Eliminarán el sistema de elección de las internas, diseñado para darle lugar a las minorías. Y así cada partido político podría definir su forma de elección. Esa restricción complica las opciones de los candidatos alineados a Massa y también es un límite para los transversales K, que ahora no tendrán más opción que negociar para Sabbatella.
Recién llegado de Italia, Daniel Scioli acordó con los intendentes impulsar un cambio en la reforma política bonaerense para protegerlos de otras candidaturas kirchneristas dispuestos a robarles concejales y legisladores.
La idea sería modificar el artículo 14 de la ley de internas sancionada en 2009, que establece la aplicación del sistema D’Hont para las internas abiertas, que le permite acceder a cargos legislativos al que acceda a sólo el 10% de los votos. Para esa instancia, cada partido político podría definir su sistema de selección por candidatos, opción que, estiman en el PJ bonaerense, la UCR debería apoyar sin reparos. Y entre ambos partidos acorralarían an resto de la fuerzas en la Legislatura provincial.
Así lo acordó Scioli este mediodía con los representantes parlamentarios del oficialismo modificar el polémico artículo de la reforma política y dejar en cada partido político la definición de sus reglas para una interna.
Hasta el despacho del gobernador arribaron Federico Scarabino (Senado) y Horacio González (Diputados), su Jefe de Gabinete, Alberto Pérez y los presidentes de los bloques oficialistas, Osvaldo Goicoechea (senadores) y Raúl Pérez (diputados).
Por naturaleza, el D'Hont cálculo beneficia a las minorías, o sea, facilita a los candidatos opositores accedan a cargos legislativos. La UCR siempre lo usó para su interna mientras que en el PJ los opositores internos tuvieron siempre más complicaciones, ya que sólo accedían al reparto de cargos con un 25% de los votos.
Un cálculo así complicaría a Sergio Massa para seducir a candidatos locales en la primera sección electoral, donde su sola presencia en la boleta garantiza un importante caudal de votos y amenaza la estabilidad de los jefes comunales. Para buscar aliados, ahora, deberá mostrar mediciones que lo proyecten sin riesgo de caer a último momento. Sobre todo porque, en una interna, el aparato de los intendentes será lo último en desbarrancar.
Es que a ninguno le causa gracia perder concejales en manos de dirigentes de peso. De hecho, muchos de los que soportaron esa situación tras 2009 fueron destituidos o sufrieron constantes amenazas de sus Concejos Deliberantes.
El sistema D’Hont también favorece a los espacios transversales del kirchnerismo, que hasta antes de la irrupción de Martín Sabbatella sólo hablaban de formar un frente electoral con el PJ y sacarse chispas en una interna, con la esperanza de acceder a varias concejalías.
Otro que apuesta fuerte a la interna es Hugo Moyano, dispuesto a conseguir lugares con su Corriente Sindical peronista. Con suerte dispar, en 2009 Moyano y los piqueteros pelearon cuerpo a cuerpo con los intendentes para conseguir lugares en las nóminas kirchneristas. (La Política OnLIne).
Recién llegado de Italia, Daniel Scioli acordó con los intendentes impulsar un cambio en la reforma política bonaerense para protegerlos de otras candidaturas kirchneristas dispuestos a robarles concejales y legisladores.
La idea sería modificar el artículo 14 de la ley de internas sancionada en 2009, que establece la aplicación del sistema D’Hont para las internas abiertas, que le permite acceder a cargos legislativos al que acceda a sólo el 10% de los votos. Para esa instancia, cada partido político podría definir su sistema de selección por candidatos, opción que, estiman en el PJ bonaerense, la UCR debería apoyar sin reparos. Y entre ambos partidos acorralarían an resto de la fuerzas en la Legislatura provincial.
Así lo acordó Scioli este mediodía con los representantes parlamentarios del oficialismo modificar el polémico artículo de la reforma política y dejar en cada partido político la definición de sus reglas para una interna.
Hasta el despacho del gobernador arribaron Federico Scarabino (Senado) y Horacio González (Diputados), su Jefe de Gabinete, Alberto Pérez y los presidentes de los bloques oficialistas, Osvaldo Goicoechea (senadores) y Raúl Pérez (diputados).
Por naturaleza, el D'Hont cálculo beneficia a las minorías, o sea, facilita a los candidatos opositores accedan a cargos legislativos. La UCR siempre lo usó para su interna mientras que en el PJ los opositores internos tuvieron siempre más complicaciones, ya que sólo accedían al reparto de cargos con un 25% de los votos.
Un cálculo así complicaría a Sergio Massa para seducir a candidatos locales en la primera sección electoral, donde su sola presencia en la boleta garantiza un importante caudal de votos y amenaza la estabilidad de los jefes comunales. Para buscar aliados, ahora, deberá mostrar mediciones que lo proyecten sin riesgo de caer a último momento. Sobre todo porque, en una interna, el aparato de los intendentes será lo último en desbarrancar.
Es que a ninguno le causa gracia perder concejales en manos de dirigentes de peso. De hecho, muchos de los que soportaron esa situación tras 2009 fueron destituidos o sufrieron constantes amenazas de sus Concejos Deliberantes.
El sistema D’Hont también favorece a los espacios transversales del kirchnerismo, que hasta antes de la irrupción de Martín Sabbatella sólo hablaban de formar un frente electoral con el PJ y sacarse chispas en una interna, con la esperanza de acceder a varias concejalías.
Otro que apuesta fuerte a la interna es Hugo Moyano, dispuesto a conseguir lugares con su Corriente Sindical peronista. Con suerte dispar, en 2009 Moyano y los piqueteros pelearon cuerpo a cuerpo con los intendentes para conseguir lugares en las nóminas kirchneristas. (La Política OnLIne).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario