Esta estación desierta al costado de la vía
Espera que te espere a un tren que no ha venido.
Los duendes juguetones imitan un pitido
Que va dormir sus ecos en la estación vacía.
El viento de la tarde que agita la ventana
Parece que quisiera despertarla de un sueño,
Y a veces pareciera lograr su loco empeño
Cuando con leves sones se agita la campana.
Los hombres sin conciencia produjeron tu mal
Y un día oscuro y triste pasó el último tren,
Quedaste muda y sola al costado del andén
Y en tus vías oxidadas crece solo el yuyal.
¿Que hará este pueblo ahora que no se usan tu vías?
¿Se quedara esperando que otra vez en la aurora
Vuelva a sentirse el pito de las locomotoras
Y haya de nuevo gente en la estación vacía?
O quedara en las tardes el eco de los trenes
Sobre el pueblo callado flotando en el paisaje
Recordarán algunos, como mudo homenaje,
lo que fuera la vida vibrando en los andenes.
La tarde desfallece muy lento muere el día
Las sombras van borrando poco a poco el paisaje
Se refugian las aves entre el verde follaje
No se prenden las luces en la estación vacía.
Juan Manuel Olveira, Buenos Aires, mayo de 2013.
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