El bonaerense se sumó a un acto de campaña del senador de Río Negro, un respaldo para octubre pero también para su pelea por la gobernación. Su par patagónico Weretilneck quiere seguir y nunca perdió línea con la Casa Rosada ni con parte del peronismo local. Anticipó así su idea de reclutar peronistas sin pasar por Cristina y delinear su camino a la presidencia.
La carrera de Miguel Pichetto a la gobernación de Río Negro adelantó la estrategia de Daniel Scioli para posicionarse en la carrera presidencial, luego de la derrota que en el oficialismo ya descuentan que sufrirán en octubre.
El gobernador bonaerense participó ayer a la mañana junto a Pichetto en un acto de la Anses para anunciar la entrega de notebooks del programa Conectar Igualdad. Si bien estuvo presente su par rionegrino Alberto Weretilneck, Scioli cristalizó en la movida de ayer su apoyo al senador y candidato a reelegir.
Tanto, que hasta se lo llevó a la vecina localidad de Carmen de Patagones, una muestra de que está dispuesto a asistir a cualquier candidato a gobernador peronista que sufra una interna ante alguien cercano a la Casa Rosada que no profese fe en el PJ. Un anticipó de cómo actuará después de octubre.
Cerca de Scioli creen que para resurgir a la derrota de Insaurralde debería dar una clara señal de poder en los días siguientes a la elección, el miércoles a más tardar. Le plantean que una manera de recuperar la inciativa sería blanquear ante Cristina que se lanzará de inmediato a la pelea presidencial y convocar al Consejo Nacional del PJ, del que sigue a cargo.
"Si no reacciona rápido, Sergio (por Massa) le va a sacar mucha ventaja en el armado peronista", evaluan algunos importantes dirigentes con acceso a Scioli.
Por eso, imaginan que "su lugar" debería ser el de líder natural de los gobernadores peronistas. Sin embargo, no está claro quien sería el hombre de Scioli que ya debería estar trabajando estas alianzas, que obviamente lo ponen en un punto de importante tensión con la Casa Rosada, ya que Cristina no se resigna a perder la posición de jefa del peronismo.
Juan Carlos "El Chueco" Mazzón sería el articulador natural para Scioli, pero no está para nada claro que esté trabajando para él. "El Chueco es de todos", graficó otro importantísimo dirigente peronista a LPO y explicó que el eterno operador del PJ, por ahora está concentrado en ir recuperando el rol de gran articulador de esa fuerza, que el cristinismo le intentó mellar.
La interna rionegrinaAsí, en este Poker de tres o cuatro -Cristina, Scioli, Massa y los gobernadores-, en cada distrito empiezan a percibirse las tensiones propias de una fuerza que empieza a buscar nuevos horizontes.
Mientras Pichetto se asegura el respaldo de Scioli -y viceversa- Weretilneck no abandona sus aspiraciones. El gobernador no es del PJ: proviene del Frente Grande, con peso territorial en Cipolletti, lo que le valió ser vice de Soria en 2011. La repentina muerte del gobernador lo obligó a asumir el mandato, con la posibilidad de ser reelecto en 2015, lo que objetivamente lo pone en la vereda de enfrente de Pichetto, que acumula numerosas derrotas en esa pelea.
No será una pelea fácil. Pichetto ganó las recientes primarias con un 40% de los votos, 16 más que las tres listas de la UCR, que gobernó Río Negro desde 1983 hasta 2011. La lista de diputados la lideró María Emilia Soria, hija del fallecido gobernador y hermana de Martín, el intendente de Viedma, otro de los dirigentes del peronismo rionegrino que aspira a la gobernación.
Con Soria hija el senador resolvió momentaneamente el problema de contener al intendente de Viedma. Y al mismo tiempo se dio el gusto de ignorar el reclamo del gobernador y parte de la Casa Rosada, que estaban interesados en conseguir la reelección del actual diputado nacional Oscar Albrieu.
Weretilneck es el mayor problema de Pichetto. No por nada lo enfrentó en duros términos el año pasado, cuando en esa pelea no logró ni medio guiño de la Casa Rosada. Muy por el contrario, el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, recibió a ambos y les pidió dar por terminado el asunto. Fue la palmada que necesitaba el gobernador para no quedarse solo.
Entre la dirigencia rionegrina, el gobernador no perdió poder. “El 70% de los intendentes y de los legisladores provinciales están con él. Pichetto no contagia en la gente, la cara de malhumor permanente no lo ayuda", explicó a LPO un veterano dirigente rionegrino.
La fuente reveló además que "el año pasado, no cayó nada bien que intentara llevarse puesto al gobierno , luego de la muerte de Soria”, agregó la fuente.
Además de sus habilidades políticas, la posibilidad que tiene Weretilneck para contener al peronismo es sencilla: Maneja los fondos que se giran a los distritos, en parte gracias a su buena sintonía con Nación.
El riesgo para el PJ de profundizarse esta interna, es que termine reflotando a la alicaída UCR, que con su resultado en las primarias y su dura derrota en 2011 demostró no haber dejado un buen recuerdo en la sociedad.
Por otro lado el Frente Amplio Progresista llegó a 18 puntos en las primarias. Si finalmente se unen con los radicales en 2015, más el arrastre de una boleta nacional encabezada por Hermes Binner o Julio Cobos, el resultado queda abierto.
Pero tras una vida peleando por llegar, difícil que Pichetto pueda conmoverse y dar un paso atrás. Una tensión con la Casa Rosada puede complicar además la armonía del bloque oficialista del Senado que maneja como nadie.
Aunque sus debilidades, aseguran, siguen latentes: “Se pasó una vida buscando ser gobernador y no es fácil que lo voten. Por sus características, le cuesta el contacto con la gente y es imposible que sea una figura popular. Si tiene una mínima chance no puede dejarla pasar”, admiten en el PJ de Río Negro. (La Política OnLine).
El gobernador bonaerense participó ayer a la mañana junto a Pichetto en un acto de la Anses para anunciar la entrega de notebooks del programa Conectar Igualdad. Si bien estuvo presente su par rionegrino Alberto Weretilneck, Scioli cristalizó en la movida de ayer su apoyo al senador y candidato a reelegir.
Tanto, que hasta se lo llevó a la vecina localidad de Carmen de Patagones, una muestra de que está dispuesto a asistir a cualquier candidato a gobernador peronista que sufra una interna ante alguien cercano a la Casa Rosada que no profese fe en el PJ. Un anticipó de cómo actuará después de octubre.
Cerca de Scioli creen que para resurgir a la derrota de Insaurralde debería dar una clara señal de poder en los días siguientes a la elección, el miércoles a más tardar. Le plantean que una manera de recuperar la inciativa sería blanquear ante Cristina que se lanzará de inmediato a la pelea presidencial y convocar al Consejo Nacional del PJ, del que sigue a cargo.
"Si no reacciona rápido, Sergio (por Massa) le va a sacar mucha ventaja en el armado peronista", evaluan algunos importantes dirigentes con acceso a Scioli.
Por eso, imaginan que "su lugar" debería ser el de líder natural de los gobernadores peronistas. Sin embargo, no está claro quien sería el hombre de Scioli que ya debería estar trabajando estas alianzas, que obviamente lo ponen en un punto de importante tensión con la Casa Rosada, ya que Cristina no se resigna a perder la posición de jefa del peronismo.
Juan Carlos "El Chueco" Mazzón sería el articulador natural para Scioli, pero no está para nada claro que esté trabajando para él. "El Chueco es de todos", graficó otro importantísimo dirigente peronista a LPO y explicó que el eterno operador del PJ, por ahora está concentrado en ir recuperando el rol de gran articulador de esa fuerza, que el cristinismo le intentó mellar.
La interna rionegrinaAsí, en este Poker de tres o cuatro -Cristina, Scioli, Massa y los gobernadores-, en cada distrito empiezan a percibirse las tensiones propias de una fuerza que empieza a buscar nuevos horizontes.
Mientras Pichetto se asegura el respaldo de Scioli -y viceversa- Weretilneck no abandona sus aspiraciones. El gobernador no es del PJ: proviene del Frente Grande, con peso territorial en Cipolletti, lo que le valió ser vice de Soria en 2011. La repentina muerte del gobernador lo obligó a asumir el mandato, con la posibilidad de ser reelecto en 2015, lo que objetivamente lo pone en la vereda de enfrente de Pichetto, que acumula numerosas derrotas en esa pelea.
No será una pelea fácil. Pichetto ganó las recientes primarias con un 40% de los votos, 16 más que las tres listas de la UCR, que gobernó Río Negro desde 1983 hasta 2011. La lista de diputados la lideró María Emilia Soria, hija del fallecido gobernador y hermana de Martín, el intendente de Viedma, otro de los dirigentes del peronismo rionegrino que aspira a la gobernación.
Con Soria hija el senador resolvió momentaneamente el problema de contener al intendente de Viedma. Y al mismo tiempo se dio el gusto de ignorar el reclamo del gobernador y parte de la Casa Rosada, que estaban interesados en conseguir la reelección del actual diputado nacional Oscar Albrieu.
Weretilneck es el mayor problema de Pichetto. No por nada lo enfrentó en duros términos el año pasado, cuando en esa pelea no logró ni medio guiño de la Casa Rosada. Muy por el contrario, el jefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, recibió a ambos y les pidió dar por terminado el asunto. Fue la palmada que necesitaba el gobernador para no quedarse solo.
Entre la dirigencia rionegrina, el gobernador no perdió poder. “El 70% de los intendentes y de los legisladores provinciales están con él. Pichetto no contagia en la gente, la cara de malhumor permanente no lo ayuda", explicó a LPO un veterano dirigente rionegrino.
La fuente reveló además que "el año pasado, no cayó nada bien que intentara llevarse puesto al gobierno , luego de la muerte de Soria”, agregó la fuente.
Además de sus habilidades políticas, la posibilidad que tiene Weretilneck para contener al peronismo es sencilla: Maneja los fondos que se giran a los distritos, en parte gracias a su buena sintonía con Nación.
El riesgo para el PJ de profundizarse esta interna, es que termine reflotando a la alicaída UCR, que con su resultado en las primarias y su dura derrota en 2011 demostró no haber dejado un buen recuerdo en la sociedad.
Por otro lado el Frente Amplio Progresista llegó a 18 puntos en las primarias. Si finalmente se unen con los radicales en 2015, más el arrastre de una boleta nacional encabezada por Hermes Binner o Julio Cobos, el resultado queda abierto.
Pero tras una vida peleando por llegar, difícil que Pichetto pueda conmoverse y dar un paso atrás. Una tensión con la Casa Rosada puede complicar además la armonía del bloque oficialista del Senado que maneja como nadie.
Aunque sus debilidades, aseguran, siguen latentes: “Se pasó una vida buscando ser gobernador y no es fácil que lo voten. Por sus características, le cuesta el contacto con la gente y es imposible que sea una figura popular. Si tiene una mínima chance no puede dejarla pasar”, admiten en el PJ de Río Negro. (La Política OnLine).
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