Sebastián Pérez recibió insultos y carteles en su contra minutos después de haber asumido su banca. Una mujer y sus dos hijas lo responsabilizaron por los balazos que recibió Pablo Saín, militante del zuccarismo, durante una pegatina electoral.
El acto de asunción de los nuevos concejales de Pilar estuvo cargado de tensión. Y eso fue lo que se vivió minutos después de que cada edil cumpliera con su juramento.
Después del acto formal y de la elección de las autoridades del Concejo Deliberante, los ediles comenzaron a descender del primer piso del Palacio Municipal. Allí, a los pies de las escaleras una mujer con sus dos hijas esperaban al concejal Sebastián Pérez con carteles que decían “Sebastián Pérez represor” y “No a los sicarios”.
Se trataba de Cecilia y sus dos hijas, la familia de Pablo Saín, el militante que fue baleado en una pierna durante una pegatina en el marco de la pasada campaña electoral.
Las tres mujeres cuando vieron descender a Pérez lo increparon fuertemente al grito de “asesino” lo que obligó al edil a tener que abandonar el edificio custodiado por sus colaboradores.
Los insultos continuaron fuera del Palacio Municipal ya que la esposa e hijas de Saín, siguieron la apurada salida de Pérez hasta la peatonal de la calle Rivadavia.
“Mandó a balear a mi marido, como puede ser que hoy esta persona asuma como concejal. El disparo fue en una pierna pero podría haber sido en la cabeza y de ser así hoy mi esposo estaría muerto”, dijo Cecilia en el programa de radio Diario X de FM 100.3, en medio de una crisis de nervios. (Pilar de Todos).
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