Los aumentos salariales de hasta un 150 % que se fijaron los diputados y senadores nacionales amenazan introducir un nuevo foco de conflicto en las negociaciones paritarias de este año, con tensiones entre empresarias y sindicatos.
Luego de que desde la CGT sugirieron que el notable incremento de las dietas de los legisladores fijaba un parámetro para el resto de las paritarias, el titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, advirtió sobre la inconveniencia de la suba de honorarios de los parlamentarios.
Para Mendiguren, el incremento de haberes en el Congreso "no ayuda" a las paritarias iniciadas por los empresarios y los gremios, que -en la mayoría de los casos- persiguen aumentos superiores al 20 por ciento para este año.
La CGT mantiene su postura de prevenir situaciones críticas afrontando las negociaciones salariales "sin piso ni techo" y el judicial Julio Piumato, uno de los principales hombres de confianza del líder camionero Hugo Moyano, aprovechó la polvareda que levantó el "salariazo" legislativo para preguntarse irónicamente si el incremento de hasta un 150 por ciento en las dietas para diputados y senadores -que pasarán a cobrar entre 30.000 y 35.000 pesos mensuales- era una "referencia" para el aumento salarial que deberían reclamar este año los trabajadores en sus discusiones con el sector patronal.
"¿Referencia para las paritarias?", preguntó Piumato textualmente, en momentos en que la relación de la CGT con la Casa Rosada se ha tornado tensa, justo antes de las elecciones previstas para 2012 en la central obrera.
El gobierno y la CGT vienen manteniendo una singular pulseada por el porcentaje de aumento salarial para este año.
Lejos de aquél vínculo armónico que habían forjado la Casa Rosada y la central liderada por Moyano durante el mandato de Néstor Kirchner, los máximos dirigentes de la CGT no dudan ahora en chicanear a las voces oficialistas que sugieren un tope del 18 por ciento para las paritarias 2012.
Los chispazos entre la central obrera y la administración que lidera Cristina Kirchner le agregaron sazón a las negociaciones salariales de este año, que podrían incorporar un nuevo foco de discordia con el incremento de dietas legislativas, deslizó el propio Mendiguren.
El titular de la UIA cuestionó a los parlamentarios nacionales por haber más que duplicado los haberes y advirtió que esa decisión "no ayuda" a la discusión salarial del sector privado.
"En este momento, no ayuda que el Congreso se suba los salarios el 100 por ciento o más, más allá de si el aumento es justo o no", se quejó el empresario.
De todas maneras, aseguró que los industriales confían en la "racionalidad de los diferentes sectores" y prometió que la UIA "seguirá sin marcar una pauta salarial".
"No tenemos porcentaje porque lo correcto es que se discuta sector por sector. Obviamente, en este contexto, los empresarios vamos a tener que negociar con más firmeza, pero la relación con los sindicatos sigue siendo buena", sostuvo Mendiguren.
Según el directivo, "hay en el imaginario colectivo la sensación de que hay grandes ganancias y mucha rentabilidad (en el sector empresario), y no es así en todos los casos".
"En un mundo que está en crisis y en el que los países están todo el tiempo haciendo anuncios de ajuste, en la Argentina seguimos discutiendo los modos para realizar subas de salario. Y esto hay que aprovecharlo, siempre pensando en conservar la fuente de trabajo", alertó el industrial.
Luego de que desde la CGT sugirieron que el notable incremento de las dietas de los legisladores fijaba un parámetro para el resto de las paritarias, el titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, advirtió sobre la inconveniencia de la suba de honorarios de los parlamentarios.
Para Mendiguren, el incremento de haberes en el Congreso "no ayuda" a las paritarias iniciadas por los empresarios y los gremios, que -en la mayoría de los casos- persiguen aumentos superiores al 20 por ciento para este año.
La CGT mantiene su postura de prevenir situaciones críticas afrontando las negociaciones salariales "sin piso ni techo" y el judicial Julio Piumato, uno de los principales hombres de confianza del líder camionero Hugo Moyano, aprovechó la polvareda que levantó el "salariazo" legislativo para preguntarse irónicamente si el incremento de hasta un 150 por ciento en las dietas para diputados y senadores -que pasarán a cobrar entre 30.000 y 35.000 pesos mensuales- era una "referencia" para el aumento salarial que deberían reclamar este año los trabajadores en sus discusiones con el sector patronal.
"¿Referencia para las paritarias?", preguntó Piumato textualmente, en momentos en que la relación de la CGT con la Casa Rosada se ha tornado tensa, justo antes de las elecciones previstas para 2012 en la central obrera.
El gobierno y la CGT vienen manteniendo una singular pulseada por el porcentaje de aumento salarial para este año.
Lejos de aquél vínculo armónico que habían forjado la Casa Rosada y la central liderada por Moyano durante el mandato de Néstor Kirchner, los máximos dirigentes de la CGT no dudan ahora en chicanear a las voces oficialistas que sugieren un tope del 18 por ciento para las paritarias 2012.
Los chispazos entre la central obrera y la administración que lidera Cristina Kirchner le agregaron sazón a las negociaciones salariales de este año, que podrían incorporar un nuevo foco de discordia con el incremento de dietas legislativas, deslizó el propio Mendiguren.
El titular de la UIA cuestionó a los parlamentarios nacionales por haber más que duplicado los haberes y advirtió que esa decisión "no ayuda" a la discusión salarial del sector privado.
"En este momento, no ayuda que el Congreso se suba los salarios el 100 por ciento o más, más allá de si el aumento es justo o no", se quejó el empresario.
De todas maneras, aseguró que los industriales confían en la "racionalidad de los diferentes sectores" y prometió que la UIA "seguirá sin marcar una pauta salarial".
"No tenemos porcentaje porque lo correcto es que se discuta sector por sector. Obviamente, en este contexto, los empresarios vamos a tener que negociar con más firmeza, pero la relación con los sindicatos sigue siendo buena", sostuvo Mendiguren.
Según el directivo, "hay en el imaginario colectivo la sensación de que hay grandes ganancias y mucha rentabilidad (en el sector empresario), y no es así en todos los casos".
"En un mundo que está en crisis y en el que los países están todo el tiempo haciendo anuncios de ajuste, en la Argentina seguimos discutiendo los modos para realizar subas de salario. Y esto hay que aprovecharlo, siempre pensando en conservar la fuente de trabajo", alertó el industrial.
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