OLAVARRIA, Setiembre 11, (PUNTO CERO-Infoazuldiario) El dramático cierre de las candidaturas para las elecciones de octubre de este año dejó un saldo notable de ganadores, perdedores, indemnes, heridos y golpeados. Pero lo que interesa en el fondo no son tanto las historias y relatos individuales como el cambio de escenario que implican las nuevas reglas de juego que se impusieron con los acuerdos que empezaron en las semanas previas, se cerraron entre el viernes y el sábado a la mañana y fueron sometidos a fuertes presiones, en algunos casos exitosas.
Uno por uno, la nueva situación de los actores es la que sigue.
José Eseverri llevó todo y trajo casi nada. José organizó hasta el último detalle del armado local y del seccional, incluso en los puntos más finos, pero cuando llegó a La Plata le borraron el trazo más grueso: le iban a competir en el territorio, algo que no esperaba. Nunca pudo frenar la colectora de Silly Cura, que estaba lista desde el viernes a la noche y después no pudo imponer el criterio de “una cosa o la otra”: usar la colectora concedida al curismo para sacarle la diputación a Mario. Lo distrajo la enorme presión del PJ “no alicista” que se quedó afuera del acuerdo: Miguel Santellán estuvo a punto de hacer caer la diputación de Alicia. Entre bajarla y pedir por otro legislador, José se pegó al acuerdo local con el PJ (que estaba atado por la lista de concejales firmada el jueves con Alicia en el despacho). Y no tuvo chances para operar sobre la colectora. Ahora debe mostrar poder territorial conseguido con votos.
Mario diputado. Inamovible. Salvo una catástrofe no hay modo de que no sea legislador el 10 de diciembre, con lo cual preserva un lugar institucional para hacer política por cuatro años. Su lugar estaba acordado desde el viernes por la noche, pero el curismo tardó todo el sábado en comprender que la oferta era firme. Era el principal objetivo del curismo, más aún que la colectora local, y lo consiguieron sin despeinarse, básicamente porque en el Gobierno provincial nadie discutía que Mario tiene los pergaminos más que suficientes para ser diputado. Y que viene jugando bien desde 2005, cuando Silly sumó votos para José Eseverri sin cortar boleta. En ese sentido, Cura es el gran ganador del armado, porque no debe esperar al 28 de octubre para saber si es diputado el 10 d diciembre : ya lo es.
Silly con colectora. Vino facilísimo y estaba lista desde el viernes por la noche, pero Silly estuvo siempre muy desconfiada: pensaba que era un anzuelo para que José tuviera argumentos para sacarle la diputación a Mario con el criterio de “o lo uno o lo otro”. No era así. Al kirchnerismo el curismo le suma y al felipismo el curismo les da un ariete para meterse en Olavarría, incluso con chances de ganar. Es más: los mandaron a eso. Se la ganó Silly, por propio empuje. Con Mario hubieran dudado. El curismo se sacó la lotería.
Alicia, la tercera ganadora. Con el acuerdo entre el PJ y el FpV que forzó con José Eseverri fue la salvaguarda total de su cierre como candidata a diputada provincial. Estuvo a punto de ser eyectada de la banca, Santellán le descargó tanta munición que el eseverrismo no podía ni respirar al defenderla, pensaron en buscarle un lugar como diputada nacional, el jefe del PJ bonarense José María Díaz Bancalari no aceptó darle uno de los escasísimos escaños que Néstor Kirchner les concedió a los justicialistas. Pero con el barco ametrallado en la línea de flotación, llegó a puerto. Y encima tiene vínculos directos con Mónica Forastieri, la sexta de la lista que tiene chances de entrar. Se sacó la quiniela.
Los alineamientos (I): Miguel Santellán apoyará con todo. No tiene vuelta. Estuvo a punto de hacer bajar a Alicia Tabarés de la lista, y si no lo logró es porque a esa altura Isidoro Laso ya estaba muy debilitado, en su pelea (luego perdida por KO) por meter algún diputado en la nómina. Igual, casi por las suyas, estuvo cerca de sacar a la diputada de la chance de renovar. El ímpetu con el que van a apoyar a Silly es directamente proporcional a la furia que moviliza a este sector contra Alicia Tabarés. Un dato los depositó ya sin retorno en las filas de Silly, contra Alicia : aseguran que en medio de la pelea desde el kirhnerismo les preguntaron si no iban a presentar lista en Olavarría. Es decir: se encontraron cara a cara con la lista que tanto buscaron y que Tabarés desestimó al acordar con José. Están enfurecidos y si acuerdan ciertas reglas básicas llevarán la artillería del lado de Silly.
Los alineamientos (II): Alberto Hernández no apoyará a ninguno. No tiene motivo alguno para meter la cabeza en lo que será una lucha a muerte entre dos bandos. Y en cambio obtiene muchos beneficios si se queda atrás del alambrado, cómodo en la platea, viendo cómo los actores más importantes de la escena se matan entre sí. Hernández llamó a los dos sectores (eseverrismo y curismo) para felicitar por distintos motivos, pero se cuidó bien de no prometerles trabajo en la campaña a ninguno. Además de mirar desde afuera, Hernández tiene la ventaja de ser encuestado y poder medirlos permanentemente. Tiene un mirador privilegiado, y se dedicará a juntar información. Pero su posición al margen de la batalla no es equivalente a modorra. En las negociaciones se quedó en un segundo plano total, pero con el cuchillo entre los dientes y el fusil cargado con munición muy gruesa: estaba listo para saltar a la cancha ni bien sus jefes detectaran que algo en Olavarría o en la Séptima, tanto el viernes como el sábado. Pasado ese cierre, no está descartado que siga en el Ejecutivo de la Provincia pero hasta ahora la verdad es que nadie le ofreció nada.
¿Había colectora para Larreche? Los peronistas “no alicistas” de Olavarría juran y recontrajuran que sí: “es una lástima tremenda, si iba a pedirla se la daban...”, dicen, y eso que no lo terminan de digerir (o tal vez lo largan por eso). Vista la facilidad con la que le dieron una colectora a Silly no es descabellado pensar que pudo tener una. Pero, por otro lado, si se tiene en cuenta que el lunes y el martes la Casa Rosada está “podando” colectoras que fueron otorgada en exceso, sólo para descomprimir tensiones en la noche del sábado. Síntesis: si viajaba y se presentaba con apoyo o contacto con el sector de Santellán es muy posible que se la dieran.
El cambio de relaciones seccional y provincial. Isidoro Laso dejó de ser el hombre fuerte del justicialismo de la Séptima Sección. No logró un solo diputado y no tuvo el poder de veto que todos los justicialistas el daban en la previa, porque no pudo “bajar” a Alicia Tabarés.
Pero el gran cambio es la relación del felipismo provincial con el eseverrismo: con Silly a la cabeza vienen a competir fuerte y sin retaceos.
Si la colectora de Silly queda en pie tras el filtro de hoy y mañana martes en la Rosada, el felipismo cerrará su brecha entre Felipe Solá y Florencio Randazzo para tratar de recuperar Olavarría.
Juan Manuel y la gran resbalada del armador. La negociación del cierre de listas fue tan pero tan dura y con tanta influencia vertical que varios de los mejores armadores del PJ de la Séptima Sección de todos los tiempos quedaron descolocados. Uno fue un campeón, Isidoro Laso. Otro fue un valor temible: Juan Manuel García Blanco. Terminó muy enfrentado con Cura, cuando Mario y Silly decidieron no negociar nada e ir por todo lo que les ofrecían. Y José Eseverri lo mira con recelo, porque consideraba a Juan Manuel el lector más fiable de la Séptima y esta vez sus pronósticos no se dieron ni por aproximación. Antes de la negociación era el tremendo jugador de trastienda que contaba como propios a dos senadores y medio (el alvearense Alfredo Sivero, el saladillense Ricardo Lissalde si José se va del Senado y buena influencia sobre la azuleña Mariel Urruti) sin un solo voto en su propio territorio (Olavarría). Luego del cierre del sábado a la noche quedó complicado.
