Fuentes del PRO indicaron a LPO que el Jefe de Gobierno porteño ordenó volver al plan presentado en el 2009 y avanzar a fondo con esta mega-obra, que había sido frenada cuando legisladores de la oposición presentaron amparos en la Justicia. En los últimos días, y luego de largos meses de quietud, la fiscal de la Ciudad Daniela Ugolini, convocó a una audiencia a las partes para intentar destrabar el conflicto.
Se trata de una obra que, por su magnitud, es considerada “faraónica” y consiste en la construcción de dos túneles bajo la avenida 9 de Julio que contribuirían a descomprimir el tránsito vehicular. Con este emprendimiento, sueña hoy el ingeniero Mauricio Macri.
Fuentes del gobierno de la Ciudad le confirmaron a LPO que, la semana pasada, el Jefe de Gobierno dio la orden de reactivar el mega proyecto que en estos meses había quedado en el olvido.
Es que en 2009, cuando se hizo su anuncio oficial, legisladores porteños de la oposición salieron inmediatamente a cuestionarlo y presentaron ante la Justicia pedidos de amparo, rechazando su forma de financiación y la carencia de estudios previos de impacto ambiental. La Justicia hizo lugar a los reclamos y la obra se frenó.
Sin embargo, luego de largos meses en los que este proyecto pareció quedar en el olvido, otra vez volvió a hablarse sobre él. En los últimos días, la fiscal de la Ciudad Daniela Ugolini -quien fuera también la candidata del macrismo para presidir el Tribunal Superior de Justicia- convocó a una audiencia a las partes para intentar destrabar el conflicto. La fecha fijada es el 26 de mayo.
Por un lado, pesa el amparo presentado por los legisladores del bloque de Diálogo por Buenos Aires Eduardo Epszteyn y Aníbal Ibarra; y el titular de la banca de Igualdad Social, Martín Hourest; en el que se cuestiona que la licitación de la obra quede a cargo de AUSA, y se eluda así el control legislativo. También el amparo presentado por la diputada María José Lubertino en el que se indica que “los llamados a licitación violan derechos ciudadanos y los lineamientos del Plan Urbano Ambiental, omitiendo la presentación del correspondiente estudio de impacto ambiental y su discusión en audiencia pública”.
El objetivo de este polémico emprendimiento –que deja liberada la 9 de Julio para el transporte público- es aliviar el paso de unos 10.000 vehículos en hora pico. Los túneles sólo podrán ser utilizados por el tránsito pasante y no tendrán salidas. El principal -que irá en sentido Norte-Sur- tendrá accesos a la altura de la Avenida Del Libertador, de la Autopista Illia, de la avenida Santa Fe, de Viamonte y de Perón, y empalmará con la autopista 25 de Mayo.
Desde el gobierno porteño, precisaron que la realización de esta obra sería uno de los principales anhelos de Macri, en el caso de que lograra cumplir un segundo mandato en la Ciudad. En verdad se trata de una sumatoria de proyectos: el túnel de la 9 de Julio, la construcción de la línea H de subte –cuya realización sería otorgada al grupo Techint- y los acuerdos con China para el emplazamiento de las líneas F y G; con estas medidas, el ingeniero entiende que se despediría con gloria de la Ciudad de Buenos Aires.
De todos modos, por el momento, el dilema que más preocupa al Jefe de Gobierno es el nombramiento de un compañero de fórmula, si es que termina de decidirse por presentarse a la reelección porteña.
Desde el macrismo puro, los nombres sugeridos son el del Secretario Marcos Peña o el de la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal. Pero quienes prefieren que el compañero le sume desde la política, se inclinan más por pensar que el titular de Espacio Público, Diego Santilli, o el ministro de Cultura, Hernán Lombardi, estarían hoy mejor posicionados para acompañarlo en una contienda electoral que a priori se ve muy reñida con el Frente para la Victoria y con Proyecto Sur.
