Se trata de uno de los fundadores de La Salada, Enrique “Quique” Antequera, administrador de Urkupiña. “Sería importante que el estado se ocupe del ordenamiento que falta: en lo territorial, funcional y seguridad”, apunto el empresario que quiere que se haga efectiva la medida impulsada por la administración de Daniel Scioli.
“Estamos completamente de acuerdo con la medida que busca reglamentar la Provincia de Buenos Aires sobre acotar la instalación de las ferias informales. Es algo que ya veníamos reclamando desde hace tiempo, como paso previo a la reglamentación y el control de las mismas ferias, ya que de esta forma se promueve el trabajo en blanco”, señaló el dirigente administrador de Urkupiña y fundador de la feria La Salada, Enrique “Quique” Antequera. “Es lógico que la gente, ante la falta de trabajo, busque alternativas que son dignas para ganarse la vida, y veo que el funcionamiento de las ferias es algo sumamente positivo para la salida de muchos. Pero es necesario garantizar la seguridad y el trabajo en regla.” Precisamente, la medida que busca hacer efectiva la semana que viene la administración de Daniel Scioli, apunta la no habilitación por 180 días en todo el territorio bonaerense de nuevas ferias del estilo de La Salada de Lomas de Zamora, y al mismo tiempo reglamentar las existentes sobre la base de dimensiones, y la identificación de los propietarios e inquilinos de los puestos de venta. Así, estarán obligados a estar inscriptos en la AFIP, ARBA y el Ministerio de Trabajo. Además se establece que las ferias preexistentes no deberán tramitar la habilitación provincial pero tendrán un plazo de tres años para adecuarse a la ley.
“Estas no son medidas que atenten contra el trabajo de La Feria de la Salada, sino todo lo contrario, se busca regularizar”, acotó Antequera, y recordó que en este sentido, Urkupiña es agente de retención para el cobro de IVA, Ingresos Brutos y las Tasas Municipales. “Basta recordar que esta feria en particular, -la más antigua- paga a unos 120 mil pesos mensuales en concepto de IVA y alrededor de 7 millones de pesos por año por todo tipo de impuestos. Cosa que en el resto de las ferias internadas no pasa y no sucede lo mismo”, dijo Antequera y recordó que directa o indirectamente, más de 100 mil familias dependen de la feria, por lo que “sería importante que el estado se ocupe del ordenamiento que falta en la salada en si: en lo territorial, funcional y seguridad”. Además, el feriante recordó que ante este tipo de cuestiones de ordenamiento, él mismo las motorizó en reuniones con Cámaras de Comercio, tanto Nacionales como Provinciales y Municipales.
“Estamos completamente de acuerdo con la medida que busca reglamentar la Provincia de Buenos Aires sobre acotar la instalación de las ferias informales. Es algo que ya veníamos reclamando desde hace tiempo, como paso previo a la reglamentación y el control de las mismas ferias, ya que de esta forma se promueve el trabajo en blanco”, señaló el dirigente administrador de Urkupiña y fundador de la feria La Salada, Enrique “Quique” Antequera. “Es lógico que la gente, ante la falta de trabajo, busque alternativas que son dignas para ganarse la vida, y veo que el funcionamiento de las ferias es algo sumamente positivo para la salida de muchos. Pero es necesario garantizar la seguridad y el trabajo en regla.” Precisamente, la medida que busca hacer efectiva la semana que viene la administración de Daniel Scioli, apunta la no habilitación por 180 días en todo el territorio bonaerense de nuevas ferias del estilo de La Salada de Lomas de Zamora, y al mismo tiempo reglamentar las existentes sobre la base de dimensiones, y la identificación de los propietarios e inquilinos de los puestos de venta. Así, estarán obligados a estar inscriptos en la AFIP, ARBA y el Ministerio de Trabajo. Además se establece que las ferias preexistentes no deberán tramitar la habilitación provincial pero tendrán un plazo de tres años para adecuarse a la ley.
“Estas no son medidas que atenten contra el trabajo de La Feria de la Salada, sino todo lo contrario, se busca regularizar”, acotó Antequera, y recordó que en este sentido, Urkupiña es agente de retención para el cobro de IVA, Ingresos Brutos y las Tasas Municipales. “Basta recordar que esta feria en particular, -la más antigua- paga a unos 120 mil pesos mensuales en concepto de IVA y alrededor de 7 millones de pesos por año por todo tipo de impuestos. Cosa que en el resto de las ferias internadas no pasa y no sucede lo mismo”, dijo Antequera y recordó que directa o indirectamente, más de 100 mil familias dependen de la feria, por lo que “sería importante que el estado se ocupe del ordenamiento que falta en la salada en si: en lo territorial, funcional y seguridad”. Además, el feriante recordó que ante este tipo de cuestiones de ordenamiento, él mismo las motorizó en reuniones con Cámaras de Comercio, tanto Nacionales como Provinciales y Municipales.
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