Después de comer y reproducirse, la necesidad más poderosa del ser humano es tener libertad para realizar en su vida lo que son sus ideales e ilusiones. Esa libertad impulsó la inagotable creatividad del hombre y forjó la maravillosa civilización en que vivimos, con la que se mejoró la alimentación de miles de millones de personas y su calidad de vida. El hombre libre fue y es un objetivo social, por el que hay que seguir trabajando y luchando.
El gobernante que pretende cambiar la sociedad, lo primero que viola es la libertad individual, mediante:- la anomia, que es la ausencia del deber de cumplir la ley y la carencia o degradación de las normas sociales;- incorporar al gobierno a incondicionales de su política, sin analizar su idoneidad; y recompensarlos protegiendo institucionalmente los actos de corrupción.
En los últimos escándalos, el que involucra al Vicepresidente de la Nación, y el de Santa Cruz que compromete gravemente al último Presidente, la ciudadanía es solo espectadora; se encuentra desprotegida y no confía en la probidad de la Justicia. No tiene defensas.
La última ley sancionada sobre la limitación a los amparos para evitar abusos del Estado contra los derechos y libertades de los ciudadanos, es una regresión legal a épocas de absolutismos.
Crece el sentir que hay que cambiar institucionalmente al actual gobierno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario