El actor está molesto con el director cinematográfico y dueño de la productora 100 Bares. Todo tiene que ver con la entrega de los Premios Oscar del próximo domingo.
En la empresa dieron por descontado que Ricardo no quería viajar a Miami. Sin embargo, el actor fetiche de Juan José no recibió la invitación para hacerlo. Todos los detalles de la trama encubierta detrás del premio más importante de la cinematografía mundial
Lo que parecía algo imposible se puede concretar en las próximas horas. Una y mil veces van a negar el trascendido, pero la realidad indica que Ricardo Darín no está del todo conforme con las plazas designadas para presenciar el próximo domingo la entrega de los Premios Oscar, en donde el filme de Juan José Campanella, “El hijo de la novia”, está ternado como mejor película de habla extranjera.
La historia la puso en la palestra el periodista de espectáculos y especialista en cine Alexis Puig, quien confió la primicia en el programa de Gustavo Silvestre, “Mañana Silvestre”, que se emite de 6 a 9 por Radio La Red, AM 910.
Allí se precisó que la designación de Guillermo Francella como representante de los actores en la ceremonia que se llevará a cabo el próximo domingo puede provocar la rotura artística del director y el actor. Ambos vienen trabajando juntos desde hace muchos años y con este filme lograron la segunda nominación al Oscar, la primera fue con “El hijo de la novia”.
Al parecer, los productores de 100 Bares, la empresa que pertence a Campanella, dieron por hecho que Darín no quería asistir a la entrega porque primero no está muy de acuerdo con los premios y segundo porque tiene compromisos teatrales en Buenos Aires.
La línea protagónica indicaba que Darín debía viajar o bien Soledad Villamil, la segunda protagonista. Francella ingresaba en el tercer puesto, tal como aparece en la película.
Pero, esta errónea presunción por parte de la gente de Campanella provocó la ira de Ricardo, quien no fue ni siquiera invitado para ver si tenía ganas de viajar. Lo propio sucedió con Villamil. Automáticamente, imaginaron que Guillermo iba a aceptar y por dicha razón cerraron directamente con él.
Esto significó una herida en la exitosa relación entre el actor y el director, algo que nadie imaginaba, y mucho menos a horas de la gran entrega que podría darle la segunda estatuilla a nuestro país.(PRIMICIASYA.COM).
En la empresa dieron por descontado que Ricardo no quería viajar a Miami. Sin embargo, el actor fetiche de Juan José no recibió la invitación para hacerlo. Todos los detalles de la trama encubierta detrás del premio más importante de la cinematografía mundial
Lo que parecía algo imposible se puede concretar en las próximas horas. Una y mil veces van a negar el trascendido, pero la realidad indica que Ricardo Darín no está del todo conforme con las plazas designadas para presenciar el próximo domingo la entrega de los Premios Oscar, en donde el filme de Juan José Campanella, “El hijo de la novia”, está ternado como mejor película de habla extranjera.
La historia la puso en la palestra el periodista de espectáculos y especialista en cine Alexis Puig, quien confió la primicia en el programa de Gustavo Silvestre, “Mañana Silvestre”, que se emite de 6 a 9 por Radio La Red, AM 910.
Allí se precisó que la designación de Guillermo Francella como representante de los actores en la ceremonia que se llevará a cabo el próximo domingo puede provocar la rotura artística del director y el actor. Ambos vienen trabajando juntos desde hace muchos años y con este filme lograron la segunda nominación al Oscar, la primera fue con “El hijo de la novia”.
Al parecer, los productores de 100 Bares, la empresa que pertence a Campanella, dieron por hecho que Darín no quería asistir a la entrega porque primero no está muy de acuerdo con los premios y segundo porque tiene compromisos teatrales en Buenos Aires.
La línea protagónica indicaba que Darín debía viajar o bien Soledad Villamil, la segunda protagonista. Francella ingresaba en el tercer puesto, tal como aparece en la película.
Pero, esta errónea presunción por parte de la gente de Campanella provocó la ira de Ricardo, quien no fue ni siquiera invitado para ver si tenía ganas de viajar. Lo propio sucedió con Villamil. Automáticamente, imaginaron que Guillermo iba a aceptar y por dicha razón cerraron directamente con él.
Esto significó una herida en la exitosa relación entre el actor y el director, algo que nadie imaginaba, y mucho menos a horas de la gran entrega que podría darle la segunda estatuilla a nuestro país.(PRIMICIASYA.COM).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario