La suspensión obligada de los vuelos de LAN desde y hacia Buenos Aires -incluidas las operaciones domésticas- por un conflicto con Intercargo (firma estatal argentina que provee servicios en los terminales aéreos del país) es solo un ejemplo de los múltiples obstáculos que están enfrentado empresas chilenas en la Argentina en los últimos años.
Congelamiento de precios en el rubro de los supermercados, obligación de compensar importaciones con exportaciones, imposibilidad de ajustar tarifas en el ámbito eléctrico y amenazas de expropiaciones son algunas de las situaciones que vienen afectando a firmas chilenas en el país.
Esos casos, unidos a una constante incertidumbre económica y política -señalan los empresarios-, son algunos de los factores que explican la fuerte caída de las inversiones directas de capitales chilenos en la Argentina.
La baja llega a un poco más de la mitad si se comparan las cifras de la década finalizada en 2012 con la anterior.
Desde 1993 hasta 2002, las inversiones chilenas directas en Argentina sumaron más de US$ 10.655 millones, según cifras de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), impulsadas por privatizaciones desarrolladas por el gobierno trasandino de entonces, el proceso de internacionalización de las firmas nacionales y procesos de integración económica.
Entre 2003 y 2012, en tanto, solo se registraron inversiones chilenas por US$ 4.520 millones.
Según cifras proporcionadas por el diario El Mercurio, hasta el cierre de 2012 -y desde los 90, aproximadamente-, Argentina se situaba como el principal destino de los capitales chilenos, con cerca de US$ 16.821 millones, superando a Brasil (casi US$ 13 mil millones), Perú (US$ 11.637 millones) y Colombia (US$ 14.218 millones).
Si bien las inversiones chilenas generaron 134 mil empleos directos e indirectos en la Argentina desde 1990, el país ha perdido terreno frente a otros de la región en los últimos ejercicios.
Por ejemplo, el año pasado los chilenos invirtieron en Argentina US$ 540 millones, según Direcon, mientras que en Brasil la cifra fue de US$ 916 millones y en Colombia se anotó un récord por US$ 5.315 millones.
Si bien LAN afirmó que se mantendrá en Argentina, admitió que revisará sus inversiones futuras.
En cambio, otras empresas chilenas optaron por abandonar este mercado. Y así lo hizo por ejemplo Edelpa, firma de envases controlada por el grupo Said en 2008, por las fuertes alzas en los costos de operación y regulaciones de precios.
Antes, a inicios del 2000, la filial de ingeniería y construcción de Sigdo Koppers también dejó Argentina, anticipándose a un periodo económico adverso.
En 2010, Parque Arauco decidió desinvertir en la Argentina para enfocarse en Chile, Perú y Colombia. (Empresas News).
Congelamiento de precios en el rubro de los supermercados, obligación de compensar importaciones con exportaciones, imposibilidad de ajustar tarifas en el ámbito eléctrico y amenazas de expropiaciones son algunas de las situaciones que vienen afectando a firmas chilenas en el país.
Esos casos, unidos a una constante incertidumbre económica y política -señalan los empresarios-, son algunos de los factores que explican la fuerte caída de las inversiones directas de capitales chilenos en la Argentina.
La baja llega a un poco más de la mitad si se comparan las cifras de la década finalizada en 2012 con la anterior.
Desde 1993 hasta 2002, las inversiones chilenas directas en Argentina sumaron más de US$ 10.655 millones, según cifras de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon), impulsadas por privatizaciones desarrolladas por el gobierno trasandino de entonces, el proceso de internacionalización de las firmas nacionales y procesos de integración económica.
Entre 2003 y 2012, en tanto, solo se registraron inversiones chilenas por US$ 4.520 millones.
Según cifras proporcionadas por el diario El Mercurio, hasta el cierre de 2012 -y desde los 90, aproximadamente-, Argentina se situaba como el principal destino de los capitales chilenos, con cerca de US$ 16.821 millones, superando a Brasil (casi US$ 13 mil millones), Perú (US$ 11.637 millones) y Colombia (US$ 14.218 millones).
Si bien las inversiones chilenas generaron 134 mil empleos directos e indirectos en la Argentina desde 1990, el país ha perdido terreno frente a otros de la región en los últimos ejercicios.
Por ejemplo, el año pasado los chilenos invirtieron en Argentina US$ 540 millones, según Direcon, mientras que en Brasil la cifra fue de US$ 916 millones y en Colombia se anotó un récord por US$ 5.315 millones.
Si bien LAN afirmó que se mantendrá en Argentina, admitió que revisará sus inversiones futuras.
En cambio, otras empresas chilenas optaron por abandonar este mercado. Y así lo hizo por ejemplo Edelpa, firma de envases controlada por el grupo Said en 2008, por las fuertes alzas en los costos de operación y regulaciones de precios.
Antes, a inicios del 2000, la filial de ingeniería y construcción de Sigdo Koppers también dejó Argentina, anticipándose a un periodo económico adverso.
En 2010, Parque Arauco decidió desinvertir en la Argentina para enfocarse en Chile, Perú y Colombia. (Empresas News).
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