MORENO, Abril 30, (PUNTO CERO-Diarionp) Durante un acto realizado en la calle Echeverría frente al Centro Cívico, se celebró el 65º aniversario de la fundación de la localidad de Trujui, partido de Moreno. Una gran concurrencia de vecinos se sumó a la fiesta que fue presidida por el intendente municipal, Andrés Arregui, miembros del ejecutivo, numerosos concejales y consejeros escolares
El acto se inició con la lectura de una carta a cargo de Beatriz Bañale, integrante del Centro de Jubilados y pensionados de esa localidad. Bañale , rememoró la fundación llevada a cabo el 19 de abril de 1942 por un loteo realizado en la zona y mencionó parte de la historia de la zona “Una masa humana de calores y colores forman hoy la vida de Trujui” expresó la dirigente social
El jefe comunal, pronunció cálidas palabras de reconocimiento a los vecinos de Trujui “ Este encuentro nos permite reafirmar y resaltar la fuerza y el trabajo de las entidades intermedias. El día de Trujui es todos los días y cuenta con una rica historia cultural, deportiva e histórica” – señaló- “ Yo trabajo para llevar mejoras de salud, urbanas y ambientales para todo el distrito. Luego de una situación de atraso, el país vive una etapa de crecimiento y en estos tiempos integramos una política activa con Trujui para mejorar acá la calidad de vida “
Miles de personas se congregaron para contemplar el animado desfile cívico que descolló por su variedad. Así marcharon frente al palco, al ritmo de la impecable actuación de la Banda de Música de la Armada, las fuerzas vivas de la localidad: centros de jubilados, clubes de fútbol, delegaciones de Escuelas Públicas de la zona, representantes de las escuelas municipales de música y chaiu do kwan, los motoqueros,y los Bomberos Voluntarios, entre otros. (PUNTO CERO-Diarionp).
El acto se inició con la lectura de una carta a cargo de Beatriz Bañale, integrante del Centro de Jubilados y pensionados de esa localidad. Bañale , rememoró la fundación llevada a cabo el 19 de abril de 1942 por un loteo realizado en la zona y mencionó parte de la historia de la zona “Una masa humana de calores y colores forman hoy la vida de Trujui” expresó la dirigente social
El jefe comunal, pronunció cálidas palabras de reconocimiento a los vecinos de Trujui “ Este encuentro nos permite reafirmar y resaltar la fuerza y el trabajo de las entidades intermedias. El día de Trujui es todos los días y cuenta con una rica historia cultural, deportiva e histórica” – señaló- “ Yo trabajo para llevar mejoras de salud, urbanas y ambientales para todo el distrito. Luego de una situación de atraso, el país vive una etapa de crecimiento y en estos tiempos integramos una política activa con Trujui para mejorar acá la calidad de vida “
Miles de personas se congregaron para contemplar el animado desfile cívico que descolló por su variedad. Así marcharon frente al palco, al ritmo de la impecable actuación de la Banda de Música de la Armada, las fuerzas vivas de la localidad: centros de jubilados, clubes de fútbol, delegaciones de Escuelas Públicas de la zona, representantes de las escuelas municipales de música y chaiu do kwan, los motoqueros,y los Bomberos Voluntarios, entre otros. (PUNTO CERO-Diarionp).
9 comentarios:
RODOLFO GARAVAGNO.
"El Indio Trujuí"
Tres Capítulos de la novela de historia y ficción.
(Guión cinematográfico en construcción: Rodolfo Garavagno/Graham Yost/David Koep/ Para Time Warner, hablado totalmente en idioma inglés)
CAPITULO 9
“El Nacimiento”
Calcú oraba al pié de la loma rogándole a Dios la bendición del niño que estaba por nacer. Interiormente, el cacique hechicero, deseaba que la criatura fuese una prolongación pacífica y santa de su tribu, y depositaba en sus ruegos la esperanza de que llegara a ser el heredero del secreto de la fuente de aguas milagrosas que él custodiaba.
A medida que el ruego se hacía más intenso en la mente y en el corazón, el frío hiriente de la escarcha que quemaba las rodillas del cacique comenzó a disminuir. El cielo iba tomando una tonalidad azul y las estrellas, en pálida agonía anunciaban el advenimiento del amanecer. En ese momento apareció La Maldonado con un enjambre de abrojos pegados en su pollera y el estomago dolorido de tanto correr. No obstante a notar que Calcú no había reparado en su presencia por estar en profunda abstracción, no pudo contener el impulso de acercarse a él y de abrazarlo aun antes que saliese de su posición de rodillas.
____ Tuve miedo de no volver a verte nunca más..____Dijo La Maldonado al abrazarlo. Calcú se paró, y al verla tan agitada y sedienta, arrancó un puñado de yuyos congelados y se los colocó cerca de los labios.
La Maldonado los chupó con torpe ansiedad, pero cuando Calcú puso su poncho en el suelo para ofrecerle un asiento de descanso, ella lo previno de un grave riesgo anunciándole:
____ Me han seguido...supongo que sabían que te encontraría en alguna parte y....ellos están del otro lado de la loma. Huyamos Calcú.
____No podemos huir.___ Respondió el cacique tomándola del ante brazo y mirando hacia arriba.___ Gacilé va a tener un hijo y no puedo abandonarla.
____¿Gacilé? ¿Quién es Gacilé?____Preguntó La Maldonado intranquila e inquieta.
___Una muchacha de mi pueblo que huyó de los toldos para salvar a su hijo. Acaba de subir a la loma. Mi deseo es adoptar a ese niño porque Dios me ha revelado que nacerá con dones...
___ No perdamos más tiempo entonces. ____ Dijo La Maldonado resueltamente y comenzando a subir.___Los soldados pueden encontrarla y debemos estar allí para protegerla.
Diego Baytos y los dos soldados que lo acompañaban se detuvieron unos metros antes de llegar a la cúspide de la loma con la intención de beber unos sorbos de cognac para amainar los escalofríos.
___Pronto amanecerá y la suprema luz del día facilitará nuestra búsqueda. ____ Les dijo Baytos a sus compañeros antes de empinarse verticalmente la bota con el licor. De pronto el quejido alargado de una mujer entorpeció el descanso. Los españoles se pararon aguzando el oído.
Emergía el sol en el horizonte y el cielo se teñía de un sugestivo dorado luminoso en la totalidad de su dimensión. Al instante, surgió casi mágicamente una bandada de garzas sobrevolando la inmensidad del aires con rara lentitud, formando un manto blanco silencioso y angelical.
La Maldonado sostenía a su bebé ente al mirada emocionada de la madre y de Calcú.
___Trujuí.___Pronunció Gacilé desde el improvisado lecho de ponchos, sonriendo con inconmensurable sentimiento de felicidad. La Maldonado le entregó el bebé a Calcú por un rato y este lo acunó en sus barazos fuertes con paternal dulzura. A escasos metros de ellos, el canto candoroso de un chingolo que se posó en el apéndice más corto de un cardón, enmudeció con su mansa cadencia el sonido del batir de alas de la interminable bandada de garzas blancas que pasaba. Calcú sintió que Dios le respondía afirmativamente a sus ruegos.
La Maldonado tomó por la espalda a Gacilé, ayudándola a sentarse para poder recibir al niño. En momentos que Calcú se inclinaba para cedérselo, se escuchó un chasquido seco y una corta flecha de ballesta se clavó a la altura izquierda del pecho de Gacilé, quien murió en forma fulminante, sin dar muestras de haber sentido dolor alguno.
____Es Diego Baytos! ____Le dijo La Maldonado a Calcú al ver que se acercaban los tres soldados.___ Llévate al niño lejos de aquí. Yo me encargaré de detenerlos.___Le entregó al pequeño recién nacido sin darle tiempo a nada. Calcú tuvo unos segundos de indecisión porque en sus interiores había una mezcla del éxtasis que vivió durante largos minutos con el impacto de ver morir de manera tan instantánea a Gacilé.
____Ellos me buscan a mi.___Atinó a decir Calcú con la voz quebrada.____Es conveniente que vuelvas a Buenos Aires para poner al niño en manos de los representantes del Señor en la tierra. Quiero que lo bendigan como me has contado que lo hacen, mojándole la cabecita con agua sagrada...___E intentó depositar el niño en los brazos de la muchacha.
___Entrégate Maldonado, hija del demonio!___Gritó Baytos caminando con firme seguridad junto a sus hombres.___ Te lo ordeno en el nombre de Su Majestad, el Rey de España!
____ Eres tu quien debe huir.___Dijo La Maldonado con rapidez y resignación.___Calcú permanecía quieto, con el indiecito en sus brazos. La muchacha tuvo que hablarle con vehemencia.___ Vamos! ¿Qué esperas? Vete de una vez! Vete, que más tarde nos encontraremos. ¡Hay que salvar a Trujuí!
CAPITULO 10
“Andando sobre las Aguas”
Calcú corrió en dirección opuesta a donde estaban los españoles y aprovechó la gravitación del sector descendente más empinado de la loma. Envuelto en un poncho y abrazado contra su pecho como un tesoro del cielo, el cacique llevaba al recién nacido Trujuí.
Los esfuerzos de La Maldonado por distraer a Diego Baytos y sus acompañantes fueron vanos porque al ver que el cacique escapaba, ellos decidieron perseguirlo.
___ Hay que herirle una pierna!___Advirtió Baytos. Enseguida disparó su ballesta con magra puntería. La Maldonado, desesperada por impedir que lo detengan, alcanzó a quitarle las flechillas que le quedaban en el cesto y las arrojó lejos de su alcance.
___¿Qué has hecho maldita?___ Reprochó uno de los soldados, tensionando los músculos de su mandíbula en una mueca de encendida hostilidad.
___Déjala. ___Le ordenó Baytos tomándolo de un brazo cuando se disponía a golpear a la muchacha.___Al llegar al campamento, Alvaro le dará su merecido. Dame tus flechas y salgamos tras el indio, vamos, vamos! Tu por aquel costado y tu por allá. Si lo cercamos lo atraparemos fácilmente. No creo que se atreva a cruzar el río con el niño en sus brazos porque el agua está demasiado fría. Vamos. Adelante!
Comenzaron a bajar separadamente. Diego Baytos, con la ballesta lista para disparar.
___ Si Don Pedro de Mendoza supiese cuanta crueldad anida vuestros pechos, no dudaría un instante en mandarlos a la horca como lo hizo con tu hermano.____ Le advirtió La Maldonado a Baytos mientras este comenzaba a descender la loma.
___Cierra la boca, mujerzuela de burdel.!___ Replicó Baytos sin darse vuelta.___ Mi hermano fue condenado por matar un caballo y nosotros lo único que estamos haciendo es intentar limpiar esta tierra de sucios y desalmados aborígenes!
La Maldonado se arrodilló junto al cuerpo de la infortunada Gacilé y acarició su frente, aun tibia, y le cerró los párpados.
Unos metros antes del Río de las Conchas, Calcú se detuvo porque sintió el zumbido de una flecha cerca de su cabeza. La luz de singular pigmento dorado del firmamento tomó una intensidad lumínica que aclaró totalmente la visibilidad del amanecer. El ondulante lecho del río se agudizaba en el dirección al horizonte y hacía blanco en el centro del sol, que parecía una gigantesca naranja madura.
Calcú se dio cuenta que los españoles lo estaban acorralando y que su única salida era seguir corriendo con rectitud hasta llegar a la costa. El bebé comenzó a llorar.
Baytos bajaba la loma sin apresuramiento, clavando los bordes de la suela de sus botas contra los montículos de gramilla. Desde su posición, sentía la absoluta seguridad que el cacique no tenía escapatoria. De vez en cuando, detenía su marcha para divertirse de manera depravada, disparando su ballesta con intención de asustar a su presa.
Calcú llegó al borde del río, miró hacia ambos lados y vio que los otros dos conquistadores se le acercaban parsimoniosamente, como disfrutando cada paso que daban. Esto le hizo tomar conciencia de que lo tenían cercado. El llanto de Trujuí le produjo una sensación de fatalismo.
___Si estuvieras en la tierra podrías salvarme, Señor Jesucristo.___Dijo el cacique con la voz debilitada por un profunda melancolía mientras posaba sus retinas sobre las diáfanas aguas.
La Maldonado, desde la loma, supuso que Calcú estaba en problemas. El presentimiento de un dramático epílogo hizo que su ánimo se extraviara, y una despótica tristeza recorrió las praderas interiores de su pecho. Sin embargo, la rememoración de un proverbio del Antiguo Testamento despertó la potencia de su Fe inquebrantable y comenzó a tranquilizarse.
____”Tu guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera porque en ti ha confiado”___Exclamó repentinamente como encontrando un bálsamo divino. Sin ponerse de rodillas, juntó sus palmas instintivamente e inclinó su cabeza hacia atrás para depositar su mirada en el firmamento. Súbitamente, su imaginación la llevó a evocar la escena en que Jesús caminó sobre las aguas ente la atónita mirada de sus discípulos, y su femenina voz comenzó a darle forma a la oración de las oraciones:
___Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino....
Diego Baytos se acercaba al cacique gozoso y triunfante.
___Eh Calcú! ¿Qué te pasa ahora? ¿Por qué has dejado de correr? ¿Es que tus pulmones se han quedado sin aire? Ja, ja, ja!!! ¡Coños con ese niño que no para de llorar!___Jaló el gatillo y disparó un flechazo que pasó muy cerca de la cabeza del cacique. ___ Si tu intención es criarle, supongo que buscarás una nodriza pa’ que le amamante, verdad? ¿O es que tu mismo piensas darle el pecho? ¡Ja, ja, ja, ja!
Sus compañeros, que también se acercaban caminando con petulante lentitud, largaban estrepitosas carcajadas. Roza los tenía muy bien entrenados en el arte de la burla sangrienta.
La Maldonado seguía orando sobre la loma.
Calcú cerró sus ojos lentamente y en su interior encontró una luminosidad mucho más poderosa que la claridad dorada del día que estaba naciendo. Su cuerpo se estremeció cual si hubiese resido una descarga eléctrica y levanto los párpados de golpe porque el resplandor era irresistiblemente extraordinario. Al darse vuelta vio a los tres españoles parados a escasos cinco metros de él.
___ Te propongo una cosa.___Dijo Baytos sin bajar demasiado su ballesta, y mimetizando las particulares ironías de Álvaro Roza.___Si saltas el río con el niño en tus brazos, te regalo la libertad. ...Ja, ja, ja, ja...¿Aceptas?...ja,ja, ja, ja ja...!
La Maldonado oraba con mayor fuerza y forzaba su mente para que no se borrase de su imaginación la escena en que Jesucristo camina sobre el agua.
Calcú, como queriendo escapar de la pesadilla de ver a Baytos y a sus dos compañeros acosándolo, volvió a cerrar los ojos y se introdujo en el universo interior de esa luz embriagadora y fantástica. Y todo fue resplandor en sus adentros... Fue como perder la conciencia del espacio y del tiempo, pero sintiendo un placer de ilimitada belleza y placer.
Al abrir su ojos se sintió cautivo de una alucinada confusión. Los españoles, el río y la loma, habían desaparecido y se veía una inmensa longitud de campo y yuyos. El cuerpecito de Trujuí, envuelto en la manta, seguía en sus brazos, pero ahora no lloraba. Daba la impresión que dormía.
Plateadas nubes de contornos multiformes manchaban la superficie celeste del cielo.
___¿Dejé de ser?___Se preguntó el cacique hablándose a si mismo, atrapado por la indescifrable incertidumbre de no poder discernir acerca del tiempo transcurrido. De a poco, fue saliendo de esa mágica abstracción y pensó en el sol girando hacia su izquierda para buscarlo. La esfera de fuego se había elevado hasta el punto medio entre el horizonte y el cenit. Calcú no podía de dejar de cavilar y de murmurar en voz baja.
___Pero...¿por qué antes de cruzar ese puente de inconciencia seráfica el astro rey estaba del otro lado y ahora....?
Al desplazar la vista por el follaje ribereño, Calcú encontró la gran loma en la otra margen del río. Aunque era inconcebible, había cruzado el río sin darse cuenta.
En la toldería, Diego Baytos y los dos soldados, con ojos de asombro y muecas de extravío, repetían lo mismo: que Calcú había cruzado el río caminando sobre las aguas.
Álvaro Roza, que no quería convencerse del fabuloso y para él, temible acontecimiento, le exigió a La Maldonado una explicación.
___Habla mujer! ¿Cómo es eso de que Calcú pisó las aguas del río sin hundirse?
La Maldonado solo atinó a sonreír mansamente.
CAPITULO 11
“Las Flechas Incendiarias”
____ Cae la tarde a tus espaldas, Santa María de los Buenos Aires, y este día de invierno, peor que el de ayer y peor que el de mañana, se lleva en las faltriqueras encendidas del sol, un retazo más de la esperanza que me trajo a estas tierras...___Iba diciendo Don Pedro de Mendoza con melancólico pesimismo, mientras su séquito lo transportaba sobre una parihuela, desde su casa hasta una canoa amarrada en la costa.
El médico Hernando de Zamora, quien había ordenado el traslado por cuestiones de seguridad, luego de los comienzos de las hostilidades con los querandíes, le indicaba a los pajes que apuraran el paso.
Una guardia de veinte soldados con pecheras, yelmos y armados con arcabuces y ballestas, iba custodiando con respetuosa benignidad al Adelantado.
Escondidos entre los arbustos, los querandíes vigilaban los movimientos y golpeaban los parches des sus tambores como preanunciando un nuevo ataque.
___¡Vamos indígenas!___Gritó Don Pedro de Mendoza en un arranque de esforzada y desafiante valentía.___ ¿Preparáis acaso otra de vuestras infames guerrillas? ¿No os alcanzan nuestras dádivas? Al pedir adornos, les dimos siete cofres...cuando solicitaron armas, les regalamos un arcabuz y cinco espadas...les hemos obsequiado alcohol para que aprendáis el arte de beber....Habéis vivido felices durante meses y......
Interrumpió un filoso sapukay proveniente de los arbustos cercanos. Mendoza, sensibilizado por la indignación, tuvo un rapto de ira e intentó descender de la parihuela replicando:
____....¡Salvaje alarido! ¿Buscáis capturar también al Primer Adelantado? ¡Pues aquí estoy monstruos chillones!
El doctor Zamora lo tomó de los brazos sin escatimar fuerzas y lo obligó a quedarse quieto.
___Calma, Pedro, si te alteras estarás peor.
___¿¡Que no me altere?! Ja! Mi vida se termina como la llama del candil al ahogarse con parsimonia en el cebo derretido de los cirios rebalsados, ¿y tu pretendes que eres mi médico personal no comprendes mi reacción?...¡ Frascator! ¡Eh Frascator! (1) ¿No será que has escrito tu libro en un arranque de crueldad creativa? ¿Cuándo escribías, no será que carcomía tu pecho el maldito gusano del resentimiento contra los que sufren esta enfermedad y fabricaste la ilusión de una cura milagrosa que ni tu mismo conoces?
