BUENOS AIRES, Agosto 19, (PUNTO CERO-Asteriscos Tv) Especialistas advierten que lo cotidiano mata la sorpresa y el estrés produce bajas en el erotismo. Qué hay que hacer para mantener estos fantasmas bien lejos
Ver a ella con la cera depilatoria a punto de ser usada, o a él como un niño embobadao con la play station hasta la una de la mañana no es para nada sexy. Estos son sólo algunos problemas que hombres y mujeres que durante años llevaron adelante noviazgos muy apasionados, un buen día deciden irse a vivir juntos y entonces, como por arte de magia, pierden mutuo interés.
¿Es normal este "desínterés" hacia el otro?
Según el doctor Rubén Benítez, sexólogo, esa es la clave del éxito: “Es muy común que al principio de una convivencia la pareja pierda un poco el interés sexual, pero al adaptarse a la rutina diaria, si antes había pasión, siempre vuelve”.
Es cuestión de tiempo y relajación”, asegura la licenciada Inés Serudiansky, terapeuta de parejas, acostumbrada a escuchar todo tipo de dudas sobre el por qué se pierde el erotismo con la convivencia si antes esa misma pareja era pura pasión.
La mayor cantidad de parejas jóvenes que me consultan lo hace por la angustia que les genera el enorme cambio que viven al pasar del noviazgo a la convivencia. Es como que se encasillan mutuamente en determinados roles y se aterran de terminar siendo como sus padres: eso mata cualquier libido”, reflexiona la licenciada Serudiansky.
Entonces, ¿qué hacer para que la rutina no gane la batalla?
Ver a ella con la cera depilatoria a punto de ser usada, o a él como un niño embobadao con la play station hasta la una de la mañana no es para nada sexy. Estos son sólo algunos problemas que hombres y mujeres que durante años llevaron adelante noviazgos muy apasionados, un buen día deciden irse a vivir juntos y entonces, como por arte de magia, pierden mutuo interés.
¿Es normal este "desínterés" hacia el otro?
Según el doctor Rubén Benítez, sexólogo, esa es la clave del éxito: “Es muy común que al principio de una convivencia la pareja pierda un poco el interés sexual, pero al adaptarse a la rutina diaria, si antes había pasión, siempre vuelve”.
Es cuestión de tiempo y relajación”, asegura la licenciada Inés Serudiansky, terapeuta de parejas, acostumbrada a escuchar todo tipo de dudas sobre el por qué se pierde el erotismo con la convivencia si antes esa misma pareja era pura pasión.
La mayor cantidad de parejas jóvenes que me consultan lo hace por la angustia que les genera el enorme cambio que viven al pasar del noviazgo a la convivencia. Es como que se encasillan mutuamente en determinados roles y se aterran de terminar siendo como sus padres: eso mata cualquier libido”, reflexiona la licenciada Serudiansky.
Entonces, ¿qué hacer para que la rutina no gane la batalla?
“El gran secreto es hablar del tema, porque si no esa pequeña frustración se puede convertir en algo más grande y establecerse. Yo siempre aconsejo algo simple y efectivo: hay que encontrar un tiempo para relajarse juntos y, además, preservar espacios individuales”, dice el doctor Benítez. (PUNTO CERO-Asteriscos Tv).
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