martes, diciembre 05, 2006

LUJAN. El gobierno no se resigna al rechazo masivo. Las polémicas "lagunas estabilizadoras".

LUJAN, Diciembre 05, (PUNTO CERO-El Civismo) En el Concejo Deliberante aseguran que la estrategia del gobierno será movilizar a los vecinos para que rechacen el nuevo lugar acordado para los vuelcos de los atmosféricos.
En pocos días fueron juntadas 750 firmas para defender o rechazar el fracasado proyecto de El Ranquelino.
Trascendió este jueves en el Concejo Deliberante que el gobierno no se resigna al rotundo rechazo que recibió el polémico proyecto de "lagunas estabilizadoras" que pretendió aplicar en el frigorífico El Ranquelino.
Por eso estaría preparando una ofensiva consistente en movilizar a los vecinos de los barrios cercanos al Basural Municipal para que se opongan a la propuesta provisoria acordada el último fin de semana entre el Concejo Deliberante y el Departamento Ejecutivo.
De acuerdo a lo que pudo saber este medio, quien estaría detrás de esta maniobra es la concejal por el Frente Para la Victoria y acérrima defensora del proyecto en El Ranquelino, Iris Bustos, tal como lo demostró durante la sesión ordinaria. Esa noche, ni siquiera el propio oficialismo se animó a incluir la propuesta en el temario ante el masivo rechazo que cosechó entre vecinos de numerosos barrios.
No obstante, desde el gobierno intentarían jugar una segunda carta a partir del dinero desembolsado con anticipación en el contrato de alquiler que se comprometió a respetar pese a no haber consultado a los concejales.

AVALANCHAS DE FIRMAS
En tanto, cientos de vecinos se movilizaron a favor y en contra del proyecto de "lagunas estabilizadoras" en El Ranquelino desde que el 18 de noviembre el tema salió a la luz.
Con argumentos de todo tipo, la semana pasada llegaron al Departamento Ejecutivo y al Concejo Deliberante distintas notas tanto en defensa como en oposición a la propuesta del gobierno. En pocos días, fueron juntadas 750 firmas de las cuales 402 eran en rechazo a los vuelcos de atmosféricos en el paralizado frigorífico.
De las 348 restantes, 39 de ellas respaldaron la postura de las empresas de tanques atmosféricos cuando declararon el lock-out patronal por no tener un lugar habilitado para arrojar el contenido de los líquidos que transportan pero también como forma de ejercer presión sobre las autoridades para que consigan un sitio en donde vaciar sus cisternas.
Una nota ingresada el viernes de la semana pasada a las 12.20 no pudo torcer la voluntad de la mayoría de los concejales ni de quienes expresaron por medio de sendos escritos su oposición al polémico proyecto.
En ese caso, contaba con 177 firmas, en su mayoría de vecinos de Pueblo Nuevo y Cortínez. Varias de las rúbricas que aparecen corresponden a personas que forman parte del gobierno municipal o integran instituciones intermedias condescendientes con la gestión que encabeza el intendente Prince.
No deja de llamar la atención las escasas firmas de personas que habitan en Jáuregui, localidad donde la gente tiene desde años -como consecuencia de la contaminación que provoca la curtiembre Curtarsa- una mayor conciencia ecológica.
Por otra parte, y en un manuscrito fechado el martes 21 dirigido al vicepresidente del Concejo, Héctor Melo, vecinos del barrio Ameghino expresaron su preocupación por el estado que presentaban los pozos ciegos y la falta de servicios de las empresas de atmosféricos, mas también pedían en forma "urgente" que se apruebe la improvisada depuradora.
Fueron otras 132 firmas las que daban por descontado que las "lagunas estabilizadoras" eran una "solución" al problema desatado por la falta de un lugar para vuelcos de líquidos transportados por atmosféricos.

EL NO DEL SAN BERNARDO
Conocida la cantidad de firmas que juntaron en Las Acacias, en barrios cercanos y congregaciones religiosas de la zona adyacentes a El Ranquelino (330 en un día), se sumaron otras 72 firmas que fueron recolectadas en cuestión de horas en el barrio San Bernardo.
En tal sentido, este grupo de vecinos se movilizó ante "versiones" partidas de "algunos concejales que se oponen a la propuesta" quienes "opinaron que podría volcarse en la planta depuradora que funciona en nuestro barrio", dice el escrito que no identifica, por ejemplo, al vecinalista Oscar Luciani, uno de los ediles que habló públicamente de esta alternativa.
No obstante, la respuesta de este barrio fue clara: "No vamos a aceptar por ninguna razón que tengan esa posibilidad, ya que los vecinos de este lugar fuimos y somos los más perjudicados. Basta de querernos agregar más riesgos a los que ya tenemos".

OPINIONES PARA TENER EN CUENTA
Según fuentes que pudo consultar este medio, una de las opiniones que tuvo mayor peso e hizo reconsiderar al oficialismo provino de la fábrica Inaforja. Por medio de una nota dirigida al intendente expresó su "terminante negativa" al proyecto al entender que, de concretarse, esta industria se vería afectada por las "inmediatas consecuencias sobre el medio ambiente y social", debido a que el sistema planeado era "insalubre".
Las consecuencias, según Inaforja, que habrían ocasionado el método propuesto por las secretarías de Medio Ambiente y Servicios Sanitarios hubiesen sido las siguientes:
- Inevitable contaminación atmosférica de la zona.
- Rotunda contaminación de aguas subterráneas.
- Dada la inclinación del terreno, existe la posibilidad de anegamiento provocando la consecuente contaminación del curso superficial más cercano (arroyo).
- Olores nauseabundos por descomposición de algas.
- En nuestro país no han sido desarrolladas investigaciones para obtener parámetros regionales de diseño por lo que el proyecto debe estar alejado de zonas pobladas (entre viviendas más cercanas y el predio hay escasa distancia).
- La probabilidad de desarrollo bacterial y microbiano.
- La recuperación de recurso edáfico.
- Normas vigentes.
Con menos argumentos técnicos pero apelando al sentido común, los Talleres Marangatú, que funcionan en la quinta que lleva el mismo nombre, había argumentado como uno de los principales motivos para rechazar la propuesta la escasa distancia que existe entre la finca y las lagunas. "Nos separan sólo unos metros".
También temía por la proliferación de moscas, por la "vista constante de los vehículos de transporte" y por el pequeño arroyo que cruza la quinta "el cual recibe agua de lluvia o de desagüe. No queremos imaginar qué puede recibir su cauce".El abad Fernando Luis Rivas de la Abadía San Benito le escribió al intendente: "El temor que nos inquieta en lo que este emprendimiento puede afectar al medio ambiente y en especial a las napas de aguas de las cuales consumimos". (PUNTO CERO-El Civismo).

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