¿En donde está el bendito “palo santo” que puede curarme, Frascator? ___Miraba hacia los costados pensando en que los querandíes lo oían.___ ¡Guayacán, salvajes! ¡Frascator ha dicho en su libro que el “palo santo” se saca de una planta llamada Guayacán, que crece en vuestras tierras! ¡Lo necesito para apagar el fuego de mis llagas! ¡ Vamos indígenas! ____ Don Pedro de Mendoza sufría síntomas alucinantes y su piel ardía como una hoguera.____ Al que traiga el Guayacán le regalo toda mi fortuna. ¡Moriré si no lo encuentro! ¡ Frascator! Has escrito que lo que sufro es un mal americano y cada vez tengo más dudas de esto...¿No será esa una idea de tu fantástica imaginería poética? Los indígenas de estas tierras jamás invadieron Europa, pero nosotros, los europeos, nos hemos tomado la costumbre de invadir las Indias como si todo fuera nuestro! ¡Frascator! ¡Responde Frascator!
___ No más gritos, Pedro. ___Ordenó el médico con el fin de apagar la pertinacia delirante de su paciente. Los pajes continuaban su camino cuidando que el enfermo no caiga al suelo. ___¿O es que estás buscando zambullirte en los pozos más insoportables de esta enfermedad?
___Frasactor... Frascator...¡¡Frascatooor!!
___¿Para que lo llamas, si sabes que no puede escucharte? ¿No acabas de decir que estamos en las Indias? ¡Frascator está en Europa, Pedro!
____Pues que venga mi lugarteniente Juan de Ayolas, entonces! ¡El salió de aquí con órdenes precisas de traer el palo santo para curarme!
___Juan de Ayolas no ha regresado aun, Pedro. Calma, por favor, calma...
Don Pedro de Mendoza lo miró como un niño desencantado, y al tomar conciencia de la respuesta que acababa de escuchar, sus ojos se perlaron de lágrimas.
___Ohh...si, comprendo, comprendo...___Respondió Don Pedro apagándose..___ Si estuviese aquí el pobre Osorio (2) nada de esto hubiese pasado..¡La maldición por haberlo condenado a muerte injustamente, persigue mis pasos...aunque ya ni caminar puedo....
Los navíos se mecían al compás de las olas sobre las aguas cenicientas del río. En la penumbra del crepúsculo, la silueta de “La Magdalena”, capitana de la expedición, se asemejaba a una mujer de voluptuosa estampa danzando en al ingravidez del espacio.
Luis de Cepeda, el joven hermano de Teresa de Jesús, quien también formaba parte del grupo expedicionario, oraba con la mente por la salud del Primer Adelantado. A su lado iba el clérigo Miranda, que tenía afición por la poesía. Precisamente en ese instante, comenzó a deambular por la mente del poeta la idea de escribir una romanza que relatase estas desgraciadas secuencias de la conquista del Río de la Plata. (3)
Cargaron a Don Pedro en una canoa amplia y remaron en dirección de “La Magdalena”. Cuatro gaviotas siguieron a los navegantes volando muy bajo. Luis de Cepeda quedó en tierra y volvió hacia la fortificación en compañía de algunos soldados.
El violáceo de las nubes que encapotaban el cielo, se fundía en el oscuro de la noche que llegaba. Unos metros antes de que los españoles transpusieran las puertas, una flecha con punta de fuego se clavó en un poste de la empalizado del murallón.
Apremiados por la amenazante circunstancia, los conquistadores dispararon sus arcabuces contra la maleza y se dieron prisa en cruzar los muros.
Los gritos de los aborígenes cortajearon el frío viento de Junio y embistieron contra Buenos Aires decididos a destruirla para siempre.
Desde la fortaleza, los españoles se defendieron con tiros de arcabuces y de ballestas, pero la oscuridad no les permitía apuntar con justeza.
Una lluvia de flechas incendiarias, semejantes a chisporroteantes cometas, trazó combas estelares en el espacio. En el interior del pueblo, las mujeres abandonaban las viviendas y corrían de un lado a otro en busca de cubos de agua para apagar el fuego. Los techos de paja, carcomidos por las llamas, dibujaban figuras dantescas.
Delante de una de las hogueras desde donde los querandíes encendían sus flechas, el cacique Yanduballo, excesivamente alcoholizado, tensionó los músculos tiznados de su cuerpo desnudo y lanzó un portentoso sapukay hacia arriba, como intentando atravesar la mancha pálida y descontorneada del lucero vespertino que traslucía el velo de las nubes.
Caminando entre flechas y balas, sin que sus hermanos de sangre repararan en él, se acercaba Calcú llevando en sus brazos a Trujuí. Su meta inmediata era encontrar al cacique Yanduballo para pedirle que cesara el ataque.
Desde el amanecer, Calcú había caminado varias leguas teniendo por meta la paz, y llegaba a Santa María de los Buenos Aires al caer la tarde, en momentos en que se despertaba en los hombres el más vil de los instintos: la violencia.
(1) Frascator. Autor del libro “Syphilo”, escrito en 1530, y que hablaba de la sífilis.
(2) Osorio era su primer lugarteniente. Un motín armado por Juan de Ayolas, para ganar el mando, hizo que terminara acusado de conspiración. Osorio, por orden de un presionado Don Pedro, fue ahorcado en las costas del Brazil, meses antes de que la expedición arribe al Río de la Plata.
(3) Su poema es el primero escrito en estas tierras.
Recopilación: Aquiles Ignora.
Copyright: Rodolfo Garavagno,
Trujuí, Moreno, Buenos Aires, Argentina.
RODOLFO GARAVAGNO.
"EL INDIO TRUJUÍ"
3 Capitulos de la novela de historia y ficción inspirada en hechos reales acontecidos a comienzos de 1536 en Buenos Aires y zonas aledañas que con el tiempo tomaron el nombre de Trujuí.
(Guión Cinematográfico en construcción: escrito por Rodolfo Garavagno/David Koep/Grahan Yost/Robert Towne, para Time Warner, Paramount Pictures y Dreamsworks)
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CAPITULO 9
“El Nacimiento”
Calcú oraba al pié de la loma rogándole a Dios la bendición del niño que estaba por nacer. Interiormente, el cacique hechicero, deseaba que la criatura fuese una prolongación pacífica y santa de su tribu, y depositaba en sus ruegos la esperanza de que llegara a ser el heredero del secreto de la fuente de aguas milagrosas que él custodiaba.
A medida que el ruego se hacía más intenso en la mente y en el corazón, el frío hiriente de la escarcha que quemaba las rodillas del cacique comenzó a disminuir. El cielo iba tomando una tonalidad azul y las estrellas, en pálida agonía anunciaban el advenimiento del amanecer. En ese momento apareció La Maldonado con un enjambre de abrojos pegados en su pollera y el estomago dolorido de tanto correr. No obstante a notar que Calcú no había reparado en su presencia por estar en profunda abstracción, no pudo contener el impulso de acercarse a él y de abrazarlo aun antes que saliese de su posición de rodillas.
____ Tuve miedo de no volver a verte nunca más..____Dijo La Maldonado al abrazarlo. Calcú se paró, y al verla tan agitada y sedienta, arrancó un puñado de yuyos congelados y se los colocó cerca de los labios.
La Maldonado los chupó con torpe ansiedad, pero cuando Calcú puso su poncho en el suelo para ofrecerle un asiento de descanso, ella lo previno de un grave riesgo anunciándole:
____ Me han seguido...supongo que sabían que te encontraría en alguna parte y....ellos están del otro lado de la loma. Huyamos Calcú.
____No podemos huir.___ Respondió el cacique tomándola del ante brazo y mirando hacia arriba.___ Gacilé va a tener un hijo y no puedo abandonarla.
____¿Gacilé? ¿Quién es Gacilé?____Preguntó La Maldonado intranquila e inquieta.
___Una muchacha de mi pueblo que huyó de los toldos para salvar a su hijo. Acaba de subir a la loma. Mi deseo es adoptar a ese niño porque Dios me ha revelado que nacerá con dones...
___ No perdamos más tiempo entonces. ____ Dijo La Maldonado resueltamente y comenzando a subir.___Los soldados pueden encontrarla y debemos estar allí para protegerla.
Diego Baytos y los dos soldados que lo acompañaban se detuvieron unos metros antes de llegar a la cúspide de la loma con la intención de beber unos sorbos de cognac para amainar los escalofríos.
___Pronto amanecerá y la suprema luz del día facilitará nuestra búsqueda. ____ Les dijo Baytos a sus compañeros antes de empinarse verticalmente la bota con el licor. De pronto el quejido alargado de una mujer entorpeció el descanso. Los españoles se pararon aguzando el oído.
Emergía el sol en el horizonte y el cielo se teñía de un sugestivo dorado luminoso en la totalidad de su dimensión. Al instante, surgió casi mágicamente una bandada de garzas sobrevolando la inmensidad del aires con rara lentitud, formando un manto blanco silencioso y angelical.
La Maldonado sostenía a su bebé ente al mirada emocionada de la madre y de Calcú.
___Trujuí.___Pronunció Gacilé desde el improvisado lecho de ponchos, sonriendo con inconmensurable sentimiento de felicidad. La Maldonado le entregó el bebé a Calcú por un rato y este lo acunó en sus barazos fuertes con paternal dulzura. A escasos metros de ellos, el canto candoroso de un chingolo que se posó en el apéndice más corto de un cardón, enmudeció con su mansa cadencia el sonido del batir de alas de la interminable bandada de garzas blancas que pasaba. Calcú sintió que Dios le respondía afirmativamente a sus ruegos.
La Maldonado tomó por la espalda a Gacilé, ayudándola a sentarse para poder recibir al niño. En momentos que Calcú se inclinaba para cedérselo, se escuchó un chasquido seco y una corta flecha de ballesta se clavó a la altura izquierda del pecho de Gacilé, quien murió en forma fulminante, sin dar muestras de haber sentido dolor alguno.
____Es Diego Baytos! ____Le dijo La Maldonado a Calcú al ver que se acercaban los tres soldados.___ Llévate al niño lejos de aquí. Yo me encargaré de detenerlos.___Le entregó al pequeño recién nacido sin darle tiempo a nada. Calcú tuvo unos segundos de indecisión porque en sus interiores había una mezcla del éxtasis que vivió durante largos minutos con el impacto de ver morir de manera tan instantánea a Gacilé.
____Ellos me buscan a mi.___Atinó a decir Calcú con la voz quebrada.____Es conveniente que vuelvas a Buenos Aires para poner al niño en manos de los representantes del Señor en la tierra. Quiero que lo bendigan como me has contado que lo hacen, mojándole la cabecita con agua sagrada...___E intentó depositar el niño en los brazos de la muchacha.
___Entrégate Maldonado, hija del demonio!___Gritó Baytos caminando con firme seguridad junto a sus hombres.___ Te lo ordeno en el nombre de Su Majestad, el Rey de España!
____ Eres tu quien debe huir.___Dijo La Maldonado con rapidez y resignación.___Calcú permanecía quieto, con el indiecito en sus brazos. La muchacha tuvo que hablarle con vehemencia.___ Vamos! ¿Qué esperas? Vete de una vez! Vete, que más tarde nos encontraremos. ¡Hay que salvar a Trujuí!
CAPITULO 10
“Andando sobre las Aguas”
Calcú corrió en dirección opuesta a donde estaban los españoles y aprovechó la gravitación del sector descendente más empinado de la loma. Envuelto en un poncho y abrazado contra su pecho como un tesoro del cielo, el cacique llevaba al recién nacido Trujuí.
Los esfuerzos de La Maldonado por distraer a Diego Baytos y sus acompañantes fueron vanos porque al ver que el cacique escapaba, ellos decidieron perseguirlo.
___ Hay que herirle una pierna!___Advirtió Baytos. Enseguida disparó su ballesta con magra puntería. La Maldonado, desesperada por impedir que lo detengan, alcanzó a quitarle las flechillas que le quedaban en el cesto y las arrojó lejos de su alcance.
___¿Qué has hecho maldita?___ Reprochó uno de los soldados, tensionando los músculos de su mandíbula en una mueca de encendida hostilidad.
___Déjala. ___Le ordenó Baytos tomándolo de un brazo cuando se disponía a golpear a la muchacha.___Al llegar al campamento, Alvaro le dará su merecido. Dame tus flechas y salgamos tras el indio, vamos, vamos! Tu por aquel costado y tu por allá. Si lo cercamos lo atraparemos fácilmente. No creo que se atreva a cruzar el río con el niño en sus brazos porque el agua está demasiado fría. Vamos. Adelante!
