LA PLATA, Julio 20, (PUNTO CERO- Diariohoy.net) En 1979, El Día y ADEPA no recibieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Polémico apoyo.
La Cámara de Diputados bonaerense aprobó la semana pasada un proyecto que condena, como lo reflejó Hoy, la vinculación de empresarios periodísticos con los responsables del terrorismo de Estado en los años ‘70.
Un ejemplo de las actitudes denunciadas ocurrió durante la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que llegó a la Argentina en septiembre de 1979 con el objetivo de constatar los crímenes de lesa humanidad que denunciaban los argentinos exiliados en el exterior.
Pero, en nuestro país, los editores de los principales diarios, aglutinados en la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA), optaron por mantenerse encolumnados detrás del gobierno de facto. Concretamente, faltaron a la cita que se había pactado con los representantes del organismo internacional debido a que, según argumentaron, “las invitaciones fueron cursadas un día antes y por eso la mayoría se excusó por tener otros compromisos”. Entre los empresarios periodísticos que pegaron el faltazo estaba el director del diario El Día, Raúl Kraiselburd.
Después de que la CIDH abandonó el país, el 22 de septiembre, el matutino platense publicó la editorial “Lo que se ha conseguido y lo que falta”, en la que defiende la postura adoptada por ADEPA y afirma: “Se ha manifestado en los hechos una tendencia a mejorar las condiciones en que se ejercita el periodismo en la Argentina”. En ese entonces, la dictadura militar se encontraba en su apogeo.
Esa misma editorial profundiza aun más en la defensa de lo realizado por la Junta Militar. Sostiene: “La derrota del terrorismo -gran parte de cuya acción, incluidos atentados, secuestros y asesinatos se dirigió a presionar a los diarios para torcerlos o callarlos- ha significado un gran paso hacia el logro de un ambiente adecuado para el cumplimiento de la misión periodística”.
Lo que El Día denominó “La derrota del terrorismo”, otros sectores lo interpretaron como una verdadera tragedia social ya que el accionar represivo de la última dictadura militar dejó un saldo 30 mil personas desaparecidas.
Eso no fue todo. El 13 de septiembre de ese año, El Día publicó una editorial para criticar con dureza a la presidenta derrocada, Isabel Perón, por haber denunciado ante la CIDH algunas de las violaciones cometidas por la dictadura. “No puede apelarse a supuestos antecedentes inmaculados cuando se ha tenido parte en la tolerancia que permitió en 1973 el florecimiento de los grupos subversivos...”, se afirma en la editorial. Y luego se agrega: “Nuestra ciudad fue testigo de todas las enfermedades sociales que el gobierno peronista, presidido por quien ahora pretende hacer gala de su faja inmaculada en derechos humanos, fomentó a través de su cómplice tolerancia”. (PUNTO CERO- Diariohoy.net).
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