Uno por uno, la nueva situación de los actores es la que sigue.
José Eseverri llevó todo y trajo casi nada. José organizó hasta el último detalle del armado local y del seccional, incluso en los puntos más finos, pero cuando llegó a La Plata le borraron el trazo más grueso: le iban a competir en el territorio, algo que no esperaba. Nunca pudo frenar la colectora de Silly Cura, que estaba lista desde el viernes a la noche y después no pudo imponer el criterio de “una cosa o la otra”: usar la colectora concedida al curismo para sacarle la diputación a Mario. Lo distrajo la enorme presión del PJ “no alicista” que se quedó afuera del acuerdo: Miguel Santellán estuvo a punto de hacer caer la diputación de Alicia. Entre bajarla y pedir por otro legislador, José se pegó al acuerdo local con el PJ (que estaba atado por la lista de concejales firmada el jueves con Alicia en el despacho). Y no tuvo chances para operar sobre la colectora. Ahora debe mostrar poder territorial conseguido con votos.
Mario diputado. Inamovible. Salvo una catástrofe no hay modo de que no sea legislador el 10 de diciembre, con lo cual preserva un lugar institucional para hacer política por cuatro años. Su lugar estaba acordado desde el viernes por la noche, pero el curismo tardó todo el sábado en comprender que la oferta era firme. Era el principal objetivo del curismo, más aún que la colectora local, y lo consiguieron sin despeinarse, básicamente porque en el Gobierno provincial nadie discutía que Mario tiene los pergaminos más que suficientes para ser diputado. Y que viene jugando bien desde 2005, cuando Silly sumó votos para José Eseverri sin cortar boleta. En ese sentido, Cura es el gran ganador del armado, porque no debe esperar al 28 de octubre para saber si es diputado el 10 d diciembre : ya lo es.
Silly con colectora. Vino facilísimo y estaba lista desde el viernes por la noche, pero Silly estuvo siempre muy desconfiada: pensaba que era un anzuelo para que José tuviera argumentos para sacarle la diputación a Mario con el criterio de “o lo uno o lo otro”. No era así. Al kirchnerismo el curismo le suma y al felipismo el curismo les da un ariete para meterse en Olavarría, incluso con chances de ganar. Es más: los mandaron a eso. Se la ganó Silly, por propio empuje. Con Mario hubieran dudado. El curismo se sacó la lotería.
Alicia, la tercera ganadora. Con el acuerdo entre el PJ y el FpV que forzó con José Eseverri fue la salvaguarda total de su cierre como candidata a diputada provincial. Estuvo a punto de ser eyectada de la banca, Santellán le descargó tanta munición que el eseverrismo no podía ni respirar al defenderla, pensaron en buscarle un lugar como diputada nacional, el jefe del PJ bonarense José María Díaz Bancalari no aceptó darle uno de los escasísimos escaños que Néstor Kirchner les concedió a los justicialistas. Pero con el barco ametrallado en la línea de flotación, llegó a puerto. Y encima tiene vínculos directos con Mónica Forastieri, la sexta de la lista que tiene chances de entrar. Se sacó la quiniela.
Los alineamientos (I): Miguel Santellán apoyará con todo. No tiene vuelta. Estuvo a punto de hacer bajar a Alicia Tabarés de la lista, y si no lo logró es porque a esa altura Isidoro Laso ya estaba muy debilitado, en su pelea (luego perdida por KO) por meter algún diputado en la nómina. Igual, casi por las suyas, estuvo cerca de sacar a la diputada de la chance de renovar. El ímpetu con el que van a apoyar a Silly es directamente proporcional a la furia que moviliza a este sector contra Alicia Tabarés. Un dato los depositó ya sin retorno en las filas de Silly, contra Alicia : aseguran que en medio de la pelea desde el kirhnerismo les preguntaron si no iban a presentar lista en Olavarría. Es decir: se encontraron cara a cara con la lista que tanto buscaron y que Tabarés desestimó al acordar con José. Están enfurecidos y si acuerdan ciertas reglas básicas llevarán la artillería del lado de Silly.
Los alineamientos (II): Alberto Hernández no apoyará a ninguno. No tiene motivo alguno para meter la cabeza en lo que será una lucha a muerte entre dos bandos. Y en cambio obtiene muchos beneficios si se queda atrás del alambrado, cómodo en la platea, viendo cómo los actores más importantes de la escena se matan entre sí. Hernández llamó a los dos sectores (eseverrismo y curismo) para felicitar por distintos motivos, pero se cuidó bien de no prometerles trabajo en la campaña a ninguno. Además de mirar desde afuera, Hernández tiene la ventaja de ser encuestado y poder medirlos permanentemente. Tiene un mirador privilegiado, y se dedicará a juntar información. Pero su posición al margen de la batalla no es equivalente a modorra. En las negociaciones se quedó en un segundo plano total, pero con el cuchillo entre los dientes y el fusil cargado con munición muy gruesa: estaba listo para saltar a la cancha ni bien sus jefes detectaran que algo en Olavarría o en la Séptima, tanto el viernes como el sábado. Pasado ese cierre, no está descartado que siga en el Ejecutivo de la Provincia pero hasta ahora la verdad es que nadie le ofreció nada.
¿Había colectora para Larreche? Los peronistas “no alicistas” de Olavarría juran y recontrajuran que sí: “es una lástima tremenda, si iba a pedirla se la daban...”, dicen, y eso que no lo terminan de digerir (o tal vez lo largan por eso). Vista la facilidad con la que le dieron una colectora a Silly no es descabellado pensar que pudo tener una. Pero, por otro lado, si se tiene en cuenta que el lunes y el martes la Casa Rosada está “podando” colectoras que fueron otorgada en exceso, sólo para descomprimir tensiones en la noche del sábado. Síntesis: si viajaba y se presentaba con apoyo o contacto con el sector de Santellán es muy posible que se la dieran.
El cambio de relaciones seccional y provincial. Isidoro Laso dejó de ser el hombre fuerte del justicialismo de la Séptima Sección. No logró un solo diputado y no tuvo el poder de veto que todos los justicialistas el daban en la previa, porque no pudo “bajar” a Alicia Tabarés.
Pero el gran cambio es la relación del felipismo provincial con el eseverrismo: con Silly a la cabeza vienen a competir fuerte y sin retaceos.
Si la colectora de Silly queda en pie tras el filtro de hoy y mañana martes en la Rosada, el felipismo cerrará su brecha entre Felipe Solá y Florencio Randazzo para tratar de recuperar Olavarría.
Juan Manuel y la gran resbalada del armador. La negociación del cierre de listas fue tan pero tan dura y con tanta influencia vertical que varios de los mejores armadores del PJ de la Séptima Sección de todos los tiempos quedaron descolocados. Uno fue un campeón, Isidoro Laso. Otro fue un valor temible: Juan Manuel García Blanco. Terminó muy enfrentado con Cura, cuando Mario y Silly decidieron no negociar nada e ir por todo lo que les ofrecían. Y José Eseverri lo mira con recelo, porque consideraba a Juan Manuel el lector más fiable de la Séptima y esta vez sus pronósticos no se dieron ni por aproximación. Antes de la negociación era el tremendo jugador de trastienda que contaba como propios a dos senadores y medio (el alvearense Alfredo Sivero, el saladillense Ricardo Lissalde si José se va del Senado y buena influencia sobre la azuleña Mariel Urruti) sin un solo voto en su propio territorio (Olavarría). Luego del cierre del sábado a la noche quedó complicado.
Fuente: Marcelo Oliván – InfoEme. (PUNTO CERO).
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