Miguel Lunghi creó más puestos políticos, nombró nuevos funcionarios para espacios que ya estaban en vigencia y recibió a funcionarios que había echado. Hay quejas internas por una “verdadera falta de oxigenación” tras diez años de Gobierno. Pero la apuesta más fuerte fue haber nombrado a su propio hijo.
Miguel Lunghi (hijo) asumió en el cargo de Mauricio Acosta, como “segundo” de la Secretaría de Gobierno. Es el tercer Lunghi en el Gobierno, después de su padre y de su tío, Sergio. No deja de ser una apuesta personal importante y jugada arriesgada desde lo político.
El “nepotismo”, o la costumbre de nombrar familiares en cargos que dependen directamente de la autoridad, no es una costumbre extraña a la gestión, pero hasta ahora no ha sido una conducta criticada por la población.
Familias enteras se desempeñan en el Municipio, sin que eso sea un problema. Sin embargo, la última no es una más. El nombrado es el hijo del Intendente y está en un puesto clave y cercano al de su padre. Muchos ven en la “movida” una estrategia paralela a la usada por varios intendentes del peronismo que traspasan el poder local a sus hijos mientras ellos ascienden a la esfera legislativa provincial. Por citar sólo dos casos cercanos: los Hogan (Miramar) y los De Jesús (Partido de la Costa), uno del Frente Renovar de Sergio Massa y otro del Frente para la Victoria.
Pero sin llegar tan lejos en los pronósticos, la decisión de Lunghi fue “de peso”. Un hijo cerca en el ámbito político es un cerrojo de confianza pero también un factor de debilidad. El vínculo y el apellido los transformarán en una misma persona y compartirán costos y beneficios.
“ Me pone muy feliz porque los cambios, las renovaciones, que estamos haciendo en el gabinete, las estamos llevando adelante con gente joven, con gente transparente, honesta, que quiere mucho a Tandil, que tiene principios, que tiene convicciones y que está totalmente persuadida y comprometida con el proyecto que llevamos adelante desde hace diez años. Estamos transformando la ciudad, estamos buscando la igualdad en todos los barrios. En toda la provincia de Buenos Aires se nos reconoce como un gobierno transformador”, aseguró el Intendente al momento de la asunción.
Además, Lunghi puso en funciones a Mauricio Acosta como nuevo subsecretario de Vinculación y Comunicación Institucional (nuevo cargo en el organigrama político), a Miguel Lunghi (h) como subsecretario de Gobierno, a Luciano Grasso como Director de Salud Mental y Edgardo Zubigaray como delegado de Gardey.
“Tanto Luciano, como Mauricio, como Miguel y como Edgardo están comprometidos y estoy seguro que van a dar lo mejor de sí”, añadió.
Puertas adentro del Gobierno, no quedaron todos conformes con los cambios. Según trascendió, algunos esperaban “más oxigenación” del Gabinete, lo que se traduce, en términos personales, como “posibilidades” para los que vienen haciendo la larga cola de la oportunidad y hasta ahora no la han encontrado por el afianzamiento de los históricos en los cargos de mayor responsabilidad.
La “guardia pretoriana” del Intendente se mantiene intacta. Y ahora con el más incondicional de todos los incondicionales que podría haber elegido Lunghi para cubrirse las espaldas, en tiempos donde algunos están pidiendo alternancia y fin de ciclo para el jefe. (Política Tandil).
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