(La Voz del Pueblo). Jorge Sarghini ha pasado por varios cargos públicos entre la Provincia y la Nación, y el último fue como diputado nacional por el PJ, y tras cumplir ese mandato se alejó de la política activa, hasta que retornó de la mano de Sergio Massa para ser ahora el presidente del bloque de diputados bonaerenses del Frente Renovador.
Vecino de Benito Juárez y visitante asiduo de Tres Arroyos en sus anteriores gestiones, habló de "una nueva etapa política vinculado nuevamente a los temas de la Provincia y bien, con entusiasmo, con ganas", y en diálogo con LA VOZ DEL PUEBLO dio su diagnóstico de la situación económica nacional y provincial, algo que lo tuvo como protagonista desde distintos cargos y sobre lo cual sabe y mucho.
Pasó cuatro años desde que dejó de ser diputado nacional "dedicado a mi actividad profesional" hasta que el Frente Renovador "que se fue constituyendo a partir un núcleo de intendentes liderados por Sergio Masa me volvió a despertar la inquietud de la actividad política, si bien uno nunca la abandona de manera definitiva, la miraba desde más lejos, pero me fui comprometiendo, ganamos la elección y después los compañeros de bancada me honraron con la responsabilidad de presidir el bloque", contó sobre su vuelta.
Con expectativas
"Así que de vuelta a la actividad política, a estar vinculado a las cosas de la provincia, con la responsabilidad de que el Frente Renovador esté a la altura de las expectativas que generó en la gente, y si cumplimos con ello creo que vamos camino a construir una fuerza política con ciertas posibilidades nacionales y para la provincia de Buenos Aires en las próximas elecciones, pero primero hay que cumplir y estar a la altura de las circunstancias, siento que nos han dado un crédito y debemos devolverlo cumpliendo con lo prometido".
Combinación compleja
"Veo una combinación compleja que no trae en lo inmediato situaciones explosivas, pero complicada porque la economía está prácticamente parada y con un nivel de elevada inflación. Estancamiento y alta inflación es una de las peores combinaciones, que no implica crisis en el sentido de alguna de las que hemos tenido de un carácter terminal, pero que tiene consecuencias complicadas. Un país que no crece no genera empleo, una alta inflación además de no incentivar decisiones de inversión trae caída del consumo por pérdida del ingreso real, y todo esto tiene consecuencias sociales que no son menores", opinó Sarghini sobre la situación actual.
Al respecto sostuvo que es consecuencia "de no haber aprovechado una oportunidad formidable que el país tuvo de haber entrado en un proceso de crecimiento sostenido, con estabilidad de precios y mejora en los niveles de empleo que no debieron haberse visto interrumpidos, pero se fueron perdiendo las bases de esa organización económica que se había ido conformando después de la crisis de la convertibilidad, que era una organización sana macroeconómicamente porque había superávit fiscal y externo, estabilidad de precios, un tipo de cambio competitivo, y todo eso se fue perdiendo por errores de política económica, por lo que ahora estamos viendo esas consecuencias".
Recuerdos
En un repaso de ese contexto, el economista recordó que hubo un período "muy claro de crecimiento con estabilidad desde 2002 a 2007, donde la situación social fue mejorando, la economía fue generando condiciones de mejoras en el plano social, las cosas funcionaron bien y después hubo una etapa intermedia, donde la economía siguió creciendo pero empezó a aparecer el problema de la inflación. Desde 2007 a 2011, en la primera etapa se creaba un nivel de empleo del 5 por ciento anual pero era empleo genuino privado, producto de una economía que crecía, pero después se desaceleró y empezó a prevalecer la generación de empleo público, por lo que desde 2011 empezamos a pagar las consecuencias de los errores".
En declive
En el análisis de Sarghini, a partir de ahí la economía "se entró a parar, la inflación siguió acelerada y con tendencia creciente y entonces la caja en pesos empezó a ser cada vez más débil, se acudió a la emisión exagerada y al uso de las reservas del Central para el pago de deudas, los fondos del Anses y la caja en dólares se vio también achicada porque la economía había perdido competitividad y entonces empezó la historia de los cepos y la restricciones a las exportaciones, más otras cosas que hemos visto consecuencia de una mala política y uno en economía como en muchos aspectos de la vida puede hacer lo que quiere, pero lo que después no se puede es evitar las consecuencias como las que estamos pagando".
Para Sarghini, "no escuchar y corregir el rumbo nos llevó a esta situación. Muchos en 2007 habíamos empezado a señalar que había aparecido la inflación, que no había qué ocultarla y buscar la forma de resolverla, y el gobierno solamente la miaraba y tanto la miró que disfrazó los índices oficiales, y de un día para el otro aunque yo no creo que midan correctamente pasa a ser tres veces lo que era antes como si nada hubiese sucedido. Es el reconocimiento de que se estuvo mintiendo y ocultando una realidad que era inocultable".
Se hubiese evitado
Otra aseveración del legislador del Frente Renovador fue que haberse reconocido la inflación "entendido que las consecuencias siempre son negativas podríamos haber evitado muchas de las cosas que hoy suceden, pero al gobierno le costó mucho siempre reconocer sus errores y corregir, optó por negarlos e ir por los atajos", lo que a su criterio fue algo "sin necesidad, porque de toda esta última década el único año crítico en el contexto internacional y que repercutió en las economías emergentes fue 2009, en los demás siempre fue favorable, entonces no podemos echarle la culpa a nadie sino a los errores propios de quienes han conducido el gobierno y de aquellos que aún con buena fe lo han acompañado, pero no han tenido la valentía o la fortaleza de decirle que había que reconocer los errores".
Por lo expuesto fue que la economía "un día dio señales de agotamiento de ese modelo, pero hasta que la factura no llegó no se dio por enterado, y ahora sin un plan claro y corriendo atrás de las consecuencias se está generando un proceso de fuerte ajuste, porque una economía que no genera empleo, que intenta poner los salarios y las jubilaciones por debajo de la inflación, que no tiene más remedio que empezar a liberar tarifas en un contexto desfavorable, está ajustando. La mejor manera de evitar los ajustes es no generar las condiciones que inexorablemente después lo traen como consecuencia, y el gobierno después de un intento de ajustar el tipo de cambio con una devaluación en enero y creer que con eso corregía todo, se encontró que era insuficiente y tenía que ir por otras medidas, así las va tomando de a una, aisladas, no en un marco de un plan y el ajuste se está sintiendo y fuerte", puntualizó Sarghini.
De todas maneras aseguró que el gasto público "sigue en ritmo muy fuerte y más allá de los esfuerzos del Banco Central para tratar de sacar del mercado todos los pesos que tiene que emitir para financiar al sector público, la inflación sigue muy alta, aún la oficial que sigue subestimando la real, pero está reconociendo un 10 por ciento en un trimestre cuando antes decía que era eso para todo el año y es muchísimo, lo que nos coloca aún con este número oficial entre las cuatro economías más inflacionarias del mundo".
A lo que agregó que "son muy pocas las economías que tienen 10 por ciento o mas de inflación por año, en general están por debajo, no solo las economías desarrolladas sino también la de países vecinos, y nosotros la hemos tenido en un trimestre". (La Voz el Pueblo).
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