Frente a la imposibilidad de contar con el combustible líquido, cada vez más escaso en la Argentina, el GNC es el reemplazo natural para que el parque automotor que hoy funciona a nafta común pueda seguir circulando a un costo accesible para el usuario.
Así lo entiende la Cámara Argentina de GNC (CAGNC), para la cual el impacto de la discontinuidad de la nafta se verá reflejado en un aumento de conversiones a GNC debido a la gran ventaja en cuanto al precio del gas y el costo de los equipos de GNC.
Hay más de 400.000 de vehículos a nafta común -según estimaciones muy conservadoras- ocupando una franja del mercado automotor que, al no disponer del diferencial de precio entre la nafta súper y la común, serán proclives a convertir su vehículo con carburador a GNC.
La tecnología aplicable a vehículos con sistema carburado que utilizaban nafta común es más económica en relación a la conversión a GNC de vehículos con sistemas a inyección. Además, existen líneas de crédito a muy largo plazo y en cuotas fijas en pesos, que son de fácil acceso y transferibles para jubilados y empleados públicos, entre otros.
“Incluso con la nafta súper, hemos visto que el usuario se ha volcado nuevamente al GNC”, dijo Fausto Maranca, presidente de la CAGNC, quien recordó que en 2010 las conversiones se duplicaron y que la tendencia de este año es muy positiva, añadiendo que “la continuidad de suministro de las estaciones de GNC es hoy una ventaja competitiva que se suma al precio”.
Cabe destacar que usando GNC los usuarios ahorran el 75% respecto de la nafta súper, aún cuando el GNC se debería comparar con combustible “Premium” ya que tiene un índice de calidad antidetonante de 130 octanos, valor inalcanzable para cualquiera de las naftas existentes.
Así lo entiende la Cámara Argentina de GNC (CAGNC), para la cual el impacto de la discontinuidad de la nafta se verá reflejado en un aumento de conversiones a GNC debido a la gran ventaja en cuanto al precio del gas y el costo de los equipos de GNC.
Hay más de 400.000 de vehículos a nafta común -según estimaciones muy conservadoras- ocupando una franja del mercado automotor que, al no disponer del diferencial de precio entre la nafta súper y la común, serán proclives a convertir su vehículo con carburador a GNC.
La tecnología aplicable a vehículos con sistema carburado que utilizaban nafta común es más económica en relación a la conversión a GNC de vehículos con sistemas a inyección. Además, existen líneas de crédito a muy largo plazo y en cuotas fijas en pesos, que son de fácil acceso y transferibles para jubilados y empleados públicos, entre otros.
“Incluso con la nafta súper, hemos visto que el usuario se ha volcado nuevamente al GNC”, dijo Fausto Maranca, presidente de la CAGNC, quien recordó que en 2010 las conversiones se duplicaron y que la tendencia de este año es muy positiva, añadiendo que “la continuidad de suministro de las estaciones de GNC es hoy una ventaja competitiva que se suma al precio”.
Cabe destacar que usando GNC los usuarios ahorran el 75% respecto de la nafta súper, aún cuando el GNC se debería comparar con combustible “Premium” ya que tiene un índice de calidad antidetonante de 130 octanos, valor inalcanzable para cualquiera de las naftas existentes.
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