MERCEDES, Julio 20, (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista) La defensa encarnizada y hasta exagerada en extremo que el bloque de concejales del oficialismo hace para impedir que desde el Concejo Deliberante se apruebe cualquier "pedido de informes" está lejos, muy lejos de beneficiar la acción del intendente Carlos Américo Selva. Y lo que es peor, la perjudica enormemente.
"La Mujer del César, no sólo debe ser honesta; también, debe parecerlo" reza un refrán popular. Y cuando se manejan dineros públicos, ningún funcionario se debe sentir sospechado y/o que se atenta contra su honorabilidad porque le pidan aclaraciones o explicaciones sobre cualquier tema. Cuando un rumor está en la calle, cuestionando una conducta, más que por mérito por falta de elementos para una comprensión cabal, y por esto pudiera quedar en tela de juicio la honorabilidad del funcionario, el buen sentido diría que la situación se aclare prontamente ante la opinión pública. Para ello es necesario que se aporten datos en abundancia para que se esclarezca y a su vez dar la mayor difusión a la que se tenga alcance. Porque cuanto más se demora, más se duda.
Desde la pueblada que clamaba "que se vayan todos" (y en vistas de que no se fue nadie) el poder político tiene que dar permanentemente muchas muestras de transparencia para recuperar la credibilidad. Quien no esté dispuesto a estar bajo la lupa, que deje la política y se dedique a otra cosa.
Durante la gestión del anterior intendente, doctor Julio César Gioscio, nunca el bloque oficialista -que respondía al intendente con mayoría propia- obstaculizó un pedido de informes. Es más: se aprobaban por unanimidad. Si se pedía "tablas", también apoyaba el pedido. Se puede conjeturar entonces que los concejales de Gioscio no dudaban que el Departamento Ejecutivo tenía la respuesta acorde al requerimiento y/o que el funcionario de área correspondiente sabía evacuar cualquier duda. Tenían el íntimo convencimiento de que toda la acción de gobierno era transparente.
En la gestión de Carlos Selva, ante la sola presentación de un "pedido de informes", se sale a cuestionar el proyecto, como si se sospechara de mala intención. O, lo que es peor, como si se temiera de antemano que con la respuesta se fuera a abrir la Caja de Pandora. Pareciera que el bloque oficialista está plagado de dudas y demuestra con su conducta que no se tiene la convicción de que todo está en orden temiendo que la respuesta a la requisitoria fuera la prueba irrefutable de una anormalidad que la oposición utilizaría en su provecho. Y como para muestra basta un botón, en la última sesión ordinaria se discutió por más de media hora sobre un simple pedido de informes. Resulta que en avenida 29 entre 40 y 42 -frente a la farmacia- se ha producido un bache, con vestigios de pérdida de líquido, que si no fuera porque la obra se realizó recientemente y que la reparación en la mencionada arteria llevó bastante tiempo con la circulación cortada y con el aporte de un importante monto de dinero en su ejecución, el bache no merecería mayor atención. Sería uno más, pero este bache es el motivo de comentarios de los vecinos que transitan la mencionada arteria. Cualquier representante político debería comprometerse con aclarar el tema. Sin embargo, tras los cuestionamientos al proyecto, el mismo salió aprobado, sin el voto de los concejales que adhieren al intendente Carlos Selva. Es de esperar que finalmente se sepa si hubo fallas en la ejecución del trabajo. De ser así, de quién fue la falla: si del contratista que realizó la capa asfáltica, si fue en las tareas previas hechas por el personal municipal o si solamente se trató de una contingencia fortuita, imposible de prever. (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).
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