simvastatina, se obtiene cerca de un 17 por ciento de reducción de eventos cardiovasculares.”, afirmó el doctor Pedro Lipszyc, profesor titular y Director del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Participaron del estudio pacientes de 380 centros de 18 países del mundo con enfermedades renales crónicas. Los miles de pacientes incluidos en el estudio tenían una pérdida de su función renal de por lo menos del 50 por ciento, y una tercera parte requería tratamiento de diálisis. Ninguno de ellos presentaba antecedentes de enfermedad cardiovascular (infartos o de cirugías de revascularización previas).
Fueron asignados al azar para recibir diariamente una tableta diaria con la combinación ezetimibe/simvastatina, medicamento desarrollado por Merck Sharp & Dohme, o placebo; y el seguimiento del estudio se realizó durante un promedio de 5 años.
Es el primer estudio clínico aleatorio en pacientes con enfermedad renal crónica que demuestra el beneficio de la reducción del colesterol “malo” o LDL en la disminución de eventos vasculares.
“Hay dos aspectos fundamentales que revelan la importancia del estudio SHARP: uno que se trata de un estudio realizado con una gran cantidad de pacientes, casi 9.500. El segundo, que sus datos indicaron una reducción de alrededor del 17 por ciento de eventos ateroscleróticos mayores en la población estudiada a partir de la reducción de colesterol con la combinación ezetimibe y simvastatina”, indicó Ricardo Rey, Director Médico del Instituto Cardiovascular Buenos Aires (ICBA).
“La insuficiencia renal es considerada un factor de riesgo en la enfermedad cardiovascular; por lo tanto los pacientes incluidos en este estudio fueron pacientes que presentaban un riesgo de enfermedad cardiovascular”, afirmó el Director Médico del ICBA.
“No había hasta el momento una asociación clara entre los niveles de colesterol LDL y el riesgo cardiovascular en este tipo de pacientes”, agregó por su parte el Profesor doctor Lipszyc.
Ambos profesionales coincidieron en el valor estadístico de una reducción aproximada del 17 por ciento; e indicaron la importancia de considerar que esta cifra se obtuvo contemplando a los 2 tercios del total de pacientes que llegaron al final del estudio.
“Si el apego o ‘compliance’ al tratamiento hubiera sido total, es decir que el 100 por ciento de los pacientes hubieran tomado la medicación y completado el estudio, la reducción del riesgo de eventos cardiovasculares ascendería al 25 por ciento”, detalló Rey.
Los resultados del estudio SHARP son relevantes también para las personas que no padecen enfermedades renales crónicas. La combinación de ezetimibe y de una estatina produjo beneficios similares a los que resultan de la reducción del colesterol LDL que se logra con una dosis alta de estatinas.
“La pregunta es: ¿estos resultados los restringimos únicamente a los pacientes renales? Y la respuesta es no. El paciente renal es un paciente de muy alto riesgo, y son pacientes que llamamos pacientes muy ‘frágiles’. Estos datos sirven para todos los pacientes de alto y muy alto riesgo”, enfatizó el doctor Lipszyc.
Cuanto más bajo mejor
Los niveles elevados de colesterol LDL o “malo” constituyen uno de los principales riesgos de enfermedad cardiovascular. El Programa Nacional de Educación del Colesterol de los Estados Unidos, indica que un tratamiento basado en el concepto “cuanto más bajo el colesterol LDL mejor” permite alcanzar los mejores objetivos a fin de reducir la incidencia de aterosclerosis y de los eventos coronarios crónicos.
Y sugieren que un nivel óptimo de colesterol LDL debería estar por debajo de los 100 mg/dl o aun menor de 70 mg/dl en los pacientes de muy alto riesgo.
“Este estudio indica una vez más que cuanto más bajo el colesterol LDL mejor. Un dato importante a resaltar del estudio es que los pacientes que ingresaron lo hicieron con un colesterol LDL basal de 108 mg/dl, es decir muy cercano a 100; el paciente que ingresaba no tenía indicación desde el punto de vista de su médico para el uso de estatinas al no considerar al colesterol como una variable de riesgo en este tipo de pacientes con enfermedad renal crónica”, explicó el Profesor Lipszyc.
Los datos del estudio SHARP mostraron una reducción del colesterol LDL de 32mg si se tienen en cuenta los 2 tercios de los pacientes que completaron la totalidad del tratamiento, lo que equivaldría a una reducción de 50mg si se considerara el cumplimento del 100 por ciento de los pacientes.
“Existe hoy un concepto de los dos colegios americanos de cardiología -American Heart Association y American College of Cardiology- que indica que con la primera dosis prescripta yo debo garantizar al paciente de alto y muy alto riesgo la reducción de su colesterol LDL basal a la mitad. Pero ¿cómo se logra ese 50 por ciento de reducción del LDL? Solo se puede lograr con 80 mg de atorvastatina, con rosuvastatina 20 o 40mg o con la dosis de inicio de la inhibición dual de 10mg de ezetimibe/20mg de simvastatina. Sin embargo son pocas las prescripciones de la práctica diaria que reúnen esas condiciones ya que en general la dosis más prescripta de atorvastatina es 20mg y de rosuvastatina es de 10mg. El doble mecanismo de acción de un medicamento que por un lado bloquea la absorción del colesterol y por el otro inhibe su síntesis hepática, permite alcanzar el concepto cuanto más bajo mejor con dosis muy bajas de simvastatina en la combinación”, aseguró el doctor Lipszyc.
Dicha inhibición dual contempla las dos fuentes del colesterol, el colesterol proviene tanto del cuerpo (producción en el hígado) como de los alimentos que se ingieren. El organismo fabrica el colesterol necesario, pero en algunas personas dicho colesterol se fabrica en exceso.
Otro de sus puntos más relevantes fue la seguridad de la combinación observada en los resultados obtenidos. “Los datos del estudio SHARP confirmaron que se trata de un fármaco seguro. En los pacientes del estudio que fueron tratados con el fármaco que combina ezetimibe 10 mg con simvastatina 20 mg no se observó una mayor incidencia de efectos adversos.” concluyó el doctor Rey. (Asteriscos Tv.
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