Comenzaron a bajar separadamente. Diego Baytos, con la ballesta lista para disparar.
___ Si Don Pedro de Mendoza supiese cuanta crueldad anida vuestros pechos, no dudaría un instante en mandarlos a la horca como lo hizo con tu hermano.____ Le advirtió La Maldonado a Baytos mientras este comenzaba a descender la loma.
___Cierra la boca, mujerzuela de burdel.!___ Replicó Baytos sin darse vuelta.___ Mi hermano fue condenado por matar un caballo y nosotros lo único que estamos haciendo es intentar limpiar esta tierra de sucios y desalmados aborígenes!
La Maldonado se arrodilló junto al cuerpo de la infortunada Gacilé y acarició su frente, aun tibia, y le cerró los párpados.
Unos metros antes del Río de las Conchas, Calcú se detuvo porque sintió el zumbido de una flecha cerca de su cabeza. La luz de singular pigmento dorado del firmamento tomó una intensidad lumínica que aclaró totalmente la visibilidad del amanecer. El ondulante lecho del río se agudizaba en el dirección al horizonte y hacía blanco en el centro del sol, que parecía una gigantesca naranja madura.
Calcú se dio cuenta que los españoles lo estaban acorralando y que su única salida era seguir corriendo con rectitud hasta llegar a la costa. El bebé comenzó a llorar.
Baytos bajaba la loma sin apresuramiento, clavando los bordes de la suela de sus botas contra los montículos de gramilla. Desde su posición, sentía la absoluta seguridad que el cacique no tenía escapatoria. De vez en cuando, detenía su marcha para divertirse de manera depravada, disparando su ballesta con intención de asustar a su presa.
Calcú llegó al borde del río, miró hacia ambos lados y vio que los otros dos conquistadores se le acercaban parsimoniosamente, como disfrutando cada paso que daban. Esto le hizo tomar conciencia de que lo tenían cercado. El llanto de Trujuí le produjo una sensación de fatalismo.
___Si estuvieras en la tierra podrías salvarme, Señor Jesucristo.___Dijo el cacique con la voz debilitada por un profunda melancolía mientras posaba sus retinas sobre las diáfanas aguas.
La Maldonado, desde la loma, supuso que Calcú estaba en problemas. El presentimiento de un dramático epílogo hizo que su ánimo se extraviara, y una despótica tristeza recorrió las praderas interiores de su pecho. Sin embargo, la rememoración de un proverbio del Antiguo Testamento despertó la potencia de su Fe inquebrantable y comenzó a tranquilizarse.
____”Tu guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera porque en ti ha confiado”___Exclamó repentinamente como encontrando un bálsamo divino. Sin ponerse de rodillas, juntó sus palmas instintivamente e inclinó su cabeza hacia atrás para depositar su mirada en el firmamento. Súbitamente, su imaginación la llevó a evocar la escena en que Jesús caminó sobre las aguas ente la atónita mirada de sus discípulos, y su femenina voz comenzó a darle forma a la oración de las oraciones:
___Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu Reino....
Diego Baytos se acercaba al cacique gozoso y triunfante.
___Eh Calcú! ¿Qué te pasa ahora? ¿Por qué has dejado de correr? ¿Es que tus pulmones se han quedado sin aire? Ja, ja, ja!!! ¡Coños con ese niño que no para de llorar!___Jaló el gatillo y disparó un flechazo que pasó muy cerca de la cabeza del cacique. ___ Si tu intención es criarle, supongo que buscarás una nodriza pa’ que le amamante, verdad? ¿O es que tu mismo piensas darle el pecho? ¡Ja, ja, ja, ja!
Sus compañeros, que también se acercaban caminando con petulante lentitud, largaban estrepitosas carcajadas. Roza los tenía muy bien entrenados en el arte de la burla sangrienta.
La Maldonado seguía orando sobre la loma.
Calcú cerró sus ojos lentamente y en su interior encontró una luminosidad mucho más poderosa que la claridad dorada del día que estaba naciendo. Su cuerpo se estremeció cual si hubiese resido una descarga eléctrica y levanto los párpados de golpe porque el resplandor era irresistiblemente extraordinario. Al darse vuelta vio a los tres españoles parados a escasos cinco metros de él.
___ Te propongo una cosa.___Dijo Baytos sin bajar demasiado su ballesta, y mimetizando las particulares ironías de Álvaro Roza.___Si saltas el río con el niño en tus brazos, te regalo la libertad. ...Ja, ja, ja, ja...¿Aceptas?...ja,ja, ja, ja ja...!
La Maldonado oraba con mayor fuerza y forzaba su mente para que no se borrase de su imaginación la escena en que Jesucristo camina sobre el agua.
Calcú, como queriendo escapar de la pesadilla de ver a Baytos y a sus dos compañeros acosándolo, volvió a cerrar los ojos y se introdujo en el universo interior de esa luz embriagadora y fantástica. Y todo fue resplandor en sus adentros... Fue como perder la conciencia del espacio y del tiempo, pero sintiendo un placer de ilimitada belleza y placer.
Al abrir su ojos se sintió cautivo de una alucinada confusión. Los españoles, el río y la loma, habían desaparecido y se veía una inmensa longitud de campo y yuyos. El cuerpecito de Trujuí, envuelto en la manta, seguía en sus brazos, pero ahora no lloraba. Daba la impresión que dormía.
Plateadas nubes de contornos multiformes manchaban la superficie celeste del cielo.
___¿Dejé de ser?___Se preguntó el cacique hablándose a si mismo, atrapado por la indescifrable incertidumbre de no poder discernir acerca del tiempo transcurrido. De a poco, fue saliendo de esa mágica abstracción y pensó en el sol girando hacia su izquierda para buscarlo. La esfera de fuego se había elevado hasta el punto medio entre el horizonte y el cenit. Calcú no podía de dejar de cavilar y de murmurar en voz baja.
___Pero...¿por qué antes de cruzar ese puente de inconciencia seráfica el astro rey estaba del otro lado y ahora....?
Al desplazar la vista por el follaje ribereño, Calcú encontró la gran loma en la otra margen del río. Aunque era inconcebible, había cruzado el río sin darse cuenta.
En la toldería, Diego Baytos y los dos soldados, con ojos de asombro y muecas de extravío, repetían lo mismo: que Calcú había cruzado el río caminando sobre las aguas.
Álvaro Roza, que no quería convencerse del fabuloso y para él, temible acontecimiento, le exigió a La Maldonado una explicación.