Pero más allá de las especulaciones en torno a cada candidato, mientras las distintas variables se analizan bajo el esquema de una reelección, antiguos proyectos, como el del túnel bajo la 9 de Julio, vuelven a cobrar interés y a ser puestos en juego por el Jefe de Gobierno porteño. (La Política OnLine).
Se trata de una obra que, por su magnitud, es considerada “faraónica” y consiste en la construcción de dos túneles bajo la avenida 9 de Julio que contribuirían a descomprimir el tránsito vehicular. Con este emprendimiento, sueña hoy el ingeniero Mauricio Macri.
Fuentes del gobierno de la Ciudad le confirmaron a LPO que, la semana pasada, el Jefe de Gobierno dio la orden de reactivar el mega proyecto que en estos meses había quedado en el olvido.
Es que en 2009, cuando se hizo su anuncio oficial, legisladores porteños de la oposición salieron inmediatamente a cuestionarlo y presentaron ante la Justicia pedidos de amparo, rechazando su forma de financiación y la carencia de estudios previos de impacto ambiental. La Justicia hizo lugar a los reclamos y la obra se frenó.
Sin embargo, luego de largos meses en los que este proyecto pareció quedar en el olvido, otra vez volvió a hablarse sobre él. En los últimos días, la fiscal de la Ciudad Daniela Ugolini -quien fuera también la candidata del macrismo para presidir el Tribunal Superior de Justicia- convocó a una audiencia a las partes para intentar destrabar el conflicto. La fecha fijada es el 26 de mayo.
Por un lado, pesa el amparo presentado por los legisladores del bloque de Diálogo por Buenos Aires Eduardo Epszteyn y Aníbal Ibarra; y el titular de la banca de Igualdad Social, Martín Hourest; en el que se cuestiona que la licitación de la obra quede a cargo de AUSA, y se eluda así el control legislativo. También el amparo presentado por la diputada María José Lubertino en el que se indica que “los llamados a licitación violan derechos ciudadanos y los lineamientos del Plan Urbano Ambiental, omitiendo la presentación del correspondiente estudio de impacto ambiental y su discusión en audiencia pública”.
El objetivo de este polémico emprendimiento –que deja liberada la 9 de Julio para el transporte público- es aliviar el paso de unos 10.000 vehículos en hora pico. Los túneles sólo podrán ser utilizados por el tránsito pasante y no tendrán salidas. El principal -que irá en sentido Norte-Sur- tendrá accesos a la altura de la Avenida Del Libertador, de la Autopista Illia, de la avenida Santa Fe, de Viamonte y de Perón, y empalmará con la autopista 25 de Mayo.
Desde el gobierno porteño, precisaron que la realización de esta obra sería uno de los principales anhelos de Macri, en el caso de que lograra cumplir un segundo mandato en la Ciudad. En verdad se trata de una sumatoria de proyectos: el túnel de la 9 de Julio, la construcción de la línea H de subte –cuya realización sería otorgada al grupo Techint- y los acuerdos con China para el emplazamiento de las líneas F y G; con estas medidas, el ingeniero entiende que se despediría con gloria de la Ciudad de Buenos Aires.
De todos modos, por el momento, el dilema que más preocupa al Jefe de Gobierno es el nombramiento de un compañero de fórmula, si es que termina de decidirse por presentarse a la reelección porteña.
Desde el macrismo puro, los nombres sugeridos son el del Secretario Marcos Peña o el de la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal. Pero quienes prefieren que el compañero le sume desde la política, se inclinan más por pensar que el titular de Espacio Público, Diego Santilli, o el ministro de Cultura, Hernán Lombardi, estarían hoy mejor posicionados para acompañarlo en una contienda electoral que a priori se ve muy reñida con el Frente para la Victoria y con Proyecto Sur.
Pero más allá de las especulaciones en torno a cada candidato, mientras las distintas variables se analizan bajo el esquema de una reelección, antiguos proyectos, como el del túnel bajo la 9 de Julio, vuelven a cobrar interés y a ser puestos en juego por el Jefe de Gobierno porteño. (La Política OnLine).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario