El 66% de los alumnos del secundario conoce sobre situaciones constantes de humillación, hostigamiento o ridiculización entre compañeros o compañeras. Más que las agresiones físicas, éstos son los casos más frecuentes de violencia en las escuelas de la Ciudad y el conurbano bonaerense, según un estudio que presentó UNICEF.
Se basó en una encuesta a 1.690 alumnas y alumnos de los tres años superiores del secundario, que concurren a 93 escuelas públicas y privadas, cuyos directivos fueron también entrevistados. Las preguntas se hicieron en relación con lo ocurrido durante 2009. La muestra es representativa de los más de 600.000 estudiantes de la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
El trabajo desnuda prejuicios y derriba preconceptos. Mientras los directores de escuelas privadas creen que hay mayor conflictividad y violencia en el ámbito de las escuelas públicas – y lo mismo piensan los padres que costean los estudios de sus hijos –, los hechos demuestran otras realidades.
En el nivel privado, el 13,2% de los chicos dice que más de una vez sus compañeros fueron crueles con él (en escuelas públicas, 4,3%); el 17,1%, que más de una vez dijeron en público cosas feas sobre él o ella (en públicas, 11,3%); el 15,1% que se burlaron por alguna característica física (12,9% en escuelas públicas).
Además, “los chicos no tienen temor a manifestar si son ellos los agresores o forman parte de conductas violentas. Esto habla de un fuerte proceso de discriminación”, subraya Elena Duro, la especialista de UNICEF que coordinó la investigación.
En las escuelas privadas, el 36,2% de los chicos admitió haber tratado mal más de una vez a un compañero, mientras que en las públicas es el 23,1%. Las burlas por cuestiones étnicas, raciales o religiosas, por la vestimenta o la apariencia, también son más frecuentes en los colegios pagos, y por parte de adolescentes de nivel socioeducativo más alto.
En las escuelas del Estado, en cambio, según los chicos, hay más peleas con golpes entre alumnos (71,5%, frente al 69,3%), y también con más frecuencia. En cambio, cuando se compara entre escuelas de la Ciudad y del conurbano, son las primeras las que muestran mayores niveles de agresión física. (De niñez y adolescencia en los medios).
Se basó en una encuesta a 1.690 alumnas y alumnos de los tres años superiores del secundario, que concurren a 93 escuelas públicas y privadas, cuyos directivos fueron también entrevistados. Las preguntas se hicieron en relación con lo ocurrido durante 2009. La muestra es representativa de los más de 600.000 estudiantes de la Ciudad y el Gran Buenos Aires.
El trabajo desnuda prejuicios y derriba preconceptos. Mientras los directores de escuelas privadas creen que hay mayor conflictividad y violencia en el ámbito de las escuelas públicas – y lo mismo piensan los padres que costean los estudios de sus hijos –, los hechos demuestran otras realidades.
En el nivel privado, el 13,2% de los chicos dice que más de una vez sus compañeros fueron crueles con él (en escuelas públicas, 4,3%); el 17,1%, que más de una vez dijeron en público cosas feas sobre él o ella (en públicas, 11,3%); el 15,1% que se burlaron por alguna característica física (12,9% en escuelas públicas).
Además, “los chicos no tienen temor a manifestar si son ellos los agresores o forman parte de conductas violentas. Esto habla de un fuerte proceso de discriminación”, subraya Elena Duro, la especialista de UNICEF que coordinó la investigación.
En las escuelas privadas, el 36,2% de los chicos admitió haber tratado mal más de una vez a un compañero, mientras que en las públicas es el 23,1%. Las burlas por cuestiones étnicas, raciales o religiosas, por la vestimenta o la apariencia, también son más frecuentes en los colegios pagos, y por parte de adolescentes de nivel socioeducativo más alto.
En las escuelas del Estado, en cambio, según los chicos, hay más peleas con golpes entre alumnos (71,5%, frente al 69,3%), y también con más frecuencia. En cambio, cuando se compara entre escuelas de la Ciudad y del conurbano, son las primeras las que muestran mayores niveles de agresión física. (De niñez y adolescencia en los medios).
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