___Habla mujer! ¿Cómo es eso de que Calcú pisó las aguas del río sin hundirse?
La Maldonado solo atinó a sonreír mansamente.
CAPITULO 11
“Las Flechas Incendiarias”
____ Cae la tarde a tus espaldas, Santa María de los Buenos Aires, y este día de invierno, peor que el de ayer y peor que el de mañana, se lleva en las faltriqueras encendidas del sol, un retazo más de la esperanza que me trajo a estas tierras...___Iba diciendo Don Pedro de Mendoza con melancólico pesimismo, mientras su séquito lo transportaba sobre una parihuela, desde su casa hasta una canoa amarrada en la costa.
El médico Hernando de Zamora, quien había ordenado el traslado por cuestiones de seguridad, luego de los comienzos de las hostilidades con los querandíes, le indicaba a los pajes que apuraran el paso.
Una guardia de veinte soldados con pecheras, yelmos y armados con arcabuces y ballestas, iba custodiando con respetuosa benignidad al Adelantado.
Escondidos entre los arbustos, los querandíes vigilaban los movimientos y golpeaban los parches des sus tambores como preanunciando un nuevo ataque.
___¡Vamos indígenas!___Gritó Don Pedro de Mendoza en un arranque de esforzada y desafiante valentía.___ ¿Preparáis acaso otra de vuestras infames guerrillas? ¿No os alcanzan nuestras dádivas? Al pedir adornos, les dimos siete cofres...cuando solicitaron armas, les regalamos un arcabuz y cinco espadas...les hemos obsequiado alcohol para que aprendáis el arte de beber....Habéis vivido felices durante meses y......
Interrumpió un filoso sapukay proveniente de los arbustos cercanos. Mendoza, sensibilizado por la indignación, tuvo un rapto de ira e intentó descender de la parihuela replicando:
____....¡Salvaje alarido! ¿Buscáis capturar también al Primer Adelantado? ¡Pues aquí estoy monstruos chillones!
El doctor Zamora lo tomó de los brazos sin escatimar fuerzas y lo obligó a quedarse quieto.
___Calma, Pedro, si te alteras estarás peor.
___¿¡Que no me altere?! Ja! Mi vida se termina como la llama del candil al ahogarse con parsimonia en el cebo derretido de los cirios rebalsados, ¿y tu pretendes que eres mi médico personal no comprendes mi reacción?...¡ Frascator! ¡Eh Frascator! (1) ¿No será que has escrito tu libro en un arranque de crueldad creativa? ¿Cuándo escribías, no será que carcomía tu pecho el maldito gusano del resentimiento contra los que sufren esta enfermedad y fabricaste la ilusión de una cura milagrosa que ni tu mismo conoces?
¿En donde está el bendito “palo santo” que puede curarme, Frascator? ___Miraba hacia los costados pensando en que los querandíes lo oían.___ ¡Guayacán, salvajes! ¡Frascator ha dicho en su libro que el “palo santo” se saca de una planta llamada Guayacán, que crece en vuestras tierras! ¡Lo necesito para apagar el fuego de mis llagas! ¡ Vamos indígenas! ____ Don Pedro de Mendoza sufría síntomas alucinantes y su piel ardía como una hoguera.____ Al que traiga el Guayacán le regalo toda mi fortuna. ¡Moriré si no lo encuentro! ¡ Frascator! Has escrito que lo que sufro es un mal americano y cada vez tengo más dudas de esto...¿No será esa una idea de tu fantástica imaginería poética? Los indígenas de estas tierras jamás invadieron Europa, pero nosotros, los europeos, nos hemos tomado la costumbre de invadir las Indias como si todo fuera nuestro! ¡Frascator! ¡Responde Frascator!
___ No más gritos, Pedro. ___Ordenó el médico con el fin de apagar la pertinacia delirante de su paciente. Los pajes continuaban su camino cuidando que el enfermo no caiga al suelo. ___¿O es que estás buscando zambullirte en los pozos más insoportables de esta enfermedad?
___Frasactor... Frascator...¡¡Frascatooor!!
___¿Para que lo llamas, si sabes que no puede escucharte? ¿No acabas de decir que estamos en las Indias? ¡Frascator está en Europa, Pedro!
____Pues que venga mi lugarteniente Juan de Ayolas, entonces! ¡El salió de aquí con órdenes precisas de traer el palo santo para curarme!
___Juan de Ayolas no ha regresado aun, Pedro. Calma, por favor, calma...
Don Pedro de Mendoza lo miró como un niño desencantado, y al tomar conciencia de la respuesta que acababa de escuchar, sus ojos se perlaron de lágrimas.
___Ohh...si, comprendo, comprendo...___Respondió Don Pedro apagándose..___ Si estuviese aquí el pobre Osorio (2) nada de esto hubiese pasado..¡La maldición por haberlo condenado a muerte injustamente, persigue mis pasos...aunque ya ni caminar puedo....
Los navíos se mecían al compás de las olas sobre las aguas cenicientas del río. En la penumbra del crepúsculo, la silueta de “La Magdalena”, capitana de la expedición, se asemejaba a una mujer de voluptuosa estampa danzando en al ingravidez del espacio.
Luis de Cepeda, el joven hermano de Teresa de Jesús, quien también formaba parte del grupo expedicionario, oraba con la mente por la salud del Primer Adelantado. A su lado iba el clérigo Miranda, que tenía afición por la poesía. Precisamente en ese instante, comenzó a deambular por la mente del poeta la idea de escribir una romanza que relatase estas desgraciadas secuencias de la conquista del Río de la Plata. (3)
Cargaron a Don Pedro en una canoa amplia y remaron en dirección de “La Magdalena”. Cuatro gaviotas siguieron a los navegantes volando muy bajo. Luis de Cepeda quedó en tierra y volvió hacia la fortificación en compañía de algunos soldados.
El violáceo de las nubes que encapotaban el cielo, se fundía en el oscuro de la noche que llegaba. Unos metros antes de que los españoles transpusieran las puertas, una flecha con punta de fuego se clavó en un poste de la empalizado del murallón.
Apremiados por la amenazante circunstancia, los conquistadores dispararon sus arcabuces contra la maleza y se dieron prisa en cruzar los muros.
Los gritos de los aborígenes cortajearon el frío viento de Junio y embistieron contra Buenos Aires decididos a destruirla para siempre.
Desde la fortaleza, los españoles se defendieron con tiros de arcabuces y de ballestas, pero la oscuridad no les permitía apuntar con justeza.
Una lluvia de flechas incendiarias, semejantes a chisporroteantes cometas, trazó combas estelares en el espacio. En el interior del pueblo, las mujeres abandonaban las viviendas y corrían de un lado a otro en busca de cubos de agua para apagar el fuego. Los techos de paja, carcomidos por las llamas, dibujaban figuras dantescas.
Delante de una de las hogueras desde donde los querandíes encendían sus flechas, el cacique Yanduballo, excesivamente alcoholizado, tensionó los músculos tiznados de su cuerpo desnudo y lanzó un portentoso sapukay hacia arriba, como intentando atravesar la mancha pálida y descontorneada del lucero vespertino que traslucía el velo de las nubes.
Caminando entre flechas y balas, sin que sus hermanos de sangre repararan en él, se acercaba Calcú llevando en sus brazos a Trujuí. Su meta inmediata era encontrar al cacique Yanduballo para pedirle que cesara el ataque.
Desde el amanecer, Calcú había caminado varias leguas teniendo por meta la paz, y llegaba a Santa María de los Buenos Aires al caer la tarde, en momentos en que se despertaba en los hombres el más vil de los instintos: la violencia.
(1) Frascator. Autor del libro “Syphilo”, escrito en 1530, y que hablaba de la sífilis.
(2) Osorio era su primer lugarteniente. Un motín armado por Juan de Ayolas, para ganar el mando, hizo que terminara acusado de conspiración. Osorio, por orden de un presionado Don Pedro, fue ahorcado en las costas del Brazil, meses antes de que la expedición arribe al Río de la Plata.
(3) Su poema es el primero escrito en estas tierras.
Recopilación: Aquiles Ignora.
Copyright: Rodolfo Garavagno,
Trujuí, Moreno, Buenos Aires, Argentina.
Bonita narrativa la del libro "El Indio Trujuí". Nunca imaginé que esa región de la pampa bonaerense podía llegar a inspirar la escritura de un guión hollywoodense.
En altas esferas del poder, se tiene preciso conocimiento del talento y de la sabiduría de Rodolfo Garavagno.
Rodolfo Garavagno está considerado un sabio filosófico, y paralelamente a esto, son muchos los saben de su aguda dósis de talento y de su inquebrantable honestidad.
Argentina tiene un sabio filosófico y no lo utiliza?
Resulta lógico entonces que por las ventanas mediáticas de vea diariamente el infierno en el que viven los argentinos.
Jorge Luis Romero Quiñones
Rodolfo Garavagno, solo, con su pequeña camarita digital ha realizado el primer largometraje de ficción de la historia de Moreno.
Él no solo será recordado como el creador de "El Indio Trujuí" y de muchas pinturas literarias que le dieron lustre a la populosa barriada morenense, sino que ahora también está en la historia del Distrito 2 de la Provincia de Buenos Aires, como el primer director y productor cinematográfco.
El nombre de Trujuí aparece hoy por diferentes sitios del mundo, inclusive en revistas especializadas de Hollywood.
Rodolfo Garavagno ha pintado su aldea.
A NEW ERA FOR THE UNIVERSAL FILM INDUSTRY.
Whenever we discover something new. Never imagined things, sometimes.
I am a specialist in film, and frankly, I did not know that in terms of display, there were greater numbers of marginal films, not new, as are publicly known.
I have just discovered that the cinema is an iceberg, and that what 'the audience can see is just a tip, the rest is below the water. "
I always knew or sensed that films not released, but never on such a large number.
Besides, I thought I could not find the films that screen were those that had no commercial appeal and quality to go light. He was wrong.
In my discovery, I found dozens of films of high quality, often superior to that normally go to the cinema chains.
In exhibiting these films? In marginal Festivals are held around the world, even with institutional support from governments. Films that are unable to market, lack of money.
In principle, was carried out with few resources, sometimes, with zero budget.
Obviously do not feel there are players like the big stars, but you are unfamiliar with players of great talent.
If I Could in so short a time to discover more than 200 films, it is assumed that the world must be thousands and thousands.
Knowing that the number of film students at universities that the world is growing, and they will not find work in producing that work in place, the lack of logical space, we must prepare well to increase The number of movies.
Film is a passion that comes when the soul of the people fully seizes the mind and heart. Uncertainty is nothing then, imagine that within a very short time, before the growth of this sector of the hidden iceberg, given the huge number we're going to have movie is inevitably create another market.
The market of marginal cinema? Film not bleached?
The film made with very little money, too eager and talented?
Yes. Throughout. The containment dam may not contain so much hidden movies. Will break and there will be a flurry of films.
The producers covered by this group of marginal natural impulse to take leadership, who can lead and organize, which will be responsible for managing the launch and showing of these films. No matter where. But should be grouped in order to become stronger.
Do not forget that the cinema was in its infancy as marginal. Neither Edison first nor Lumiere later, never imagined that they were inventing an industry which over the years become one of the most powerful in the world, and also serve to project the image of a country in the world, as happened with United States.
They were and Georges Méliès from France D.W Griffith exalt those who contributed to the invention and industry to do so. The first, leading to the fiction film, the second display inventing mass andalusia rent theaters and get short of the lower spaces of Nickelodeon.
The signs of today's world that we will have new méliés and griffiths in the very near future. And I can see the picture, I think that these two celebrities emulator, may appear to Latin America. Argentina. More precisely, in Buenos Aires. Who am I in this path?
Fabio Junco and Julio Midú, creators of the Film Festival with Neighbors of Saladillo, are two of them. But it is emerging with an overwhelming force and vigor Rodolfo Garavagno, fimaker, composer and politic leader. These three policy-makers and film makers, who in my opinion, wil be re-invented film. Not only in Argentina but in the world.
Hollywood knows it, but not as a threat but as an opportunity to bliss and a big air for the industry: we should be already for this A NEW ERA FOR THE UNIVERSAL FILM INDUSTRY.
Victoria Silverwork
En cual librería se puede comprar este libro?
Feliz Anivesario Rodolfo Garavagno, historia y mística de Trujuí.
Martha Mierez
Bella Vista,Prov. de Buenos Aires.
El libro "El Indio Trujuí" se estrenará enla proxima Feria del Libro, en el stand de la impresora y editora GRUPO MAORÍ.
Rodolfo Garavagno, autor de la mítica obra, estará presente ese día para firmar autógrafos.
Irineo Pantaleón.
Agente Literario.
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