BUENOS AIRES, Agosto 02, (PUNTO CERO) El presidente de la Nación, Néstor Kirchner -acompañado por el ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus- firmó los decretos de autorización definitiva de las siguientes universidades: el Instituto Universitario de Ciencias de la Salud Fundación H. A. Barceló, la Universidad del CEMA (UCEMA), la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (UCEL), la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT) y la Universidad de San Andrés (UDESA).
Salvo la UCEMA, cuya fundación fue en 1978, el resto de las universidades reconocidas surgieron en los años 90. Di Tella, Ucema y San Andrés tienen una oferta académica similar, basada en las carreras vinculadas a la Economía y los negocios, aunque en los últimos años la UTDT abrió su oferta académica con las carreras de Historia y, en el último año, Arquitectura. La UCEL, en tanto, dicta desde Nutrición a Contador Público. La Fundación Barceló -por último- es reconocida por el dictado de disciplinas en torno a las Ciencias Médicas. En todos los casos ofrecen postrados.
"Las universidades, tanto públicas como privadas, cumplen una misión fundamental en el desarrollo de la investigación y la educación de la Argentina", resaltó Kirchner durante el acto de reconocimiento, el pasado 25 de julio.
La creación de universidades privadas se encuentra prevista en la Ley de Educación Superior y reglamentada por el Decreto 576/06. En principio, para que una entidad sin fines de lucro pueda constituirse como universidad privada debe establecerse como una asociación civil o fundación. Luego, deberá cumplir con los requisitos señalados en el artículo 4 del Decreto 576/96.
Una vez finalizadas estas etapas, y con la previa autorización de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitarias (CONEAU), el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) le otorga una autorización provisoria para funcionar como institución universitaria privada.
Durante el período en el que la universidad cuenta con la autorización provisoria, debe elevar anualmente un informe al Ministerio de Educación, que se remite a la CONEAU con el fin de evaluar su nivel académico y el grado de cumplimiento de sus objetivos y planes de acción de acuerdo con el proyecto institucional presentado originalmente.
Salvo la UCEMA, cuya fundación fue en 1978, el resto de las universidades reconocidas surgieron en los años 90. Di Tella, Ucema y San Andrés tienen una oferta académica similar, basada en las carreras vinculadas a la Economía y los negocios, aunque en los últimos años la UTDT abrió su oferta académica con las carreras de Historia y, en el último año, Arquitectura. La UCEL, en tanto, dicta desde Nutrición a Contador Público. La Fundación Barceló -por último- es reconocida por el dictado de disciplinas en torno a las Ciencias Médicas. En todos los casos ofrecen postrados.
"Las universidades, tanto públicas como privadas, cumplen una misión fundamental en el desarrollo de la investigación y la educación de la Argentina", resaltó Kirchner durante el acto de reconocimiento, el pasado 25 de julio.
La creación de universidades privadas se encuentra prevista en la Ley de Educación Superior y reglamentada por el Decreto 576/06. En principio, para que una entidad sin fines de lucro pueda constituirse como universidad privada debe establecerse como una asociación civil o fundación. Luego, deberá cumplir con los requisitos señalados en el artículo 4 del Decreto 576/96.
Una vez finalizadas estas etapas, y con la previa autorización de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitarias (CONEAU), el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) le otorga una autorización provisoria para funcionar como institución universitaria privada.
Durante el período en el que la universidad cuenta con la autorización provisoria, debe elevar anualmente un informe al Ministerio de Educación, que se remite a la CONEAU con el fin de evaluar su nivel académico y el grado de cumplimiento de sus objetivos y planes de acción de acuerdo con el proyecto institucional presentado originalmente.
Una vez cumplido el plazo de seis años de funcionamiento con autorización provisoria, la casa de estudios se encuentra en condiciones de solicitar el reconocimiento definitivo que se otorga por decreto del PEN, previo informe favorable de la CONEAU. (PUNTO CERO).
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