AVELLANEDA, Diciembre 05, (PUNTO CERO) El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, León Arslanián, a través de la Auditoría General de Asuntos Internos, exoneró el pasado sábado a seis policías acusados de participar en el robo de mercadería y brindar protección a “piratas del asfalto”.
Se trata de los sargentos Carlos Alberto Mendoza, Omar Alejandro Iannone, Eduardo Daniel Pucheta, Pablo Osvaldo Mendoza y a los oficiales de policía Juan Alejandro Reartes y Andrea Paola de la Canal.
El suceso ocurrió el 7 de febrero del 2005 en el galpón de una fábrica de la localidad de Avellaneda, donde sujetos no identificados, con la complicidad de efectivos policiales de la Comisaría 1° de Avellaneda, vaciaron un galpón en el que escondían la mercadería (faxes, computadoras, aires acondicionados) sustraída por “piratas del asfalto”.
La grave conducta de los policías quedó al descubierto cuando varios empleados de seguridad de las fábricas vecinas, vieron como cargaban una camioneta con cajas que sacaban de un galpón, en el que previamente habían forzado la cortina metálica y del que se sospecha era utilizado para reducir mercadería de dudosa procedencia.
La sorpresa creció cuando observaron a dos móviles de la Comisaría 1° de Avellaneda que llegaron pero permanecieron “custodiando” a los malvivientes, mientras cargaban la camioneta.
Finalmente y gracias a la investigación de Asuntos Internos, se pudo establecer que una de las personas que se hallaba vestida de civil y cargando mercadería junto a un uniformado –el oficial Reartes- en un Renault 12 era el propio sargento Pucheta, mientras los otros uniformados cómplices “cortaban” el tránsito con las dos camionetas de la Policía –ocupadas por los sargentos Mendoza y Iannone- que fueron reconocidos al digitalizarse las fotos del video de seguridad de una fábrica vecina.
Por su parte, se estableció que la pareja de Pucheta, la Oficial de Policía De La Canal, recibió varios llamados de los custodios y no sólo evitó enviar móviles al lugar, sino que omitió asentar las novedades en el libro de guardia con claras intenciones de cubrir el accionar de su pareja y de sus compañeros de trabajo. La sanción impuesta, es la más severa de las contenidas en el régimen disciplinario policial e implica la separación definitiva de la fuerza, la pérdida de todos los beneficios inherentes al cargo y un obstáculo casi insalvable para volver a desempeñarse en cargos públicos. (PUNTO CERO).
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